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El hecho de que 12.723 mayores de 75 años vivan en soledad en Valladolid hace que estos vecinos no encuentren auxilio cuando sufren un percance en sus viviendas. Esta circunstancia ha multiplicado el número de intervenciones de los bomberos para abrir las puertas o ... acceder por las ventanas a las viviendas de estas personas. La tendencia va en aumento. En lo que va de año, las llamadas al 112 para solicitar aperturas de puertas a los Bomberos suman 71, mientras que en el mismo periodo de 2022 fueron 45.
Las llamadas de solicitud de apertura de puerta llevan varios años siendo la salida más repetida en los parques de Bomberos de la ciudad, algo que no siempre ha sido así, tal y como explica el jefe de bomberos, Javier Reinoso. «Llevo 25 años como bombero y cuando yo entré esta tipología de intervención era mucho menos repetida que ahora. Actualmente, desde hace seis o siete años, estos trabajos han ido creciendo de manera exponencial y son los que acumulan más salidas cada año. Antes hacíamos muchas más salidas por accidentes o incendios, pero ahora la 'intervención estrella' es la apertura de puerta», asevera el jefe de Bomberos.
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Y ante el aumento de este tipo de salidas, los bomberos se han tenido que formar, adecuando sus conocimientos a las necesidades del servicio, incluso con clases prácticas llevadas a cabo gracias al ingenio de la propia plantilla del parque. «Tenemos gente bastante manitas y algunos de ellos han puesto su capacidad a disposición del servicio y han fabricado unos simuladores de puertas que usamos para hacer prácticas de apertura porque esto no se aprende solo. Compramos cerraduras de distintas tipologías y probamos cómo se puede operar en ellas generando el menor daño posible y accediendo lo antes posible», explica Reinoso.
Según los datos aportados por el 112, dentro de los expedientes clasificados como aperturas de puertas con posibles personas afectadas en Valladolid del año 2022 a los que acudieron los Bomberos, en diez casos se halló en el interior de la vivienda a una persona fallecida. Además, en otros seis expedientes, un alertante se puso en contacto con el servicio de emergencias por personas fallecidas en domicilios que no precisaban de la intervención de los Bomberos.
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El elevado número de intervenciones por esta circunstancia se une a otra circunstancia que convierte, en muchos casos, estas salidas en especialmente complicadas. «La gente mayor suele tender a cerrarse a cal y canto en sus casas. Eso dificulta mucho el acceso, aunque somos duchos en el manejo de técnicas de apertura de puertas. Esto retrasa los tiempos de la intervención, que a veces no es urgente, pero otras veces sí lo es», señala Reinoso con unas palabras suscritas por José María Ovejero 'Ove', que lleva 21 años como bombero, actualmente es jefe de equipo y ha vivido varias intervenciones en las que la rapidez era fundamental. «Todas las técnicas llevan un tiempo, pero hacemos un trabajo u otro dependiendo del tipo de emergencia», explica este bombero, quien no oculta que las situaciones que ven a diario son difíciles de gestionar. «Nosotros trabajamos con vidas humanas y el componente emocional está ahí, almacenado. Lo que haces es crear callo. con esto no quiere decir que te deshumanices, pero sí que aprendes a vivir con ello», concluye.
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