Vagón, prácticamente vacío, en el tren de las 6:23 horas de este jueves, en dirección a Madrid. EL NORTE

Trenes casi vacíos y pasajeros con distancia de seguridad en los viajes entre Valladolid y Madrid

Renfe ha reducido la oferta de trenes a Madrid por su baja ocupación. Pero hay vallisoletanos que todavía viajan para trabajar en la capital, «con mil ojos y precauciones»

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 20 de marzo 2020, 06:54

Almudena García, funcionaria con su puesto de trabajo en Madrid, cogió este jueves el tren de las 6:23 horas rumbo a la capital, la zona de España donde el coronavirus muestra su rostro más agresivo. Junto a ella, apenas cinco personas más en ... un vagón que, de forma habitual y en un día laborable, está lleno hasta los topes (472 plazas). Renfe ya no asigna asientos, así que se sitúan los pasajeros alejados, manteniendo la distancia de seguridad.

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«La gente se sube al tren sin tocar nada, muchos llevan geles para las manos. Los trenes, es verdad [al menos desde el viernes, apuntan otros pasajeros] están impecables de limpieza y las estaciones también.Pero tomas precauciones, claro». Almudena tiene que seguir yendo a trabajar a Madrid. No todos los días, «me turno con una compañera, en jornadas alternas, y así solo estamos una en el despacho y la otra trabaja desde casa».

Pero, para ella, el uso del tren es indispensable en esta crisis sanitaria. Renfe –que en su página web «desaconseja viajar salvo por razones inaplazables o de extrema necesidad»– ha reducido desde el miércoles a la mitad los servicios de Alta Velocidad, Larga Distancia, Media Distancia y Avant y solo pone a la venta un tercio de las plazas de cada tren (para favorecer la distancia entre viajeros).

También anuncia flexibilidad en los bonos y devolución de los billetes ya comprados, pero desde la asociación de usuarios Ave Valladolid –han remitido una carta a responsables del servicio– explican que se han topado con la «racanería» de la empresa a la hora de anular viajes y cancelar bonos. «Ahora no va casi nadie a Madrid. Y todos nos encontramos con esos bonos ya comprados y no gastados. En una situación de alarma como esta, no es lo importante. Pero un servicio público como Renfe no puede racanear, en un momento además en el que muchos trabajadores sufren el ERTE de su empresa», dice Carlos Perfecto, portavoz de la asociación, quien asegura que se está cobrando el 15%de penalización por abonos emitidos sin formalizar. «La ampliación de los dos meses tendría que ser directa sobre todos los abonos, sin límites de utilización ni periodos de uso», añade.

Santiago Villaverde ha visto cómo, al anular el bono que había adquirido para desplazarse hasta Semana Santa (con 38 viajes) no se le garantizaba esa ampliación de 60 días. Trabaja en el sector industrial y el lunes fue el último día que cogió el tren a Madrid. Ahora tiene la oportunidad de teletrabajar. «Buena parte de mi labor es presencial, pero dada la situación...».

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Solía coger ese tren de las 6:23 horas que este jueves estaba casi vacío. «El lunes fui a Madrid con miedo, con mil ojos. Con la precaución de no tocar nada. Y lavándote las manos cada dos por tres, como hacen casi todos, con los geles hidroalcohólicos. Yo tenía la suerte de que luego, en Madrid, al coger el Cercanías, iba en sentido inverso (o sea, al contrario que la mayoría de la gente) y me encontraba con menos afluencia. Pero sin agarrarte a las barras, sin tocar nada, por si acaso. Tienes que cuidar de ti, es lo normal», explica.

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