Secciones
Servicios
Destacamos
Son miles las investigaciones en España y en el mundo relacionadas con el coronavirus. Desde las que han dado lugar a las vacunas hasta las que han revisado la efectividad de fármacos que ya estaban en el mercado. Y Castilla y León no es ... una excepción y, en particular, los hospitales de Valladolid. Junto a las vacunas, el otro sustento para hacer frente a la covid es lograr tratamientos más efectivos y diagnósticos más previsores.
El Río Hortega cuenta, entre otros, con tres grandes proyectos de investigación liderados por su servicio de Medicina Interna y que abordan nuevos caminos para el diagnóstico precoz de las complicaciones con el objetivo de adelantarse a una neumonía severa y el tratamiento temprano derivado del mismo. Una ahonda en las causas que explican por qué hay enfermos muy graves y otros que ni siquiera tienen síntomas. Otra analiza el diagnóstico por imagen para detectar la progresión de la afectación pulmonar. La última busca la identificación temprana de la neumonía severa para tratarla con células madre mesenquimales. Es básico para los sanitarios conocer las claves para poder adelanterse al agravamiento de los pacientes que los conduce a la UCI e, incluso, a la muerte. Los especialistas del Río Hortega Julia Barbado, Luis Corral y Pablo Miramontes abren tres puertas desde el diagnóstico y el tratamiento de este difícil virus.
Más información
Entre el 10% y el 15% de los pacientes ingresados por covid-19 requieren atención en una UCI por un fallo respiratorio agudo. De ellos, más de la mitad fallecen. Identificar de forma precoz al enfermo con neumonía severa es clave. La investigación de la doctora Julia Barbado y su grupo propone el empleo de células madre mesenquimales para su tratamiento. «El virus estimula la producción de proteínas inflamatorias en el pulmón llamadas citocinas, provocando lo que se conoce como una tormenta citoquímica y eso es lo que da lugar a la aparición de líquido en el pulmón, la alteración del intercambio de oxígeno o el síndrome de distrés respiratorio (insuficiencia) y afectación del corazón. Esta es la situación que puede evolucionar hacia la muerte del paciente», explica. Entre los ensayos mundiales, «la terapia basada en células ha aparecido como una opción terapéutica para neumonía severa por SARS-Cov-2, y las basadas en células madre mesenquimales alogénicas son de las más prometedoras».
Las propiedades de las células mesenquimales «modulando el sistema inmune, así como las evidencias sobre su utilidad en la reparación del tejido pulmonar y los estudios clínicos en humanos, proporcionan el sustrato para que se consideren una opción potencialmente efectiva para el tratamiento del covid».
Este es un estudio asociado al 'Ensayo Clínico Fase I/II, para el tratamiento del fallo respiratorio agudo por covid-19 con células mesenquimales, MSV®-allo', con el que se va a tratar de identificar precozmente a los pacientes más graves y con una alta tasa de mortalidad, susceptibles al tratamiento. Explica la responsable de la Unidad de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas del Río Hortega y líder del Grupo de Investigación en Autoinmunidad e Inflamación que «se trata de un ensayo con doble enmascaramiento, grupos paralelos, aleatorizado, en el que se han reclutado 24 pacientes con covid en situación crítica con necesidad de ventilación mecánica».
El proyecto, financiado por Sacyl, nace en colaboración con el grupo de terapia celular del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de Valladolid y forma parte de un Consorcio Internacional promovido por la Universidad de Sydney en Australia.
La gravedad de la infección por coronavirus se debe principalmente a su afectación pulmonar. Para detectarla y seguir su progresión, los hospitales emplean técnicas de imagen. Así, la radiología simple –los conocidos rayos X–y la tomografía computarizada –el TC– son habituales en el manejo de la covid. Explica el doctor Corral que, sin embargo, «la alta contagiosidad de los pacientes limita de forma importante la realización de rayos X, dado que se utilizan aparatos portátiles, en las propias plantas de aislamiento, en vez de los fijos, que obtienen imágenes de mayor calidad». La necesidad de realizar varias radiografías «aumenta la radiación que recibe el paciente».
Este internista del Río Hortega apunta que «la ecografía realizada en el punto de atención (POCUS) es una alternativa a la radiología convencional en un medio donde el aislamiento y la reducción de movilidad de los pacientes son claves. Esta técnica no produce radiación por lo que puede repetirse la prueba tantas veces como sea necesaria». Los aparatos pueden ser llevados hasta la propia cama del paciente. Otra ventaja. Además «esta técnica es más sensible que la radiología simple para la detección de la afectación pulmonar», destaca el doctor Corral.
La tomografía computarizada con energía dual (DECT) «sirve como herramienta para complementar el diagnóstico de la enfermedad, aportando datos sobre la perfusión pulmonar (circulación) que pueden ayudar a caracterizar a los pacientes más graves, datos que no se obtienen con la TC convencional». Esta investigación permitirá determinar a qué pacientes pueden beneficiarles los tratamientos que inciden sobre el sistema inmunitario dado que uno de los problemas que genera este virus es una respuesta exagerada del organismo y estos tratamientos demuestran beneficios en la actividad inflamatoria.
Los objetivos de este estudio son valorar la utilidad de la ecografía (POCUS) para caracterizar la evolución de la afectación pulmonar y miocárdica de los pacientes con covid y conocer si su uso puede ayudar al clínico a detectar de forma precoz la grave en la fase aguda, así como a confirmar la evolución hacia la curación y la resolución de las lesiones en el seguimiento a largo plazo. Y el trabajo también permite evaluar la utilidad de la Tomografía DECT en el pronóstico.
En torno al 70% de los infectados por coronavirus son asintomáticos o leves y, entre el resto, hay también mucha variabilidad en el grado de enfermedad. «Nuestro trabajo trata de ver las diferencias que hay en los genes que codifican dos proteínas en puntos claves de la infección y del desarrollo de la enfermedad», explica el doctor Miramontes. Uno de estos puntos clave «es una proteína llamada enzima convertidora de angiotensina II (ACE2)». La interacción del SARS-CoV-2 con estas moléculas humanas «es conocida y permite unir el virus a los neumocitos alveolares (células del pulmón) que muestran la citada ACE2 en su superficie. Esta posibilidad se basa en lo observado en otros coronavirus, que utilizan otras proteínas para poder entrar en las células e infectarlas. Además, esta proteína se muestra por otros tejidos, lo que ayudaría a explicar la afectación y la clínica a otros niveles, no solo el respiratorio», aclara.
El otro punto que estudia este equipo es la interleucina 6 (IL6), «una proteína muy importante en la activación de la cascada inmunitaria causada por la infección», es decir, determinante en el empeoramiento de un paciente. Esta molécula es de «una importancia crítica para el inicio y la progresión de una tormenta de citoquinas (cruciales para el sistema inmunitario)». Principalmente estimula la inflamación. Así, «juega un papel importante en otras situaciones patológicas de infección la respuesta de las defensas. El anticuerpo monoclonal Tocilizumab dirigido contra el receptor de IL6 es un tratamiento que se ha usado sabiendo estos datos. Los resultados preliminares demostraron un buen efecto en el tratamiento de pacientes con covid con complicaciones pulmonares y una gran expresión inflamatoria de algunos pacientes infectados, dando como resultado la aprobación de la FDA (Administración de Drogas y Alimentos de los EE UU)», destaca.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.