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El libro original de Beatriz Bernal, una joya del renacimiento español y uno de los primeros libros de caballerías escritos por una mujer, no descansa en Valladolid. Esta injusticia, que parte del olvido que se ha precipitado de la figura de Bernal hasta nuestros tiempos, ha de ser ya no compensada sino, al menos, conocida por todos.
Beatriz Bernal es una de esas personalidades ocultas por el paso del tiempo y por la importancia de otros autores contemporáneos, que han socavado su memoria en el ostracismo más injusto. Esta mujer vallisoletana fue, sino la primera una entre ellas, que confeccionó a través de su prosa el precedente de la novela de caballerías.
Aunque se pueden observar en este artículo dos retratos de jóvenes de la época, no se deben confundir con Beatriz Bernal, pues la apariencia de la persona adinerada y enjoyada hace que nuestra imaginación se desborde y confundamos a los personajes. En realidad, de la escritora no se guarda ningún retrato.
Beatriz Bernal nace en Valladolid y, aunque las fechas fluctúan un poco, se puede decir que llegó al mundo durante los primeros años del siglo XVI; nunca después de 1504, cuando ya se tenía constancia de su existencia.
Perteneciente a una familia de bien, siempre gozó de los mayores placeres, contrayendo nupcias con el escribano oficial de Valladolid, Cristóbal de Luzón, pero enviudando en 1528.
De su primer matrimonio no obtuvo descendencia alguna, no así con el segundo ya que tras su unión con el bachiller Juan Torres de Gatos trajo al mundo a su hija Juana.
Beatriz siempre fue una mujer decidida y su ímpetu le condujo a convertirse en una de las primeras mujeres que se dedicaban oficialmente a la literatura, obteniendo un gran beneficio de la venta de los libros.
'Cristalián de España' fue el personaje principal de la narrativa de Beatriz Bernal. La novela tiene más de 700 páginas y fue un éxito comercial.
Despidióse el francés con grasa buena,
(Con buena gracia digo, señor Momo),
Hizo España el deber con el Vandomo,
Y al pagar le hará con el de Pena.
Reales fiestas le impidió al de Humena
La ya engastada Margarita en plomo,
Aunque no hay toros para Francia como
Los de Guisando, su comida y cena.
Estrellóse la gala de diamantes
Tan al tope, que alguno fue topacio,
Y aun don Cristalïán mintió finezas.
Partióse al fin, y tan brindadas antes
Nos dejó las saludes de Palacio,
Que otro día enfermaron Sus Altezas.
Cristalián de España fue el personaje principal de la narrativa de Beatriz Bernal. La novela tiene más de 700 páginas y fue un éxito comercial.
Despidióse el francés con grasa buena,
(Con buena gracia digo, señor Momo),
Hizo España el deber con el Vandomo,
Y al pagar le hará con el de Pena.
Reales fiestas le impidió al de Humena
La ya engastada Margarita en plomo,
Aunque no hay toros para Francia como
Los de Guisando, su comida y cena.
Estrellóse la gala de diamantes
Tan al tope, que alguno fue topacio,
Y aun don Cristalïán mintió finezas.
Partióse al fin, y tan brindadas antes
Nos dejó las saludes de Palacio,
Que otro día enfermaron Sus Altezas.
Cristalián de España fue el personaje principal de la narrativa de Beatriz Bernal. La novela tiene más de 700 páginas y fue un éxito comercial.
Despidióse el francés con grasa buena,
(Con buena gracia digo, señor Momo),
Hizo España el deber con el Vandomo,
Y al pagar le hará con el de Pena.
Reales fiestas le impidió al de Humena
La ya engastada Margarita en plomo,
Aunque no hay toros para Francia como
Los de Guisando, su comida y cena.
Estrellóse la gala de diamantes
Tan al tope, que alguno fue topacio,
Y aun don Cristalïán mintió finezas.
Partióse al fin, y tan brindadas antes
Nos dejó las saludes de Palacio,
Que otro día enfermaron Sus Altezas.
Cristalián de España fue el personaje principal de la narrativa de Beatriz Bernal. La novela tiene más de 700 páginas y fue un éxito comercial.
Despidióse el francés con grasa buena,
(Con buena gracia digo, señor Momo),
Hizo España el deber con el Vandomo,
Y al pagar le hará con el de Pena.
Reales fiestas le impidió al de Humena
La ya engastada Margarita en plomo,
Aunque no hay toros para Francia como
Los de Guisando, su comida y cena.
Estrellóse la gala de diamantes
Tan al tope, que alguno fue topacio,
Y aun don Cristalïán mintió finezas.
Partióse al fin, y tan brindadas antes
Nos dejó las saludes de Palacio,
Que otro día enfermaron Sus Altezas.
