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Suenan las campanas. Acaban de dar las ocho. Hay colas en las heladerías. Manos que pasean con bolsas que dicen rebajas. Cervezas que se calientan en las terrazas. Mascarillas que tapan bocas en este paseo de media tarde. Es veinte de julio. 34 grados. Son las ocho. Y nadie aplaude ya en los balcones. No hay palmas como antes en las ventanas. Se acabaron aquellas ovaciones de cristales abiertos cuando tan cerradas estaban las casas.
Como al final resistimos, ya no suena el 'Resistiré'. Pero sí que se escucha una pieza de Händel (la voz es de la soprano Paula Mendoza, los dedos al piano de Irene Alfageme) en la Plaza Mayor. Son las ocho y Valladolid recuerda por qué a esta hora, durante tantos días, nos asomábamos a la calle para aplaudir.
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La capital rindió este lunes homenaje frente a la Casa Consistorial –con alfombra roja, escenario de luto, minuto de silencio– a los vallisoletanos («al menos 800 personas», dijo el alcalde, Óscar Puente) que durante los últimos meses han fallecido víctimas del coronavirus.
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El acto institucional, organizado por el Ayuntamiento, sirvió además para ensalzar la labor de los profesionales que estuvieron, «desde el principio, en la primera línea en la lucha contra la pandemia». «Aquella gratitud que la ciudadanía expresaba desde ventanas y balcones se manifiesta hoy, de nuevo, en la Plaza Mayor», aseguró Puente.
Entre aquellos profesionales a los que tanto se aplaudió, en su representación, habló Carlos del Pozo, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico, quien reclamó una vacuna contra el olvido, para que no se pierda nunca el recuerdo «de aquellos que nos dejaron. Por respeto a su dignidad, no les podemos recordar solo como un número, sino como personas con nombres y apellidos».
Insistió en la defensa férrea de la sanidad pública:«Si no planificamos de forma adecuada, si no la dotamos de medios dignos, de profesionales suficientes, podemos volver a situaciones indeseadas y a estar de nuevo al límite de nuestras fuerzas». Y lanzó además, con rotundidad, un ruego a la sociedad para, «con responsabilidad», evitar una segunda oleada de la covid-19.
«Que no sea en vano la muerte de muchos, que no caiga en saco roto el sufrimiento de tantos. El virus está ahí. Sigue ahí. En las últimas horas se han registrado trece nuevos casos en Valladolid Este. El domingo, hubo dos positivos más en Urgencias. Hay que conservar la distancia de seguridad, mantener el lavado de manos, usar la mascarilla», insistió Del Pozo, quien suscitó un largo aplauso final.
Antes, recordó las duras semanas que vivieron los sanitarios. «Los que nos dedicamos a las urgencias en hospitales y emergencias creíamos saber lo que es estar en primera línea. Pensábamos que ya nos habíamos acostumbrados a trabajar con estrés, incertidumbre, bajo presión. Pero no estábamos preparados para vivir lo que hemos vivido. Este mal sueño».
La pesadilla se veía todavía lejana cuando en enero llegaban las primeras noticias de China. «Al principio se tomó con escepticismo. Pocas semanas después, nuestros compañeros de Italia ya nos decían que esto iba en serio, que nos preparáramos para lo peor. A finales de febrero, ya teníamos casos diagnosticados en nuestra ciudad», recuerda Del Pozo.
«En esos días tuvimos que improvisar estructuras para recibir, diagnosticar y atender a los enfermos con coronavirus. Hemos pasado miedo. Hemos tenido incertidumbre. Nos hemos enfrentado a un enemigo desconocido. Y durante unas jornadas interminables. Después de esa lucha, llegábamos a casa. A veces no estaban nuestros seres queridos, porque nos habíamos alejado por temor a contagiarlos. Y allí, en casa, seguíamos estudiando sobre el virus. A veces nos derrumbamos. Porque debajo de los EPIS no hay héroes, sino profesionales comprometidos. Y al día siguiente volvíamos al trabajo. Cansados, pero nunca rendidos».
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Y con la certeza, dijo del Pozo desde la Plaza Mayor, de que médicos, enfermeros, celadores, sanitarios, nunca estuvieron solos en esa primera línea contra el coronavirus.Junto a ellos, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, el Ejército, Cruz Roja, Protección Civil, los docentes, los trabajadores de ayuda a domicilio, los quiosqueros, los transportistas, los empleados de supermercado...
«Profesionales todos ellos de otros servicios esenciales que han desempeñado una labor imprescindible, en muy diversos ámbitos, para garantizar el funcionamiento de nuestra sociedad en estos tiempos tan difíciles», destacó el alcalde, frente a un público compuesto en su mayoría por representantes de estos grupos profesionales.
Como Andrés, Ambrosio, Eloy, Rosario, Arancha, Antonio, Ángel y Lucio, del Servicio de Limpieza, quienes recordaron la desinfección nocturna de las calles, las fumigaciones continuas, la recogida de basura en los domicilios de aquellos que, en lo más duro del confinamiento, no podían salir a la calle. Como David o Jorge, de ProtecciónCivil, que repartieron material sanitario, que montaron en los hospitales la carpas de triaje, que ayudaron a levantar el hospital de campaña en la Feria de Muestras. Como Javier, José Luis o Abilio, del cuerpo de Bomberos, que tuvieron que extraer de sus casas y con seguridad a pacientes y víctimas del coronavirus. Y junto a ellos, agentes de la Policía Local, empleados de Auvasa, de Nevasa, farmacéuticos, trabajadores de las residencia, asociaciones de vecinos «que tejieron redes de solidaridad en sus barrios», «gentes de la cultura (como Teloncillo, Los Pichas) que en los días de confinamiento trasladaron altruistamente su arte a través de Internet».
El aplauso (a las ocho) por la labor de todos aquellos que «mantuvieron su actividad durante el estado de alarma y contribuyeron a garantizar el funcionamiento de la ciudad» se transformó en un acto de «concienciación colectiva». «Este drama aún no ha concluido», alertó el alcalde. «Estamos aún lejos de haberlo erradicado como amenaza para nuestra salud, nuestra vida y nuestra economía». Por eso, Puente hizo un «llamamiento a la responsabilidad colectiva». «Mientras no se halle una cura o una vacuna, está en nuestras manos, con nuestro comportamiento, evitar que esta tragedia se cobre nuevas vidas. Que tantas muertes, tanto esfuerzo y tanto sacrificio no sean en vano».
En el escenario, junto a Puente, estuvieron los portavoz de los grupos municipales: Pedro Herrero (PSOE), María de Diego (PP), Martín Fernández Antolín (Ciudadanos), María Sánchez (Toma la Palabra) y Javier García (Vox). Y entre las sillas de invitados, con separación de seguridad en la Plaza Mayor, el consejero de la Presidencia de la Junta, Ángel Ibáñez; el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo; el subdelegado, Emilio Álvarez; el presidente de la Diputación, Conrado Íscar; el arzobispo Ricardo Blázquez y el obispo auxiliar, Luis Argüello,, el exalcalde de la ciudad Javier León de la Riv, el delegado territorial Augusto Cobos, o la presidenta de la CVE, Ángela de Miguel, informa Europa Press.
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