De tapeo con Lady Veneno: «Me gusta quedar con amigos para conocer los bares de sus barrios»

Con mucho humor y con una sonrisa, pero sin perder la elegancia que le otorgan su vestido de lentejuelas y las perlas de su collar y pulseras, la vedette desvela su plan favorito durante su tiempo libre en la Valladolid que la acoge desde que vino a estudiar arte dramático: «Vine a vivir hace ya muchos años, pero me quedé porque la ciudad realmente me enamoró. Pienso que es capaz de ofrecer muchas oportunidades». Precisamente, uno de sus planes favoritos es «simplemente pasear por la ciudad y disfrutar de todos los lugares bonitos que ofrece y a menudo no valoramos», comparte la artista. Especialmente durante los días de niebla, que «otorgan a la ciudad un ambiente que me encanta».

A pesar de que Lady Veneno no desayuna fuera de casa con mucha frecuencia —«solo cuando tengo recados que hacer», reconoce—, uno de sus lugares favoritos es el mítico café El Minuto, un bar que describe como «emblemático y con personalidad» del que destaca de forma especial sus tortillas.

En lo que a salir de tapas se refiere, Lady comparte su predilección por los bares de barrio, especialmente Las Batallas, su zona: «Aunque me gusta mucho dar a conocer los pinchos típicos de Valladolid a los que vienen de fuera, como la croqueta de El Corcho, me encanta ir a la Taberna La Alegría en mi barrio». «Allí ponen unos chopitos de muerte», añade la 'drag queen', que también disfruta compartiendo y descubriendo recomendaciones de conocidos: «Me gusta mucho quedar con amigos para probar sus bares preferidos en La Rondilla o Delicias». «El centro está muy guay, pero los barrios y su gente tienen su rollo», enfatiza la artista.

Si se trata de salir a tomar un vino o una caña, Lady Veneno disfruta en los alrededores de la catedral, especialmente en garitos como el Berlín, Kafka o Bizarro, donde solía alternar con sus compañeros de la Escuela de Arte Dramático y que ahora se han convertido en un «punto de encuentro donde siempre te cruzas con viejos conocidos y donde también conservo grandes amigos como Rubén o Pedro».

Y es que, tal y como comparte Lady, buena parte el éxito de la hostelería de esta zona reside en la «personalidad» palpable en bares como los anteriormente mencionados: «Me parece muy bien que existan bares con la misma barra y decoración, pero en lo personal, me encanta tomar algo sobre una barra de madera y conocer al camarero». Porque lo cierto es que existen pocas pruebas del éxito de un bar —o de un 'barman'— comparables a conocer a la clientela por su nombre y por lo que suelen tomar. ¿En el caso de Lady Veneno? Un vino de Toro o de Ribera, preferiblemente Pago de Carraovejas: «Si es que yo tengo el morro fino, fino», añade entre risas.

La artista tampoco olvida otros vinos de la zona, como los Rueda o Cigales: «Por suerte vivimos en una tierra con un vino excepcional. Sea de la denominación de origen que sea, está todo buenísimo», añade con una sonora carcajada. «No hay un vino malo en Valladolid, lo tienes que ir a buscar». Al hilo de esto, la 'reina de la noche' comparte una anécdota: «Tengo una amiga que vive fuera y cada vez que viene a verme afirma que le encanta salir a tomar algo porque los vinos aquí son 'muy buenos y muy baratos'».

A la hora de decantarse por una carta o menú, la diva destaca por encima de otros —literalmente— el restaurante Sibaritas Klub, ubicado en la décima planta del número 59 de la Avenida de Salamanca, compartiendo edificio con el Museo de la Ciencia: «Me parece un concepto de restaurante en el que el chef Peña ha puesto mucha ilusión y muchísimo empeño». «Además, me gusta porque allí hablas de forma casi exclusiva sobre la comida, apreciando la gastronomía». Sin embargo, tal y como Lady Veneno reconoce, «no siempre puedes encontrar mesa allí».

Otra de sus recomendaciones es el bar La Alhambra (calle Esgueva, 1), donde aconseja probar su «brutal hamburguesa»; o el Corral del Rosarillo, a pocos metros de allí, en la plaza que le da nombre. Sin embargo, «como una ya es mayor, aprecia mucho los sitios donde sirven platos combinados», destacando el Mesón Don Enrique (Paraíso, 9) en esta última categoría.

Por la noche, como es sabido por muchos, esta 'drag queen' se deja ver con frecuencia en el bar La Lupe, junto al Mercado del Val (calle Francisco Zarandona, número 10), donde tiene lugar esta entrevista: «¿Qué decir de este sitio? La Lupe me encanta, es mi casa y trabajo aquí a menudo», comparte. «Ofrece una programación muy grande y no tienes por qué ver el show si vienes a tomar algo de forma más tranquila».

Sin embargo, este bar no es el único donde se desarrollan sus veladas: «El Desván del Deseo, en Cantarranas; o cualquiera de los bares por la zona de la catedral también están genial para ir de noche». «Pero no pongo pegas a otros como El Tío Molonio», reconoce entre risas. Además, la estrella comparte que en ocasiones escoge los bares donde salir de copas en función de los planes que pueda llevar a cabo en ellos: «Los martes no me gusta ir a bares que tengan la música tan alta que impida una conversación, eso mejor para el sábado».

Dejando de lado lo gastronómico, uno de los rincones especialmente significativos para Lady Veneno se encuentra en el corazón de Valladolid: «Cuando vine a la ciudad, la zona de la plaza de toros fue de mis primeros barrios, y siempre que venía al centro atravesaba la Plaza Zorrilla o incluso el Campo Grande». «En la actualidad son lugares que me gustan mucho. Además, guardo el recuerdo de haber visto a Delibes en alguna ocasión por allí». Precisamente, este año, la artista amenizó el tradicional Récord Guinness durante las Ferias en este mismo lugar.

Además de estas anécdotas personales, la diva destaca otras ubicaciones del centro histórico de la ciudad: «La Rosaleda, San Pablo o la plaza Federico Wattenberg son ubicaciones muy bonitas que en ocasiones no promocionamos de forma adecuada, además de la plaza de las Batallas, claro», concluye entre risas la 'drag queen' Lady Veneno.