La toma de posesión de Puente fue multitudinaria y la de Redondo desató la polémica

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La agenda ministerial de este martes incluía 19 eventos, con 17 tomas de posesión en las sedes de los diferentes departamentos. Y ocurrió lo imprevisto. Los retrasos hicieron que los dos ministros vallisoletanos tomaran el micrófono a la vez. A las 11:49 horas. Habían salido de la Zarzuela a las 10:45 en caravana de coches oficiales, y con semejante apretura horaria era imposible que todos estuvieran en sus puestos a la hora convenida. En el caso de Óscar Puente, además, su toma de posesión era solo la mitad del acto. Porque la cartera de Raquel Sánchez Jiménez se desgajaba en dos, una para él y otra para Isabel Rodríguez. La ya ex ministra se emocionó varias veces en su discurso y llegó a pedir disculpas por ello. Esto hizo que Isabel Rodríguez, en su larga intervención, decidiera improvisar una primera parte en la que reivindicó la forma de hacer política de las mujeres como algo necesario para cambiar el tono de la conversación y sus efectos.

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En ese intercambio ministerial no se esperaban grandes acontecimientos. Todo lo más, que en la cartera de Raquel Sánchez fueran las dos cartas que Jesús Julio Carnero (PP) le ha enviado mientras estaba en funciones para replantear el soterramiento. Pero como había tres implicados en el relevo, y todos socialistas, y era el primer acto de la mañana, allí concurrió una marabunta ministerial socialista. María Jesús Montero, Teresa Ribera, Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles, José Manuel Albares, Pilar Alegría y Ángel Víctor Torres. «Permítanme que omita los saludos protocolarios, aunque hay uno que quiero remarcar», comenzó Óscar Puente. «Es el presidente del Consejo General del Poder Judicial, [Vicente Guilarte], amigo, paisano y compañero de trabajo durante veinte años. Es una presencia que me emociona especialmente». Estaba, por supuesto, la familia. Su pareja. Su hija. Sus padres. «Sobrina, primos, tíos, casi al completo. El equipo de cualquiera que quiera progresar en la vida».

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Incluso ex compañeros como Antonio Gato (actual director de la Sociedad Alta Velocidad), Javier Izquierdo (secretario de Acción Electoral del PSOE), Carlos Daniel Casares (secretario general de la Federación Española de Municipios y Provincias) o la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones. Y Sofía Puente, hermana de Óscar Puente que curiosamente estaba presente en la primera foto oficial de este Ejecutivo, la de la toma de posesión de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno en el mismo Salón de Audiencias en el que este lunes hicieron lo propio los 22 ministros. Porque Sofía Puente es la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública y por tanto forma parte del protocolo solemne del acto.

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Santos Cerdán 'el negociador', junto a quien Óscar Puente ha trabajado dentro de esa comisión negociadora de pactos de Gobierno, también acudió a la cita. Igual que antecesores en el cargo como «José Luis Ábalos, Pepe Blanco, amigos». Semejante pléyade de ministros no pudo completar el acto con calma. Isabel Rodríguez se extendió un poco de más en el discurso ya alguno tuvo que salir a la fuga para llegar a la siguiente toma de posesión. El propio Óscar Puente tenía en su agenda acudir a la toma de posesión de Félix Bolaños como nuevo ministro de Justicia además de sus competencias como ministro de la Presidencia.

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A las 11:30 horas era el turno de Ana Redondo. Y ahí sí se esperaba salseo político. Porque era Irene Montero la encargada de representar el traspaso de poderes. ¿Iría o no? ¿Aprovecharía para lanzar una nueva crítica a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz por dejar a Podemos sin cuota ministerial? Pues un poco de todo. Acudió y lanzó un par de pullas. A Ana Redondo le dio igual. Leyó su discurso, con gafas igual que durante el juramento en la Zarzuela, dio las gracias por los servicios prestados a Irene Montero y presentó su proyecto. Contó con el respaldo de su esposo, Ignacio Martín Verona, de su hija Lucía y de su hermana Marta, periodista y, como ella, profesora de la Universidad de Valladolid, solo que en la Facultad de Filosofía y Letras y no en la de Derecho, como ella.

Citó a sus referentes políticos, como Óscar López, hombre fuerte de Pedro Sánchez en la Moncloa, con quien compartió equipo en las Cortes de Castilla y León. Nombró a Mari Luz Martínez Seijo y a dos políticos a quienes dijo admirar, José Luis Rodríguez Zapatero y Carmen Calvo.

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Este miércoles, Óscar Puente, Ana Redondo y los otros 20 ministros celebrarán el primer Consejo de Ministros del nuevo Ejecutivo bajo el mandato de Pedro Sánchez. Ese del que han jurado ante la Constitución y en presencia de Felipe VI «mantener el secreto de sus deliberaciones». Bueno, del Consejo de Ministros «y de ministras, por supuesto», como añadió Ana Redondo en su juramento.

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Las funciones de los dos ministros vallisoletanos

El Boletín Oficial del Estado fijaba este martes la distribución de carteras y las competencias atribuidas a cada una. Así, al ministerio de Óscar Puente le corresponde «la propuesta y ejecución de las políticas del Gobierno en materia de infraestructuras, de transporte terrestre de competencia estatal, aéreo y marítimo, a fin de garantizar una movilidad justa y sostenible». Y dispondrá de una Secretaría de Estado cuyo nombramiento es inminente, como ocurre con el resto de los organigramas. En cuanto al ministerio de Ana Redondo, el «real decreto de reestructuración de los departamentos ministeriales» le otorga la responsabilidad de «la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de igualdad y de las políticas dirigidas a hacer real y efectiva la igualdad entre mujeres y hombres y la erradicación de toda forma de discriminación». Y cuenta con una Secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género.