La mitad del histórico edificio del Banco de España ya muestra su mejor cara

Las obras se adjudicaron el 15 de enero de este año a la veterana y experimentada empresa vallisoletana Técnicas para la Restauración y Construcciones Sociedad Anónima (TRYCSA) por 850.824 euros IVA incluido, importe que implicaba una rebaja del 23,4% respecto al presupuesto base de licitación. Se están llevando a cabo conforme al proyecto que elaboró en diciembre de 2022 Valentín Berriochoa Hausmann, quien recordaba entonces que la sucursal está catalogada con un grado de protección 3 en el Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad (PGOU) dado su valor arquitectónico. Esto implica que es obligada la conservación tanto de su exterior como de su «estructura, sistemas constructivos, materiales y acabados».

Aunque todo indicaba que el Banco de España se cubriría completamente de andamios hasta la conclusión de los trabajos, finalmente no ha sido así. Según fuentes conocedoras de la obra, con ello se ha buscado «no dificultar mucho el uso del edificio» por parte de trabajadores y ciudadanos y «no entorpecer tanto el tránsito» en un lugar de mucho trasiego de viandantes. Esto ha hecho que al principio solo se haya tapado la fachada que da a la calle Miguel Íscar y parte de la que mira a la plaza de España, donde al igual que en el patio interior ya se han efectuado todas las actuaciones previstas «a falta de pequeños remates». Además de proceder a la limpieza y el sellado de fisuras, grietas y juntas, se ha mejorado la protección contra las humedades y se han ocultado los cables eléctricos antiestéticos.

Concluidas estas labores, la semana que viene arrancará la segunda fase. Consiste en adecentar lo que resta de la cara que linda con Duque de la Victoria y la que se asoma a Claudio Moyano, para lo que se han montado sendos andamios en esas zonas. Inicialmente estaba previsto que las obras duraran nueve meses, pero una reciente modificación del contrato –fechada el pasado 13 de noviembre– ha ampliado ese plazo hasta los once, lo que sitúa la fecha de finalización en el 23 de marzo de 2025. En contra de lo que pudiera pensarse esto no ha supuesto un incremento del coste, sino todo lo contrario: se ha reducido en 4.998 euros. Con ello, el importe definitivo queda en 845.826 euros, cantidad que incorpora el 21% de IVA.

Los motivos del cambio en las condiciones originales son múltiples, según el informe de autorización que firma el director del Departamento de Adquisiciones del Banco de España, Miguel Ángel Ortiz. Por un lado, la revisión de las luminarias de la segunda planta reveló que su funcionamiento «era en general defectuoso» y era preciso sustituirlas, lo que requería añadir 68.358 euros. Por otro, se detectó «la colonización intensa de líquenes y costras negras» en el solado de las terrazas del patio interior (4.091 euros más) y que no se había incluido la partida correspondiente al montacargas para el izado del material (7.919 euros adicionales).

Ahora bien, la novedad más destacada ha sido la relativa a la protección antipalomas. «El edificio de la sucursal se ve afectado por un problema muy intenso de anidamiento», constata el documento, que se da «en todo el centro de Valladolid» pero es «especialmente significativo» en el inmueble que nos ocupa «por la existencia de un edificio abandonado y de un mercado de frutas en los alrededores, y por la propia morfología de fachada, con numerosos entrantes y salientes». De ahí que amén de reponer los pinchos antipalomas en algunos puntos se haya optado por instalar «una malla de nylon» del mismo color que la piedra allí donde «se han demostrado absolutamente ineficaces», esto es, «en las impostas de la planta primera y en los propios balcones de este nivel (donde las aves anidan incluso encima de los pinchos citados)». La factura, 53.900 euros.

En cuanto a los ahorros, se comprobó que las deficiencias en los canalones de zinc se podían subsanar «con trabajos de menor impacto como la reparación» (en vez de la sustitución) y «la ejecución de vierteaguas de mortero de cal» en lugar de instalar elementos metálicos, lo que recortaba el presupuesto en 44.876 euros. A esto se suma que no ha sido necesario esconder la fachada de la oficina vallisoletana del Banco de España tras una lona serigrafiada con un precio calculado en 94.389 euros, lo que da como resultado global un menor esfuerzo económico que revierte en las arcas públicas.