Valladolid

Rotondas de plástico y escasas señales en palés causan el caos circulatorio en Argales

Al sinfín de retrasos que fueron mes a mes demorando las obras, hasta su reapertura, al menos, al tráfico el pasado 30 de mayo, se ha sumado ahora un parón indefinido de los trabajos que mantiene esta avenida empantanada hasta el punto de ser literalmente intransitable para los peatones y, lo que es peor, al ser un área industrial, con una señalización más que deficiente que está generando riesgos continuos a la hora de circular por su asfalto sin marcas viales en el tramo completo de más novecientos metros lineales entre los cruces con la calle Daniel del Olmo y la avenida de Zamora.

El problema, al margen de la ausencia (desde que se reabrió a la circulación a finales de mayo) de marcas viales en la calzada, lo generan dos sorprendentes rotondas de plástico aliñadas con señales, en el mejor de los casos, colocadas sobre tablas y palés en el cruce con la calle Forja (a mitad de la avenida); ya que la otra, en la intersección con Daniel del Olmo, no cuenta con más señalización que una de obras en la mediana y otras dos caídas habitualmente.

Nada indica en este transitado cruce, el de más volumen de tráfico del polígono, que unos metros más adelante, en sentido hacia el Paseo de Zorrilla, los dos carriles se convierten en uno solo, nada menos que desde el 29 de febrero, es decir, más de cinco meses en los que se ha registrado un accidente grave, con un motorista herido, y un sinfín de encontronazos entre los coches que enfilan la vía hacia el viaducto parcheado con tornillos por el que ni siquiera pueden circular camiones (en un polígono industrial) y autobuses. Allí una zanja abierta muestra la tubería de agua potable renovada tiempo atrás, pero que permanece así, abierta, para generar aún más peligro para los cientos de conductores que pasan por este punto a diario.

De vuelta al tramo en obras, inacabadas aún, de la propia avenida de El Norte de Castilla, allí la señalización, al margen de sorprendente -la minirrotonda de Forja la forman separadores de plástico o 'new jersey' de plástico con señales acopladas en palés-, está generando encontronazos y desconcierto entre los conductores.

El cruce está 'regulado' por tres señales de stop, dos colocadas en tablas encajadas en un 'new jersey', a los dos lados de Forja, y solo una, encintada con otra tabla a una farola, del lado de la calzada de la avenida que discurre hacia Daniel del Olmo. De manera que el sentido opuesto, hacia la avenida de Zamora, carece de stop. El caso que los conductores, por los cuatro lados, acaban parando, iniciando la marcha y ocupando la intersección sin tener muy claro las preferencias de circulación en una calzada que carece de marcas viales.

Eso en cuanto a los vehículos. Los peatones, en paralelo, apenas pueden transitar por unas aceras inacabadas y cortadas de manera intermitentes por zanjas con el cableado al aire e, incluso, arquetas con el foso aún sin tapar.

Y la cuestión se complica más adelante, en el último tramo de 300 metros hasta la desembocadura en la avenida de Zamora, donde se picaron en abril los restos del fallido proyecto Indnatur -una suerte de jardincillos habilitados justo antes del inicio de la urbanización en 2022- para dar continuidad a las aceras del tramo anterior. Y así siguen. No hay aceras.

La señalización marca, al menos, el estrechamiento de calzada. Pero solo reduce la velocidad a 10 kilómetros por hora desde la avenida de Zamora. Del lado contrario, hacia ella, carece también de dicha señal. Problemas administrativos por la modificación del proyecto en este último tramo se encuentran detrás de este cúmulo de despropósitos que mantienen empantanada la avenida de El Norte de Castilla. Desde hace más de tres meses. Suma y sigue.