Los sindicatos piden a Mañueco que rompa «con la extrema derecha»

La música reivindicativa de Mago de Oz, sin embargo, va muy ligada a las verbenas populares en esta tierra, las mismas en las que se entona este alegato anticlerical antes de sacar a la patrona en procesión al día siguiente. En la Inglaterra post-Brexit la banda sonora vuelve a ser la del punk, ese grito de protesta que emergió como respuesta al neoliberalismo y a la crisis industrial. Aquí, de momento, no ha llegado la música a ese punto. La letra de los sindicatos en el primero de mayo sonó más contundente que la marcha, tranquila, casi silenciosa, que protagonizaron unas dos mil personas en Valladolid en un trazado corto, entre la Plaza de Colón y la Plaza Mayor por Miguel Íscar y Duque de la Victoria. Un paseo tranquilo, casi familiar, con mucho niño, banderas, globos y pancartas. Arropados en un plano más discreto por representantes del PSOE (Javier Izquierdo, secretario de Acción Electoral nacional, concejales del Ayuntamiento o Francisco Ferreira, secretario provincial de Política Municipal) y de Toma la Palabra (Rocío Anguita, Alberto Bustos).

«La patronal tiene que hacer un esfuerzo. Ese camino o bien se hace en un acuerdo nacional o con una galerna de movilizaciones en el conjunto del país», clamó Vicente Andrés (CC OO). «De cara a las elecciones municipales no vamos a decir a quién hay que votar, pero vamos a plantear qué partidos políticos han votado en contra de la subida del salario mínimo interprofesional, de la reforma laboral y de las pensiones», advirtió Faustino Temprano.

El 1 de mayo castellano y leonés tiene matices que otros lugares de España desconocen. Solo aquí hay un Gobierno autonómico PP-Vox y es aquí donde la Consejería de Industria y Empleo dirigida por Vox (Mariano Veganzones) ha decidido dejar claros los postulados del partido respecto al papel que deben jugar los sindicatos. Por eso los discursos no podían obviar ese matiz y tanto Vicente Andrés como Faustino Temprano se lanzaron a recomendar a Mañueco un cese de las hostilidades por la vía de la apertura de otras hostilidades, las internas en el Ejecutivo. «Mañueco debe tomar decisiones de inmediato, si no es antes de las elecciones municipales, justo después. Debe romper, soltar lastre con la extrema derecha, para poder sacar a nuestra comunidad adelante», exigió Andrés. Y Temprano preguntó al respecto de un caso práctico: «Ha habido una reunión de consejero de Empleo de todo el país porque va a venir dinero de la UE a través del Gobierno para programas que estaban ejecutando la patronal y los sindicatos. ¿Vamos a seguir ejecutándolos nosotros o se va a renunciar a ese dinero? Porque Castilla y León podría dejar de percibir cien millones de euros».

Festivo, buen tiempo, discursos y celebración. La Delegación del Gobierno echó cuentas. Unas 8.000 personas se manifestaron en las catorce concentraciones previstas. Valladolid fue la más multitudinaria. «Cuando han venido vacas flacas los sindicatos nos hemos sentado a negociar y hemos sido responsables. Ahora toca lo contrario», señalaba Vicente Andrés, de CC OO. Y tanto él como su compañero de UGT explicaban que la situación de los salarios es mala en general, pero peor en particular si se toca Castilla y León. «La parte dura del Gobierno está provocando una reacción en la comunidad que está llevando a que los empresarios no inviertan en Castilla y León y que incluso algunos se marchen. Se está desaprovechando una oportunidad que son los fondos europeos, a Castilla y León llegan en torno a 2.000 millones de euros de fondos europeos ente la PAC, estructurales y de nueva generación», aseguraba Andrés. «En negociación colectiva estamos peor que a nivel nacional. El índice de inflación está un punto por encima de la media nacional. Hay un desmantelamiento del Diálogo Social por parte de la Junta de Castilla y León, unido a una serie de indicadores que demuestran que Castilla y León cada vez va peor, en despoblación, pérdida de población activa, aumento de desempleados y desmantelamiento de los servicios sociales», abundaba Temprano.

Este 1 de mayo, además, era el día que inauguraba el mes electoral. El 28, urnas municipales en Castilla y León, por primera vez sin acompañamiento de autonómicas ni de generales. Las tácticas ya están diseñadas. El PP ha apostado sin ambages por el argumento general, contra el sanchismo. «Todos los alcaldes del PSOE se llaman Pedro Sánchez», ha lanzado su presidente, Alfonso Fernández Mañueco. En Vox la táctica es la misma que en las autonómicas del año pasado, candidatos con perfil bajo y marca nacional, con Santiago Abascal como referente. El PSOE, que gobierna más ciudades que nadie desde 2019 en Castilla y León, intenta bajar el discurso a la gestión local. La batalla entre los sindicatos y la parte Vox del Gobierno autonómico se juega también, en cierto modo, en estas elecciones y en las consecuencias que puedan tener.