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La violencia física no era precisamente una de las principales señas de identidad de las últimas versiones de la banda del BMW, aunque sí lo fue en su origen, hace quince años, de la banda original del Mazo, de la que ya formaron parte ... los hermanos Roberto, Pirri, y Alfonso R. D., Fofó, dos de los delincuentes habituales más prolifícos de la capital. Los dos fueron detenidos a comienzos de esta misma semana, junto a otro exintegrante de la penúltima versión del grupo (desarticulado hace un año), Cristian S. J. D., y un cuarto sospechoso habitual, S. H. S., acusados del violento atraco a una anciana ocurrido el 19 de febrero en un domicilio de Quintanilla de Onésimo. Allí tres encapuchados accedieron a la vivienda y, a punta de navaja, obligaron a la víctima a abrir la caja fuerte antes de maniatarla. Huyeron con un botín valorado en la friolera de 150.000 euros entre dinero en efectivo (80.000) y joyas (70.000).
Los últimos golpes de la banda de BMW
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Pero la banda cometió esta vez un inusual error a la hora de intentar deshacerse del botín en especie, como fue acudir con algunas de las joyas a una tienda de 'compro oro' de la capital, donde fue detectada la transacción e identificadas dos personas, vinculadas a uno de los después detenido, que serán investigadas por un delito de receptación (del género robado). La investigación daba así un giro inesperado después de que las pesquisas iniciales se centraran en la misma localidad de residencia de la víctima, donde llegaron a realizarse registros domiciliarios en busca de sospechosos que después resultaron no serlo. Y eso debido a que todo apuntaba a que los asaltantes conocían a la víctima, una mujer de 87 años y propietaria de un negocio local, a la que, al parecer, llamaron por su nombre antes de hacerse con el preciado botín. Pero no.
Los guardias civiles llegaron después a la conclusión de que los autores vivían en Valladolid y a lo largo de la presente semana detuvieron a los cuatro sospechosos habituales, todos ellos con un amplio historial delictivo, encabezados por Pirri, quien acababa de recuperar la libertad después de cumplir el último año que le faltaba de sus condenas de 2008 por un intento de homicidio y varios robos (tuvo que volver a la cárcel al ser detenido por su implicación en marzo del año pasado en una accidente con fuga en la calle Real de Burgos).
El grueso de las pruebas contra ellos, sin embargo, fueron recuperadas en el domicilio de Cristian, situado en Delicias, al igual que el del cuarto sospechoso. Allí encontraron buena parte de las joyas sustraídas, algunas armas, medio kilo de marihuana y otras joyas y objetos que aún no han sido identificadas, pero que presumiblemente proceden de otros robos sin esclarecer (están a disposición de posibles víctimas de robos recientes en la Comandancia de la avenida de Soria). El juez solo envió a prisión el miércoles a Cristian S. J. D. en calidad de investigado por un delito de robo con violencia y otro contra la salud pública. Su último arresto se produjo en mayo, precisamente cuando fueron detenidos nueve sospechosos de integrar aquella penúltima versión de la banda del BMW acusada de 140 robos.
Pirri y su hermano mayor, Fofó, quedaron en libertad en calidad de investigados por el asalto a la vivienda de Quintanilla. El último sospechoso, S. H. S., también fue puesto en libertad con cargos.
El asalto a la vecina de Quintanilla, de 87 años, ocurrió en la tarde de aquel 19 de febrero (viernes), cuando tres encapuchados accedieron a la vivienda por la parte posterior y la maniataron. La víctima sufrió lesiones leves.
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