Los operarios colocan las últimas chapas en el canto del puente de Juan de Austria. J. Sanz

Valladolid

Trescientos tornillos remachan la intervención estética del puente de Juan de Austria

Los operarios colocan las chapas en los cantos del tablero para poner fin a las caídas de cascotes del lado de El Corte Inglés

J. Sanz

Valladolid

Martes, 9 de julio 2024, 19:29

Los operarios han tomado este martes por la mañana el puente de Juan de Austria para colocar por fin los remates «estéticos» en los cantos del tablero que ya fueron remozados hace más de un mes para acabar con las caídas de cascotes y filtraciones ... que a comienzos de año (siete meses hace) provocaron desprendimientos de cascotes sobre la vía pública que mantenían acordonadas desde entonces las maltrechas escalinatas del puente y el borde del pilar del paso del lado de El Corte Inglés.

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Cuatro operarios, ayudados con una grúa, han forrado ahora los treinta metros lineales de cada lado del tablero (hasta el borde del río) con chapones de acero (doce por margen) remachados con más de trescientos tornillos (310 en concreto) visibles desde la acera de la parte superior para finiquitar la operación de maquillaje del octavo puente sobre el Pisuerga, inaugurado en 1990.

Estos remaches metálicos, aunque con una función «estética», vienen a asegurar los bordes de hormigón del voladizo que fueron asegurados entre los meses de mayo y junio en una intervención en la que quedaron pendientes de colocar los chapones ahora atornillados al tablero por la falta de material.

Los operarios ya aseguraron los cantos entre mayo y junio a la espera de la llegada del material ahora instalado

El material en cuestión, esas 24 chapas de acero de cinco metros cada una, han sido colocadas este mismo martes una vez retirados los oxidados restos de las tiras metálicas que remataban los bordes desde su construcción.

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El revestimiento solo se ha colocado del lado del tablero que mira a la plaza de Juan de Austria y a El Corte Inglés, ya que allí fue donde se produjeron en enero -a partir del día 18- sucesivas caídas de cascotes, algunos del tamaño de ladrillos, sobre el paseo inferior de la margen izquierda del río.

Desde entonces, y hasta hoy mismo, permanecían acordonadas las escaleras de los laterales del pilar del puente y parte del paseo inferior.

Arriba, colocación de las chapas en la margen derecha del puente hacia Parquesol. Debajo, a la izquierda, detalle de los remates ya colocados en el otro lateral. A la izquierda, las escalinatas del puente. J. Sanz

Los técnicos municipales determinaron entonces que los desprendimientos se producían por «un fallo de corrosión de las piezas prefabricadas de remate» en los cantos del voladizo y hace un mes concluyó la intervención para afianzar los bordes y sellar las grietas por las que se producían filtraciones sobre el final de las escalinatas laterales.

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Las escaleras, cuyos notables irregularidades y pronunciado desnivel desaconsejan su uso, se mantendrán por ahora como están a la espera de una intervención, necesaria a todas luces, que se aplaza al no ser considerada de carácter urgente por el Ayuntamiento. Los viandantes, no obstante, cuentan con una tercera escalinata, con una rampa accesible, que permite bajar sin riesgos a los paseos inferiores del río desde la plaza de Juan de Austria por el borde de la tapia del colegio de Las Agustinas.

La inspección del puente descartó, en cualquier caso, daños estructurales en el paso construido entre los años 1989 y 1990 en el marco de la remodelación de todo el entorno y con el fin de acercar Parquesol al Paseo de Zorrilla y viceversa.

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El puente de Juan de Austria, en el que se invirtieron quinientos millones de pesetas (tres millones de euros), fue inaugurado el 19 de mayo de 1990 por el entonces alcalde, Tomás Rodríguez Bolaños (fallecido en 2018), y comenzó a dar problemas en 2010, cuando una fuga de agua afectó al asentamiento del terreno que soporta la estructura del lado también de la plaza de Juan de Austria y obligó a realizar una primera intervención de urgencia. Ahora, catorce años después, ha llegado la segunda en el mismo lado del voladizo de 195 metros de longitud que sustenta un doble arco de 95. Para la tercera, con miras, como mínimo, a las maltrechas escalinatas, aún habrá que esperar.

Malas hierbas en la mediana del puente de Juan de Austria. J. Sanz

Las hierbas florecen en la mediana del paso

La naturaleza pide paso en la parte superior del tablero del puente de Juan de Austria. Su mediana de cemento y adoquines luce desde hace semanas malas hierbas que cada día muestran un ahora más que notable estado de crecimiento y que copan buena parte de las grietas que discurren sobre el firme de 195 metros de longitud del paso construido entre 1989 y 1990.

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