Valladolid mantiene el veto a las empresas de alquiler de patinetes

No hay una registro o censo que arroje luz sobre cuántos usuarios se desplazan a diario en estos vehículos de movilidad personal que cada vez están más de moda. Queriendo aprovechar ese 'boom' han sido decenas las empresas, tanto nacionales como internacionales, que han contactado con el Ayuntamiento de Valladolid para tratar de implantar sus sistemas de alquiler de patinetes eléctricos en varios puntos de la capital.

«Seguimos manteniendo la misma postura desde 2019, cuando comenzamos a recibir muchas ofertas pero no es un opción a la que vayamos a decir que sí», explica el concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez.

Fueron muchas las empresas de alquiler de patinetes eléctricos las que desde entonces se han interesado por Valladolid, «pese a que las compañías prometían haber visto la viabilidad mediante estudios y decían encargarse de todo, al final el uso de la vía pública no se puede ceder así como así para empresas con ánimo de lucro», puntualiza Vélez.

Reconoce que, tras la pandemia, han descendido esas reuniones (presenciales o telemáticas) de este tipo de compañías cuyo servicio no convence en absoluto al Ayuntamiento. «Hemos hablado con otras ciudades que sí lo tienen y donde la experiencia no ha sido nada positiva. Los patinetes acaban tirados en las calles, generando accidentes, obstaculizando zonas de tránsito, dando mala imagen, terminan siendo abandonados y son muchas las quejas se generan en este sentido por parte de los ciudadanos como sucede en Madrid, Barcelona o Valencia y eso es algo que no nos interesa para nada», añade el concejal.

La lista de 'contras' ya la dejó bastante clara Óscar Puente hace apenas un mes en el VII Encuentro de Ciudades por la Seguridad y Movilidad Sostenible que tuvo lugar en Valladolid. Se declaró «no amigo del patinete» y tenía claro entonces y ahora que no va a fomentar su uso, «tampoco voy a prohibirlo», explicó. El concejal de Movilidad explica además que «se trata de un medio de transporte que fomenta el sedentarismo porque apenas se camina y que hace menos sostenible al transporte urbano, al que resta usuarios».

Cuando se gestó el servicio de préstamo de alquiler de bicicletas Biki, sistema que se puso en marcha el pasado 1 de febrero, el Consistorio barajó también la posibilidad de hacer algo similar con los patinetes. «Enseguida lo descartamos porque vimos muchos más problemas que beneficios y con el sistema tan potente que tenemos en cuanto a préstamo de bicicletas y la buena aceptación que está teniendo, sin duda, seguiremos en ese camino», dice Vélez. Como continúan al alza entre los usuarios, evidentemente, a mayor número de usuarios de estos vehículos existe una mayor posibilidad de accidentes. Es aumento de siniestros en el que se han visto implicados este tipo de vehículos es lo que ha detectado la Policía Local de Valladolid en los últimos tres años.

En ese periodo se ha pasado de 21 accidentes registrados en 2020 en la ciudad, a 59 detectados por los agentes en 2021, hasta alcanzar los 69 en 2022. No pueden superar los 25 kilómetros por hora y, en base al reglamento municipal de Valladolid, solo pueden circular por carriles bici, por vías limitadas a 30 kilómetros por hora y por cualquier otra vía que solo tenga una carril por cada sentido de la circulación. Los usuarios de patinete eléctrico tienen totalmente prohibido conducir por aceras, autovías, autopistas o carreteras fuera de poblado.

La Policía Local de Valladolid es la encargada de velar por el cumplimiento de la norma de los que deciden desplazarse en patinete y tratan de concienciar del correcto uso de este tipo de vehículo de movilidad personal. En 2022 en Valladolid los agentes interpusieron cientos de denuncias por no circular de forma correcta. Por poner varios ejemplos, a lo largo del pasado año, los agentes denunciaron a 80 personas por circular por la acera, a 92 por detectar a dos personas desplazándose en el mismo patinete (totalmente prohibido), 58 por no respetar semáforos en rojo; 17 por conducción negligente mientras hacían uso del patinete y un total de 12 por arrojar tasas positivas de alcohol y drogas.

En estos últimos casos, en los que se detectan resultados positivos, los usuarios no responden por delito penal. «Se les pone una falta administrativa que no conlleva la pérdida de puntos en caso de que se tuviera permiso de conducir pero las multas oscilan entre los 500 y los 1.000 euros en caso de reincidencia», explica Antonio Rodríguez, oficial del equipo de transportes de la Policía Municipal de Valladolid.

Rodríguez es un referente nacional en la inspección de vehículos de todo tipo, por eso, su olfato no falla a la hora de detectar patinetes que son sospechosos de haber sido manipulados. «Nos encontramos con infracciones de todo tipo pero las más comunes en este sentido son la modificación de potencia con la instalación de baterías adicionales para que el patinete tenga más autonomía y, principalmente, la manipulación del sistema para que el vehículo alcance más velocidad», señala el experimentado agente.

Cuando detectan uno de estos medios de transporte manipulados, trucados o con serias sospechas sobre su homologación, proceden a la realización de un estudio técnico en profundidad y notifican las irregularidades a la jefatura de tráfico. Hay casos en los que incluso envían las diligencias a los juzgados si localizan, como ya les ha sucedido en varias ocasiones, patinetes trucados capaces de alcanzar los 80 kilómetros por hora. En estos casos se comete mayor gravedad porque el patinete sería equiparable en categoría a un ciclomotor, que necesita permiso de conducir, casco, seguro e ITV.

El oficial subraya que «antes era mucho más sencillo trucarlos, incluso se podía hacer con aplicaciones de móvil pero los fabricantes se han puesto serios en este tema y cada vez es más difícil hackear los sistemas que regulan la velocidad», puntualiza. De alterar la velocidad o las características técnicas del vehículo y ser detectado por los agentes, la multa estipulada por la DGT es de 500 euros, además de la inmovilización del patinete.

Tanto Policía Local como Ayuntamiento de Valladolid coinciden en la importancia que tiene para aquellos que hacen uso de este popular medio de transporte el ir bien protegido. Aunque en la ciudad no sea obligatorio por el momento el disponer de un seguro, el uso del casco o la edad mínima para su manejo. «Es fundamental circular bien equipado, por las zonas adecuadas, cumpliendo la normativa y extremando las precauciones, porque al final los usuarios de patinete son muy vulnerables ante cualquier tipo de lesión que se produzca en los trayectos».