Cristalián de España fue el personaje principal de la narrativa de Beatriz Bernal. La novela tiene más de 700 páginas y fue un éxito comercial.
Por desgracia, entorno a 1533 enviuda de nuevo, esta vez al cargo de una niña a la que, en 1562, lega los derechos de publicación de 'Cristalián de España'. Beatriz Bernal nunca firmó su Cristalián y, seguramente, pocas personas de su época sabían que convivían, pared con pared, con una de las grandes escritoras de Valladolid.
Tanta fue la fama del 'Cristalián de España' en su tiempo que hasta el mismo Luis de Góngora cita al héroe en uno de sus poemas, casi sentando cátedra y poniéndolo a la altura del 'Quijote', que se publicaría en Valladolid en 1604, o el 'Amadís de Gaula'.
En 1545 sale a la luz la primera edición del 'Cristalián', haciendo alusión a una misteriosa mujer que se encargó de corregir y de preparar los textos para su impresión. Su éxito traspasó las fronteras mediterráneas, siendo encontrada una edición en Italia que data de unos años más tarde. No sería hasta 1586, año en el que Beatriz ya había abandonado este mundo, cuando se publicase la segunda edición, en Alcalá de Henares, más cuidada y que añadía el nombre oficial de la autora: Beatriz Bernal.
Esta portentosa autora nos dejó entre 1562 y 1584, no pudiendo establecer una fecha exacta ni precisa pues la primera es aquella en la que Beatriz alteró su testamento para incluir a su hija y la última data del momento en el que Juana de Gatos solicita parte de los derechos de publicación del 'Cristalián' por motivos de escasez económica.
Fue sepultada, según su hija, en la Iglesia de San Pablo de Valladolid.
Para finalizar con la historia de Beatriz Bernal, es necesario analizar su magna obra, el 'Cristalián de España'. Aunque, en realidad, nunca se llamó de esta manera, sino que fue titulada 'Historia de los invitos y magnánimos cavalleros don Cristalián de España príncipe de Trapisonda y del infante Luzescanio su hermano, hijos del famosíssimo emperador Lindedel de Trapisonda.'
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Daniel Casado Berrocal
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En síntesis, 'Cristalián de España' relata las aventuras prosaicas de un hombre obsesionado con el heroísmo y con la grandeza. Sus aventuras, valientes y virtuosas anábasis hacia lo desconocido, reflejan el valor de Cristalián y de sus compañeros.
Pero el aspecto de la obra dista de ser aquel al que están acostumbrados los lectores inexpertos en novelas de caballerías pero santurrones defensores del Quijote y de su estilo narrativo tan elegante. Bernal implementa mucha ficción dentro del desarrollo dramático, precisando de la aparición de hadas, duendes, y enemigos sobrenaturales que gozan de gran poder.
Cristalián se gana, a medida que avanza la obra, el respeto de todos sus allegados, pero hay un elemento en concreto que resalta sobre todos los demás. La aparición y la importancia de los personajes femeninos en la obra, que aluden a un cambio en el paradigma social y que son personificados a través de protagonistas como Minerva, claramente basado en la mitología europea, o Nicóstrata , que, según la investigadora María Carmen Marín Pina, resulta una figura inspirada en la leyenda troyana.
En un análisis superficial y subjetivo de la obra, cuya extensión se calcula en más de 900 folios, creo que esta aparición, al principio de la misma puede ser un claro símbolo de autoproclamación de importancia literaria, pues a Nicóstrata se le atribuyen muchos de los escritos sobre la guerra de Troya y sobre las historias que derivaron en lo que hoy conocemos. De la misma manera, Beatriz Bernal hubiera deseado pasar a la historia narrando, junto a todas las compañeras que vieran la importancia de la mujer en la Literatura, los viajes y las aventuras de su querido Cristalián de España.
Como ya hemos apuntado, la primera edición del 'Cristalián' se publicó en Valladolid, en 1545, en los talleres de Juan De Villaquirán. Pero, por desgracia, esta no permanece en España pues, los pocos ejemplares que se imprimieron, o se perdieron o se conservan fuera de nuestro país, como por ejemplo en la Biblioteca Nacional en París.
El relato se puede consultar en PDF tanto en la página de la Universidad de Huelva como en la web de la Biblioteca Nacional de España.
El texto fue preparado por Enrique Suárez Figaredo.
Sobre la firma
León (1996). Graduado en Educación Primaria por la Universidad de León. Realizó el Máster en Arte, Literatura y Cultura Contemporánea en la Universidad Oberta de Catalunya. En Leonoticias desde 2023. Articulista de opinión. Responsable en Leonoticias de 'El Odonista' y 'Edificios Emblemáticos de León' y en El Norte de Castilla de 'LiterArte'.
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