El grupo vallisoletano que levitó sobre el Pisuerga

Tocaron el cielo en una década, los noventa, en la que triunfar en la música era una tarea harto complicada. Y lo hicieron con un plus añadido, presentando temas cargados de 'soul' y 'funky', propuestas muy alejadas del pop sin aditivos que imperaba en el panorama musical español de los últimos compases del siglo pasado. Pero ellas, después de digerir unas cuantas negativas de los gurús de la industria musical, lo consiguieron. Al principio con Nacho Melody en los teclados, luego solas. Recordamos a Beatriz, Sara y Belén González, tres hermanas de Las Delicias con una fuerza vocal capaz de bordar los registros de las gargantas negras del Motown y que con su grupo, Greta y los Garbo, llegaron a lo más alto. Belén, que estos días está en Valladolid «por asuntos familiares», recuerda su carrera musical como «algo natural» porque en su familia «nacieron cantando». Abro hilo:

↓ La primera gira de Greta y los Garbo comenzó, como no podía ser de otra manera, en Valladolid. El polideportivo Huerta del Rey «lleno hasta la bandera» se quedó pequeño para dar cabida a los miles de fans que no quisieron perderse el concierto de las hermanas González. Era la presentación oficial del grupo en su ciudad. Y no defraudaron. «El cuarteto se defiende sobre el escenario con fuerza, con dinamismo corporal y con voz, con mucha voz con los tiempos que corren para la música ligera», decía la crítica de El Norte. «Hubo mucha gente que se tuvo que quedar fuera», recuerda Belén, corista de la banda junto con Sara. Y eso que era un jueves de marzo de 1991. El 14, para más señas. «No se me olvida el clamor del público justo antes de salir al escenario y el momento en el que se apagaron las luces. No saltábamos, volábamos. Fue un día de inmensa felicidad. Y así ha sido siempre que hemos tocado en nuestra ciudad», asegura.

↓ Unos meses antes, en noviembre de 1990, habían lanzado su primer LP, grabado en apenas una semana en los estudios Musitrón de Madrid. El single 'Menuda fiesta' –versión en castellano de 'The happening' de The Supremes– sonaba a todas horas en la FM. Y Beatriz (Greta) fue galardonada como la voz joven más importante del país. «Se trata de unas jovencísimas muchachas de Valladolid que asombran con sus voces. Hacen 'soul' blanco», decía la prensa nacional. «La cosa es seria... Hay una marcha instrumental y musical sencillamente estupenda... De lo mejor que suena en el panorama pop nacional... Una primera fiesta», resumían los diarios en Valladolid. Y no se equivocaban. El primer disco de Greta y los Garbo fue el despegue de un grupo que voló por lo más alto durante más de una década y supuso una lección de voluntad y fe en sus posibilidades a prueba de portazos –que los hubo– y miopías.

↓ «Éramos muy jóvenes. Recuerdo que cuando firmamos el primer contrato tuvieron que ir mis padres porque Beatriz era menor de edad. Y no te imaginas la alegría el día que llegaron a casa las cajas con los primeros discos... Dejamos todo para cumplir nuestro sueño, porque somos un grupo vocacional. El mundo artístico era parte de nuestra vida, de nuestro ser, nuestra familia nació cantando», recita Belén, la mayor de las tres hermanas. «Me acuerdo que en esa época había conseguido un lectorado en Estados Unidos y tuve que elegir entre el lectorado o la nueva aventura. Me quedé con la música». Y tenían a Beatriz, que ya había dejado boquiabierto a Emilio Aragón con su enorme riqueza vocal en el programa 'Ni en vivo, ni en directo' cuando tenía poco más de 8 años. «Además de tener una voz privilegiada –la sigue teniendo hoy, matiza Belén– es un torrente de energía. Si entrara para aquí [estamos Café Continental] te darías cuenta de que es una persona inmensamente luminosa».

↓ El segundo álbum del grupo vallisoletano llegó año después, en noviembre de 1991, para demostrar que además de cualidades vocales, tenían tenacidad, constancia y vocación. 'Llamad a Mr. Brown' se gestó entre «conciertos, platós de televisión, entrevistas y viajes» para catapultarlas a lo más alto con «envidiosas melodías llenas de referencias negras». Tuvieron que publicar un tercer álbum –'Búscame', grabado en 1993 en el estudio de Joaquín Torres (productor de 091 o Los Secretos)– para que el Ayuntamiento de Valladolid se planteara su actuación en la Plaza Mayor durante la semana de fiestas.

