«Las pequeñas historias explican mejor los grandes cambios»

Aldekoa compartió su particular 'receta' profesional con todos los presentes en el auditorio Miguel Delibes. Comenzó por el compromiso de intentar «ponerser a un lado para no tapar a los demás, a los verdaderos protagonistas». Y así se puede intentar llegar a ciudadanos africanos, con nombres y apellidos, con historias de superación, con sueños y retos. Personas que nunca saldrán en un telediario salvo que protagonicen los habituales tópicos del continente que tenemos debajo en el mapa: violencia, violencia y más violencia. Con todos ellos hay que tratar de «trabajar de manera muy equilibrada en un territorio tan diverso».

El segundo 'plato' de esa receta es «escuchar». Porque, con tantos idiomas y culturas, «vuelves a enfrentarte a otra derrota segura. Así que el privilegio es escuchar». Y a los habitantes de estos lugares les gusta hablar. Aldekoa se ha encontra escenarios en los que «al enterarse en un poblado de que era periodista, se han puesto todos en cola para contarme su relato».

Su recetario continúa con algo que parece la antítesis del periodismo: la pausa. Xavi se ha pasado largas temporadas acampando junto a tribus diversas hasta que lograba encontrar un resquicio en su complicidad. Esto le ha permitido romper las primeras impresiones, y que «alguien que parece una víctima al final sea alguien revolucionario, destinado a cambiar las cosas». La pausa para que «podamos ver a la gente y quienes son en realidad».

Para otros, las rutas de inmigración hacia Europa son cifras, tragedias y números que procesar. Para Aldekoa han sido años de trabajo que le han permitido contar historias como la de Grace, una niña de 15 años que se marchó de Sudán del Sur porque no había escuelas. «Hoy vive en Kenia, estudia dos carreras y quiere presentarse a las elecciones de 2025». Eso es para él hacer la recolución desde dentro.

Lo contrario son las «pornográficas imágenes» de muertes y hambrunas, tan habituales y falseadoras de la realidad cuando no hay contexto, es decir pausa, que las explique. Para lograr todo esto, un 'aderezo' muy importante para el reportero catalán es la invisibilidad. «Cuando consigues que no se te vea, con el tiempo puedes llegar a la realidad».

En estos veinte años recorriendo miles de kilómetros por las polvorientas carreteras africanas, el periodista asegura que se ha encontrado a «gente con mucho valor, que se comportan como héroes en situaciones muy difíciles». Historias que pocas veces llegan a los medios. Pero que son estos relatos, «las pequeñas historias, las que mejor pueden explicar los grandes cambios».

Con su ya dilatada trayectoria, Xavi Aldekoa ya tiene claro que «pensar que el periodismo va a cambiar el mundo tal vez es una idiotez. Pero, pensar que nunca lo podrá hacer, es un fracaso». Y a las nuevas generaciones que deseen seguir luchando, entre esa idiotez y el rechazo del fracaso colectivo, les invitó a «disfrutar del oficio, siempre que os apasione y no os pongáis en medio». Porque será la pasión la que «os haga seguir cuando penséis en tirar la toalla».

La ponencia de Xavi Aldekoa, que tituló 'Áfricas: el reto de contar un continente indestructible' cerró las intervenciones de este II Congreso Internacional de Periodismo Miguel Delibes, que fue clausurado por la viceconsejera de Acción Cultural de la Junta, Mar Sancho, quien destacó la «empresa titánica» que realizan la Fundación Miguel Delibes y los medios de comunicación. «Acompañar, apoyar y relatar», para «decir a la gente lo que le pasa a la gente».