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El golpe de efecto estaba preparado desde hace «muchos días». Semanas, dicen algunas fuentes. El lunes, tras el Pleno del Ayuntamiento de Valladolid, en ese despacho del Grupo Municipal Socialista que aún está a medio montar tras el traslado motivado por el cambio de alcalde, ... Puente tecleaba en su ordenador algunas notas de última hora. Y siguió haciéndolo, de hecho, durante el Pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo, para aliñar las líneas argumentales que llevaba escritas. Una de las ideas que no llevaba escritas fue una de las más aplaudidas por los suyos. Cuando le habló al presidente del PP «de ganador a ganador».
«Me ha salido de dentro, no lo tenía escrito», decía horas después, aún en plena euforia socialista por lo que habían entendido como una gran tarde en el Congreso. Euforia que, eso sí, cogió a todos por sorpresa. El Grupo Parlamentario del PSOE no supo hasta la reunión previa al Pleno que Óscar Puente, un diputado sentado en la quinta fila del hemiciclo, era el que iba a ofrecer la contestación a Feijóo en su investidura. «Lo hemos llevado Pedro Sánchez y yo solos. Empezamos a hablar como hace cuatro semanas. Le dio unas vueltas y hace tres semanas me dijo que creía que lo debía hacer yo».
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Nadie lo supo hasta el momento crítico. Casi nadie. Pedro Herrero, su mano derecha en el Ayuntamiento, se enteró hace unos pocos días. Es el hombre de los dosieres, de la recopilación de información contra el rival, del trabajo oscuro. Y de su confianza máxima. «Estaba todo preparado, pero tienes un discurso de 40 minutos que hay que tener delante y no quería cometer imprecisiones», cuenta ahora, pasada la experiencia en su primer Pleno como diputado (salvo el de la constitución del Parlamento). Aunque lo llevaba pautado y minutado, las interrupciones por los aplausos o los abucheos le hicieron dudar de si acabaría por contarlo todo. Lo otro, los nervios o el malestar por la bronca desde que salió al atril, lo sorteó, dice, con la experiencia política y la de sus tiempos de actor ante públicos complicados.
La decisión respondía a una estrategia, pero jugarse una réplica de un debate de investidura al discurso de un debutante es arriesgado. «Pedro Sánchez es una persona muy audaz y le sale bien. La política, hoy, es un mundo de amarrateguis y es bueno que haya alguien que se quiera salir del carril», dice Puente.
«La gente estaba eufórica, necesitábamos un chute de este tipo. Para esa gente nuestra que está en un momento complicado, con tantos rumores, presiones, peticiones de transfuguismo, de otro tamayazo, etcétera. Era bueno decirle al PP una serie de cosas, que ha venido dando leciones y no están para darlas», aseguró.
Y Pedro Sánchez, cómodamente asentado en el escaño azul de presidente del Gobierno, se partía de risa. No solo cuando Óscar Puente, su alfil, le dijo al gallego: «De ganador a ganador, ¿por qué tiene usted más derecho a ser presidente del Gobierno que yo a ser alcalde de mi ciudad?». Y tampoco se rió solo cuando le recordó que en la noche electoral «salieron todos de blanco al balcón de Génova menos una que salió de rojo», mientras los simpatizantes «y votantes le gritaban '¡Ayuso, Ayuso!'». Se partió de felicidad, puesto en pie junto al resto de la bancada socialista, cuando Puente le dijo algo que ya ha comentado otras veces y que es una andanada a los extraños y a los propios del ayer, como Felipe González y Alfonso Guerra: «El PSOE ahora es de los militantes. Por consiguiente -qué guiño ochentero felipista-, es del pueblo».
La elección de Óscar Puente escoció en el PP. #PedroHuye, hashtaguearon los del PP en Twitter cuando vieron a Óscar Puente ante el atril. Pero en realidad tuvo poco de casual. El ex alcalde de Valladolid ha sido uno de los regidores socialistas con más presencia en los últimos ocho años, miembro de la Junta Directiva de la Federación Española de Municipios y Provincias, portavoz -efímero- de la Ejecutiva Federal del PSOE. Y opositor socialista más destacado al Gobierno de la Junta de Castilla y León cuando su partido perdía pie.
Pero sobre todo Óscar Puente es el diputado que hace solo unos meses perdió el bastón de mando de la Alcaldía de Valladolid después de haber ganado las elecciones por el pacto entre PP y Vox. Puente era el espejo perfecto para Feijóo. «Me ha sucedido igual que a usted, fui el candidato más votado en las elecciones municipales en Valladolid, pero una coalición de su partido y del partido de la ultraderecha española, Vox, me relegó a la oposición. Eso que ustedes han venido a llamar una coalición de perdedores, expresión que acuñaron en 2015 pero que empezaron a abandonar en 2019, tan pronto como comenzaron ustedes a protagonizar las coaliciones de perdedores», le dijo.
