Valladolid

El investigado por la muerte de Esther López recurrirá el procedimiento por la Ley del Jurado

Por su parte, la acusación de Esther López, que ejerce la familia de la víctima, estudia nuevos pasos dentro de este proceso y valora volver a solicitar la entrada en prisión de Óscar S., la última persona que se conoce que vio con vida a la mujer de Traspinedo en una noche de enero de 2022. Esa petición presumiblemente llegará el 20 de diciembre de este año, día marcado en rojo dentro de este procedimiento, después de que la jueza que instruye el caso haya citado para esa jornada a todas las partes para una posible imputación por delitos de «asesinato/homicidio y omisión del socorro» entre otros.

No será la primera vez que la acusación particular solicite la medida de cárcel provisional. La última fue el 15 de diciembre del año pasado, cuando el investigado fue llamado a declarar tras los avances de la UCO que le señalaban directamente como el autor de la muerte tras atropellar a Esther López y esconder el cadáver en el maletero del vehículo. A esa solicitud, tras escuchar la declaración de Óscar S. en la que aseguraba que aportaría todas las explicaciones al relato de los hechos de la Guardia Civil, se adhirió la fiscal jefe de Valladolid, aunque fijaba una fianza de 20.000 euros.

A pesar de los razonamientos de la fiscal y la acusación particular, la que era jueza del caso en ese momento rechazó la prisión provisional para Óscar S., al que le retiró el pasaporte para evitar que saliera del territorio nacional. Detallaba en sus razonamientos jurídicos de hace diez meses que «para creer responsable criminalmente del hecho delictivo al investigado, no podemos desconocer que en nuestro derecho penal la muerte por atropello se contempla de tres formas distintas». Y estas son homicidio doloso, homicidio por imprudencia grave y homicidio por imprudencia menos grave, cuya penas recogidas en los tipos penales de estos dos últimos menos casos son menos graves.

Esa era una de las razones por las que se desestimó la prisión para el sospechoso, si bien, ahora, en el último auto, ya no cabe la posibilidad de que se impute el homicidio imprudente, por lo que la muerte de Esther López fue intencionada (asesinato u homicidio).

Con esa tesitura habrá que ahondar en el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal sobre la prisión provisional. Varios son los requisitos que se detallan en el mismo, como que «aparezcan en la causa motivos bastantes para creer responsable criminalmente del delito (informe de la UCO)» o que la futura y posible pena sea superior a los dos años de privación de libertad, como podría suceder en este caso al no imputarle un posible homicidio imprudente. Todo ello, con la advertencia del Tribunal Constitucional que reitera «la prisión provisional ha de ser concebida como una medida estrictamente necesaria», la misma que desgranaba la anterior jueza del caso.

Su entrada en un centro penitenciario fue rechazada hace diez meses. No se apreciaba el riesgo de fuga y se valoraba la comparecencia ante las citaciones judiciales de Óscar S. en una clara intención de no eludir a la justicia. Era otro panorama que cambiará, si no es antes, el próximo 20 de diciembre.

La nueva titular, en su auto, y de conformidad con la solicitud realizada por la fiscal jefa de Valladolid, a la que la había evacuado consulta sobre los próximos pasos que en su opinión había que dar tras dos años y medio de instrucción, transformó las diligencias en procedimiento de la Ley de Jurado con el fin de sentar en el banquillo al presunto responsable de la muerte de Esther López.

La fiscal jefe, una vez más, fue tajante, y volvió a reiterar la posibilidad de que Óscar S. atropelló, huyó y ocultó el cadáver de la mujer de Traspinedo. «Siendo consciente de que Esther se encontraba con vida, Óscar, lejos de prestar ayuda o solicitar ayuda que otros pudieran prestar, esperó entre una y tres horas hasta que comprobó que estaba ya muerta procediendo a ocultar el cadáver, y finalmente meterlo en el maletero de su vehículo y tirarlo, horas después, en el lugar donde fue hallado, no dando noticia directa o indirecta de donde se encontraba».