↓ Miles de personas «enfervorizadas» disfrutaron de la «gran actuación» de Greta y los Garbo en el principal acto de las fiestas de San Mateo de 1993, publicaba la portada de El Norte. «Volvieron a su ciudad para demostrar que cualquier grupo con tres LPs en el mercado tiene motivos suficientes para disponer de ese hueco en las fiestas: al parecer, los programadores se han enterado de ello tras tres años de apariciones por las televisiones y por las listas nacionales», decía la fotonoticia del diario, que apuntaba a que el momento «más mimado» del concierto fue cuando Beatriz entonó 'La estrella del sur', un homenaje de la banda a Janis Joplin. Y deciden darse un respiro.

↓ Reaparecen en 1995 de la mano de Virgin. El primer disco con la multinacional británica –'Deseo'– lo graban «con bastante calma» en el estudio Torres Sonido ya como trío, sin Ignacio Melody. «La marcha de Nacho fue algo natural. Nosotras estábamos en Madrid, íbamos componiendo y de alguna forma se fue cerrando el grupo ahí», explica Belén, que recuerda que el reportaje fotográfico para ese cuarto LP lo hizo Robert Freeman, el fotógrafo de The Beatles, fallecido en 2019. A punto estuvieron de lograr el disco de platino con este álbum en el que contaron con la colaboración de Mikel Erentxun, Manolo Tena o Teo Cardalda. Con 'Deseo' rozaron las 100.000 copias vendidas y se convirtió en su primer disco de oro.

↓ Estaban en la cresta de la ola. Incluso, Greta fue seleccionada para dar vida a Eva Perón en la película de Oliver Stone. «Había un casting en Madrid y animamos a Bea para que se presentara. Era en la oficina de Katrina Bayonas, la representante de actores. Allí cantó en inglés 'No llores por mí Argentina', nos emocionó y las directoras de casting se quedaron impresionadas. Siguieron haciendo pruebas por todo el mundo y cuando llegaron a Barcelona nos volvieron a llamar por teléfono para decirnos que la habían elegido. Incluso organizaron un encuentro con Oliver Stone en París aprovechando que el director iba a Roland Garros, pero por problemas con producción, en el último momento, la cinta cambió de manos», desvela Belén. Alan Parker se hizo cargo del proyecto y escogió a Madonna para el papel de 'Evita'. Es una anécdota más de un año en el que estaban presentando 'Deseo' por toda la geografía española. En septiembre de 1995, justo después de colaborar con Miguel Bosé en el disco 'Laberinto', la gira recaló en Valladolid. Otra vez en San Mateo.

↓ Llegaron, cantaron y triunfaron. Con un concierto ágil y un pop maduro y elegante, las tres hermanas González demostraron de nuevo que sus aspiraciones internacionales estaban más que justificadas. «Dicen que los vallisoletanos sois fríos. ¡Sois el público más cálido que nos hemos encontrado jamás!», repitieron Beatriz, Sara y Belén en esa ocasión. Ni siquiera pudieron tomar una copa con sus amigos de Valladolid. Un avión las esperaba para, al acabar el concierto, llevarlas a Valencia. Para otro bolo. «Estábamos todo el día en la carretera, era una locura, igual hacíamos 150 actuaciones en un año».

↓ El último álbum de Greta y los Garbo, de título homónimo, salió en 1997 y también se convirtió en disco de oro. Virgin les permitió el lujo de irse a Londres a pensar minuciosamente cada nota de las once canciones y de contar con la colaboración de George Michael. En el disco destaca 'Vuelvo a ti', la canción preferida de Belén. «Estuvimos meses componiendo en Londres con total libertad, pero luego la discográfica nos exigía, por ejemplo, que no realizáramos ningún vídeo musical», afirma Belén cuando le preguntas por los pros y los contras de esta profesión. El mundo de la música, como todos, está cargado de claros y oscuros. «Teníamos una vocación internacional, pero la persona que dirigía entonces la discográfica, de una forma misteriosa, nos cerró esa puerta», asegura.