Y también recordó a otros perdedores-ganadores del PP que formaron gobiernos a costa de un PSOE ganador-perdedor. «Así llegó, no sé si está por ahí arriba, Juanma Moreno Bonilla; la señora Díaz Ayuso; el señor Martínez Almeida a la Alcaldía de Madrid; o el señor Mañueco, a él sí que le puedo saludar», dijo, Y saludó. Con recado, claro. «[El señor Mañueco] Llegó en 2019 a lomos de una coalición de perdedores, precursor de una coalición de perdedores y de los pactos con la ultraderecha. Es usted un auténtico pionero».
Incluso pudo saludar a Jesús Julio Carnero aprovechando que el Ayuntamiento del Pisuerga pasa por las cámaras nacionales, con él y Mercedes Cantalapiedra (PP) en el Congreso y Carnero en el Senado (PP). «Ni usted ni yo hemos ganado las elecciones. A mí no me costó nada reconocerlo en la noche electoral. Está por ahí el alcalde que me sustituyó. Reconocí mi derrota a pesar de ser el más votado. Un saludo al señor Carnero».
Los populares no se olían, parece, la intervención de Puente, pero los que se desplazaron desde Valladolid empezaron a sospechar que se cocía algo cuando vieron allí, de buena mañana, al portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Pedro Herrero, el martillo opositor de Puente mientras él va y viene en el Ave al Congreso. Las reacciones llegaron en forma de tuits. Jesús Julio Carnero escribió: «Ya sabe toda España lo que sufríamos en Valladolid». Y una imagen de una entrevista de campaña en la que el propio candidato y ahora alcalde decía: «Quien vota a Óscar Puente está votando a Pedro Sánchez».
La concejala de Marca Ciudad, Blanca Jiménez, echó en cara a Puente que criticara la moción sobre la amnistía que el PP llevó al Ayuntamiento de Valladolid -y a todos los plenos de España- para después ejercer como sicario parlamentario de Sánchez. «Óscar Puente y PSOE afeaban que llevásemos a pleno una moción sobre la amnistía, no importaba en Valladolid, ¿no? Por eso hoy el diputado por Valladolid le hace el trabajo sucio a Sánchez en el Congreso. 'Somos lo que hacemos', decía una concejala socialista, está claro».
Sanchez no se atreve a dar réplica a Feijoo y envía a Oscar Puente a incendiar y embarrar el debate.
— Borja Sémper (@bsemper) September 26, 2023
La degradación del debate parlamentario, la falta de respeto institucional y la bronca como fin en sí mismo es un mal que pagaremos todos.
España merece y necesita otra política
Para la delegada territorial de la Junta, Raquel Alonso, resultaba «increíble» que Sánchez «se esconda detrás de un diputado para no dar la cara». Y el diputado vallisoletano Eduardo Carazo aseguraba que en Valladolid se conoce «bien el nivel marrullero de debate de Óscar Puente. Parece que ese es el nivel que quiere Sánchez para la política nacional…». Incluso Borja Sémper, la voz pública moderada del PP, atizó a Puente por su forma de replicar y por el hecho de que Sánchez decidiera no ejercer como rival parlamentario en la investidura. «Sánchez no se atreve a dar réplica a Feijoo y envía a Óscar Puente a incendiar y embarrar el debate. La degradación del debate parlamentario, la falta de respeto institucional y la bronca como fin en sí mismo es un mal que pagaremos todos».
🤔 El PSOE apuesta por Oscar Puente, su perfil más agresivo e incorrecto (a veces es abiertamente un macarra) para responder a Feijóo… Claro que esos perfiles funcionan en estos debates. Y más aún si la progresía mediática no les ataca y no les acusa de crispar y hacer ruido pic.twitter.com/RIUO5zWhXf
— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) September 26, 2023
Lo cierto es que el PP no aceptó de buen grado la intervención de Puente. Desde el primer momento se escucharon murmullos y protestas. El diputado socialista se limitó a sonreír, a beber agua, a pedir a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que pusiera orden y aplicara «un buen descuento» al tiempo para compensar las interrupciones. Pablo Iglesias, el ex líder de Podemos, lo resumió así: «El PSOE apuesta por Oscar Puente, su perfil más agresivo e incorrecto (a veces es abiertamente un macarra) para responder a Feijóo… Claro que esos perfiles funcionan en estos debates». Queda saber si habrá más ocasiones de ver al ex alcalde de Valladolid como primera voz socialista en el atril del Congreso.
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