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La reapertura de la arteria en obras de Argales pone fin a 18 meses de cortes de tráficoUna señal en ambos extremos de la calle avisa a los conductores de que no pueden circular a más de diez kilómetros por hora. Todavía hay zanjas abiertas, vallas, semáforos sin colocar, un tramo sin asfaltar y no se han pintado aún las marcas viales. ... Pero los vehículos ya pueden circular, 18 meses después, al completo por la avenida El Norte de Castilla entre la calle Daniel del Olmo y la avenida de Zamora. En ambos sentidos de circulación. Y con todos los giros permitidos, incluidos los de la calle Forja. Las obras eternas en el polígono de Argales viven desde este lunes un respiro con la reapertura al tráfico de una de las principales arterias de esta zona industrial, que se ha visto sometida durante más de año y medio a continuos atascos por la concatenación (y coincidencia) de varias obras en su entorno.
La avenida El Norte de Castilla estrena ahora nuevo asfaltado en el tramo comprendido entre Daniel del Olmo y el número 26 de la calle (unos metros más allá de la intersección con Forja). Es la parte en la que los trabajos están más avanzados, con las zonas de aparcamiento ya habilitadas (ya hay vehículos estacionados), los árboles plantados y unos bancos de madera a la espera de su colocación definitivo. Menos avanzado está el tramo desde Forja hasta la avenida de Zamora, donde todavía están abiertas las zanjas longitudinales, a ambos lados de la vía, con solo habilitados los accesos para las naves y negocios de la calle.
Esta nueva fase en los trabajos permite a los vehículos circular ya en ambos sentidos y a lo largo de toda la calle. Todavía hay trabajos en el cruce entre El Norte de Castilla y Forja, pero sí que se permiten los giros en todos los sentidos. Además, también es posible ya acceder a la calle Forja desde Vázquez de Menchaca (en una maniobra prohibida durante los últimos meses). De este modo, se han eliminado ya todos los tapones que impedían la comunicación entre este puñado de vías y se alivia la presión de tráfico en la zona, insufrible en algunas jornadas, sobre todo en hora punta. Con el asfaltado y reapertura de la principal calle de Argales, el polígono empieza a respirar después de unos meses muy complicados.
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Víctor Vela
El proyecto para 'humanizar' la avenida El Norte de Castilla (antigua General Solchaga) comenzó en noviembre de 2022, con una inversión prevista de 2,3 millones de euros. De ellos, 1,6 millones estaban destinados a soterrar el tendido eléctrico de los postes que, desde hace más de 60 años, discurrían por las medianas del polígono. La eliminación de estos mástiles de hormigón, que soportaban una línea de media tensión de 13.000 voltios, comenzó en marzo, se ha prolongado durante ocho semanas y ha sido el paso previo clave para iniciar el asfaltado que ahora se remata. Esta operación ha puesto fin a las medianas de la calle, lo que ha permitido ensanchar las aceras (hasta 2,55 metros) y mejorar las franjas de aparcamiento (con más anchura para vehículos pesados). Además, se han habilitado parterres para arbolado (ya plantado en ese primer tramo).
La segunda fase de los trabajos en Argales apunta a la calle Daniel del Olmo, con una inversión de 3,3 millones para intervenir entre los paseos de Zorrilla y Arco de Ladrillo, y al resto de la calle El Norte de Castilla (hacia el parque de Las Norias).
Con esta reapertura al tráfico se empieza a aliviar la complicada situación circulatoria que desde hace meses atenaza al polígono de Argales. La asociación de industriales llegó incluso a calificar de «safari» las maniobras que los conductores debían hacer para sortear zanjas, vallas de obra y montones de arena y materiales de construcción. El corte de la avenida El Norte de Castilla ha coincidido en el tiempo con las obras en la carretera de Arcas Reales, que ya empieza a dibujar su nuevo perfil, con acera para viandantes y carril bici. En este caso, las obras (con una inversión de 825.594 euros) se prolongarán hasta finales de julio, por lo que todavía permanece cortado el tramo entre la avenida de Zamora y la calle Bronce. Esto impide a los vehículos circular por esta calle. Así que han de buscar un recorrido alternativo por la vía paralela, Vázquez de Menchaca, lo que complica mucho el tráfico en la intersección de esta vía con la avenida de Zamora. Allí, los conductores han de enfrentarse a una rotonda infernal que suele estar saturada en horas punta.
También ha influido la prohibición de que los vehículos pesados (incluidos los autobuses) atraviesen el viaducto de Daniel del Olmo, que se han de desviar por la avenida de Zamora para acceder a Argales. Esta coincidencia de obras ha convertido durante meses a la zona industrial en un atolladero, una ratonera cuyas consecuencias se empiezan a suavizar con esta reapertura al tráfico (en todos los sentidos y con todos los giros) de la avenida El Norte de Castilla.
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