Valladolid

El 96% de las mujeres atendidas en programas de apoyo contra la prostitución son extranjeras

En ese informe, a través del análisis masivo de datos (con el rastreo de más de 650.000 referencias en páginas web de prostitución), se ha ofrecido por primera vez una aproximación de las mujeres que son víctimas de trata en todo el país. «Puede haber entre 9.764 y 17.639 mujeres en riesgo de trata, entre el 8,52% y el 15,40% de las mujeres prostituidas en España». Si esos porcentajes se trasladan directamente a Valladolid, serían entre 94 y 170 mujeres en la provincia.

El número se obtiene a partir de la cifra estimada de mujeres que ejercen la prostitución en Valladolid, y que los cálculos del Ministerio de Igualdad sitúa en 1.109 personas. Esa es la «población estimada». La directamente observada por los autores del trabajo es de 507 y la identificada, de 727. El resto, son cálculos a partir de todo ese mundo subterráneo de prostitución al que es difícil acceder. Y más aún desde la entrada en el juego de las nuevas tecnologías, con plataformas que ofrecen material pornográfico a cambio de dinero (como onlyfans).

El punto de partida para este estudio ha sido la prospección masiva de webs de anuncios de prostitución. Entre junio y septiembre de 2023 se visitaron una veintena de portales de Internet (algunos, con más de 38,4 millones de visitas y 157.542 anuncios). No todos esos anuncios eran reales, algunos estaban duplicados, pero supusieron un buen punto de partida. «La pobreza y la vulnerabilidad migratoria influyen en la posibilidad de ejercer la prostitución», concluye el informe del Ministerio de Igualdad.

En Valladolid, de hecho, el 96% de las mujeres con las que trabajan en el proyecto Oblatas-Centro Albor proceden de otros países. El estudio del ministerio recuerda que precisamente esa «precariedad e irregularidad» (con muchas mujeres sin papeles) dificulta el conocimiento pleno de una actividad que se suele llevar de forma opaca. Más aún desde que la prostitución de calle ha desaparecido y se ha trasladado a los clubes (de los años 90), Internet y los pisos. «Estos espacios potencian la invisibilidad y clandestinidad», lo que dificulta las inspecciones policiales, «convirtiéndolos en uno de los puntos de mayor riesgo».

Ese riesgo, explican desde la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, se puede expresar en varios indicadores que suelen estar presentes en los propios anuncios de prostitución. Si concurren tres o más de estos indicadores, la situación de riesgo parece más que evidente.

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¿Cuáles pueden ser esos indicios? Por ejemplo, cuando los anuncios ofrecen un mismo teléfono para varias mujeres. Se han encontrado casos de que un único número servía para contactar con 363 mujeres. Y se han detectado más de 9.000 teléfonos con cien mujeres asociadas. También cuando en los anuncios se habla de «chicas nuevas» o «inexpertas». Cuando se promocionan «prácticas violentas o desprotegidas». Cuando son mujeres de corta edad. O cuando anuncian «mayores niveles de disponiblidad» y rasgos de personalidad (como «deprimida, sumisa, temerosa»).