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Los problemas de mates, la clase de historia, el repaso al inglés y deberes a destajo para no perderle comba al curso que se va. Y todo ello a distancia. Desde la frialdad de una pantalla de ordenador. Y entre tanta tarea, ¿dónde queda la parte destinada al ejercicio? ¿dónde la clase de educación física?
«Les recomendamos que sigan una rutina diaria y que hagan ejercicio todos los días. Que se muevan y sobre todo que lo hagan sin agobios», asegura Patricio Valles, profesor de Educación Física en el colegio San Fernando, consciente de que el confinamiento por la crisis del coronavirus provoca escenas de estrés por el teletrabajo de los padres, las tareas propias del hogar y la necesidad de dedicar más tiempo a los hijos. «A las familias sí les transmitimos que todas las opciones y enlaces que les enviamos son recursos que pueden utilizar si lo creen conveniente». El ejercicio físico es recomendable pero no de desarrollo obligatorio. Los alumnos también pueden llegar a sufrir síntomas de estrés, conectados como están en algunos casos a las clases 'on-line'.
Coronavirus en Valladolid
En el caso de Patricio, el recurso con el que juega con sus alumnos de Primaria –120 chicos entre 6 y 12 años– es la parte lúdica. «Hay muchas plataformas para hacerlo, pero nosotros lo que tratamos es que lo vean como algo lúdico y una forma de desconectar. Les enviamos un documento con ejercicios tipo baile o zumba para que les resulte entretenido, y son ellos los que eligen unos u otros», explica este profesor de Educación Física, que entiende también que las sesiones tienen que adaptarse a todo tipo de escenarios. Hogares con espacios amplios pero también pisos reducidos en los que se hace difícil encontrar dos baldosas libres para ejercitarse. «Por eso incluimos varias opciones y ejercicios que en su gran mayoría se puedan hacer en espacios cerrados». Entre otros, y como exponente de esa parte lúdica que proclama, se encuentra un juego de la oca adaptado a todo tipo de posibilidades y escenarios. «Les proporcionamos un tablero con 26 casillas y en trece de ellas, en función de donde caigan se les propone un ejercicio distinto para que lo lleven a cabo en sus casas», señala Patricio, quien desde su casa modifica todas las semanas el documento para que sus alumnos dispongan de otras opciones para elegir. «Llevamos tres semanas lectivas sin clase y a la vuelta es casi seguro que tendremos que seguir con estos métodos», comenta, subrayando en todo momento que insiste a sus alumnos en la necesidad de «moverse todos los días», pero sin llegar a la obligatoriedad.
En esta misma línea, aunque con matices, se desenvuelve Miguel Ángel Esteban 'Míchel', profesor de Educación Física y también director del colegio Miguel de Cervantes en Alaejos. El medio rural es un matiz y tener que coordinarse con el resto de profesores de otras materias otro añadido. «Nosotros viendo lo que estaba pasando en Italia nos reunimos con antelación para repartirnos material para que cada uno se lo hiciera llegar alos alumnos», comenta, explicando que la parte de educación física se basa más bien en recomendaciones y consejos para poner en práctica. «Igual que en la logística podemos tener menos posibilidades que los mayores en los institutos por no tener tantos recursos, en esta parte de la educación física puede ser una ventaja porque al ser un pueblo casi todos los chicos tienen patio y se pueden mover mejor», apunta Míchel.
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Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
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