El Boletín Oficial de la Provincia publicaba el pasado 26 de abril las candidaturas a las elecciones municipales. Los números 1 y 2 de la papeleta municipal del 28 de mayo, Óscar Puente Santiago y Ana Redondo García, alcalde y teniente de alcalde y ... concejal de Cultura y Turismo, respectivamente, han pasado desde entonces, en poco más de 200 días, a ser derrotados en las urnas locales, supervivientes en las nacionales anticipadas y ministros. Un movimiento ascendente que provoca otros movimientos laterales.
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El más evidente es el del grupo municipal en el Ayuntamiento. Da un paso adelante la número 14 de aquel listado, Celia García. Y entraría de nuevo en la bancada el número 15, José Antonio Otero. Aquí habrá que esperar, porque Otero dejó sus funciones como concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadano en mayo de 2020 tras sufrir un infarto y su papel durante el resto del mandato fue de acompañamiento. Aceptó ir en la lista en el número 17, pero finalmente Puente le adjudicó el 15, un puesto que difícilmente se preveía de salida, como así fue, y ahora se ve de nuevo dentro del Salón de Plenos. Otero se ha jubilado recientemente, pero es un enamorado de la política, y se ha impuesto a sí mismo una pequeña reflexión antes de decidir. Si renunciara, la siguiente en la papeleta era María Luisa Sanz, que fue la segunda en la lista al Congreso y salió elegida diputada por Valladolid tras Óscar Puente.
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Y precisamente ahí se abre otra incógnita. Puente puede elegir entre mantener el escaño de diputado o quedarse con el puesto de ministro y el sillón azul. La primera opción le permitiría, caso de caer del puesto ministerial antes de tiempo por cese o dimisión, conservar una nómina en el Congreso. La segunda dejaría vía libre a la incorporación de Julio del Valle, número 3 en la papeleta del 23J, que se quedó fuera. Curiosamente, Del Valle ya fue diputado como relevo de Javier Izquierdo en febrero de 2020 y volvería a la Cámara Baja como sustituto de Óscar Puente. Curiosamente, en el año 2020 el PSOE, con una mayoría de Gobierno exigua, pidió a sus ministros-diputados que dejaran el escaño para evitar que cualquier cuestión de agenda pudiera impedirles votar en algún momento. Cumplieron ese mandato ocho ministros.
Óscar Puente sigue al frente de la secretaría provincial de los socialistas en Valladolid, puesto del que en principio no tendrá que desprenderse. Es más, el nombramiento refuerza incluso ese papel. Francisco Ferreira, su hombre fuerte en la Diputación y concejal en el Ayuntamiento por decisión suya desde el 28M, se encargará del día a día.
En el Consistorio, la voz más rotunda es la de Pedro Herrero, exconcejal de Hacienda y portavoz del grupo socialista cuando era Gobierno y ahora, desde la oposición, con más fuerza. Herrero cuenta con la confianza máxima de Puente. De hecho, fue de los pocos que sabía con anterioridad que el ahora ministro replicaría a Alberto Núñez Feijóo en el debate de investidura del líder del PP. Le ayudó a pulir el discurso. Y estuvo presente en el Congreso durante el imprevisto 'show' que elevó a Óscar Puente a hombre de la jornada por lo sorprendente de la puesta en escena, con Pedro Sánchez asistiendo como espectador mientras un diputado bajaba desde la quinta fila hasta el atril de oradores para dar contestación al candidato popular.
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Todos estos movimientos tienen otra derivada lateral. El PSOE de Castilla y León ha quedado orillado. Mientras el PSOE de Valladolid coloca a dos ministros en primera línea y con perfiles muy marcados, el PSOE de Castilla y León se queda con la soriana Virginia Barcones como delegada del Gobierno -salvo sorpresa, porque también podría haber cambios-. Hay que recordar que otro vallisoletano, Javier Izquierdo, ya forma parte del núcleo duro de los socialistas, puesto que ocupa la secretaría de Estrategia y Acción Electoral del Comité Ejecutivo Federal.
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Luis Tudanca, secretario autonómico del PSOE, tardó en reaccionar a los nombramientos. Mientras que su mano derecha, la zamorana Ana Sánchez, saludaba en Twitter la designación de Óscar Puente, el partido echaba mano de una prudencia extraña. «Cuando sean oficiales los nombramientos se hará valoración desde el PSOE de Castilla y León, no antes», fue el mensaje enviado a los medios de comunicación a las 11 de la mañana. Para entonces ya se conocían los nombres de prácticamente todos los ministros del nuevo Ejecutivo. Se remitía el mensaje a un comunicado posterior. A las 12:45 llegó un audio. «Es un Gobierno muy bueno para España. Es un Gobierno que continúa con la política económica y de empleo que nos ha permitido superar dos importantes crisis económicas, es un Gobierno feminista y es un Gobierno con un marcado acento de Castilla y León. Margarita Robles en Defensa, Óscar Puente en Transportes, Ana Redondo en Igualdad, son tres magníficas noticias para nuestra tierra. La conocen, la representan, la quieren, nos han ayudado mucho en el pasado y nos van a servir de gran ayuda ante los retos que tiene Castilla y León. Muy satisfechos desde el PSOE de Castilla y León», fue la reacción de Tudanca a las designaciones.
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