↓ En el 2000 abandonaron Virgin y anunciaron la publicación de un disco en inglés titulado 'Evolution and Revolution', autoproducido por ellas, pero que nunca llegó a ver la luz. Y se convirtieron en el grupo fetiche de programas y series de televisión. Ese año, las de Las Delicias crearon la sintonía de la primera edición del 'reality' Gran Hermano e interpretaron 'No te fallaré', la famosa cabecera de la serie Compañeros. Mientras, coincidían en los camerinos con míticos rostros de Hollywood como Olivia Newton-Jonh, «una de las personas más simpáticas del mundo», o recibían consejos de Prince, el artista que revolucionó la escena musical en la década de los 80 y llegó a vender más de cien millones de discos. «Las esperas para actuar en televisión eran interminables y solíamos hablar con los artistas de los camerinos de al lado», recuerda con naturalidad Belén.

↓ Pero si hay una fecha grabada a fuego en la memoria de Belén es el concierto que dieron sobre el cauce del río Pisuerga el 15 de mayo de 1999. Literal. Greta y los Garbo tocaron en un escenario suspendido sobre agua gracias a una grúa instalada en la calle Leopoldo de Castro capaz de soportar las 32 toneladas que pesaba la plataforma. Era la inauguración del entorno de la playa fluvial de las Moreras y 80.000 personas no se quisieron perder la cita. «Nos llevaron en barcas y luego subimos por una escalera. Cuando estábamos actuando había un ligero movimiento. Veías a la gente en la playa, en el otro lado. Era una cosa rara porque el sonido del público venía de muy lejos. Pero fue fascinante. Una de las experiencias más bonitas que hemos vivido». Actuar sobre el agua fue idea de su hermano Jorge, que quiso emular en Valladolid lo que hicieron los Sex Pistols en Londres en 1977 cuando les prohibieron tocar en suelo inglés el polémico 'God Save The Queen' (Dios salve a la reina) y lo interpretaron subidos a un barco en el Támesis. Un par de años después, el grupo se disolvió.

↓ «Para nosotras ha sido un privilegio poder hacer lo que nos gustaba. Hemos podido conocer a mucha gente, a muchos otros artistas... Y viajar, que nos ha enriquecido muchísimo. También ha habido momentos difíciles, porque estar en la carretera no es fácil, pero siempre hemos estado seguras de lo que hacíamos y del privilegio que era», afirma Belén con la perspectiva que da el tiempo. Ahora, se dedican a otros menesteres. «Sara sigue componiendo y está centrada en la enseñanza. Beatriz y yo tenemos una productora de cine en Estados Unidos» que, casualidades de la vida, «ha contratado a Oliver Stone». Se llama Shadowplay y ha producido, entre otras, 'Da 5 bloods', la última película de Spike Lee. Y también 'El mauritano', de Kevin Macdonald.

↓ «Beatriz [casada con el productor norteamericano Lloyd Levin] se centró en la ciencia ficción y yo en el cine documental», explica Belén. «Estamos entre Los Ángeles y España, pero ahora tenemos que viajar a Marruecos y Sudáfrica para trabajar en dos proyectos». El gusto por el cine también nació en Valladolid. «A parte de las películas que había en las carteleras y en la televisión, la Seminci fue una gran educadora y fuente de inspiración. A los 15 años teníamos suerte de ver en la gran pantalla historias de todos los rincones del mundo, diferentes sensibilidades y realidades. Creo que muchas de las producciones que realizamos tienen que ver con ese despertar al conocimiento del alma humana. En eso estamos ahora, en sacar adelante historias reales como en 'The Salt Path' sobre una pareja que a los 50 lo pierde todo o la historia de una joven esclavizada por el ISIS que milagrosamente logró huir y contar su experiencia. En nuestras vidas el cine ha pesado tanto como la música. ¡Y qué bien se está detrás de las cámaras!», reconoce.

↓ Porque ahora, la estrella de la familia es sin lugar a dudas su madre, Sara Blanco. A sus 92 triunfa en las redes sociales gracias a su pasión por la moda y la cocina. A ella y a su padre, Ciro, les deben todo lo que son. «Somos siete hermanos. Venimos de una familia que ha luchado, emprendedora. Éramos conscientes de que en los momentos difíciles teníamos que apoyar sin que nos lo dijeran, sabíamos que teníamos que empujar todos a una. Nos han dado la libertad para ser, nunca nos han limitado y nos han animado. Nos han enseñado a ser las personas que somos ahora». Y por todo ello, solo pueden estar agradecidas.

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