

Grietas, pintadas y desgaste: la fuente de Coca lava su cara 29 años después de su inauguración
El Ayuntamiento encarga la limpieza y sustitución de las piedras rotas, mientras que su autora, la escultora Concha Gay, reclama la restauración integral
«Está hecha un desastre», dice la artista Concha Gay, mientras revisa el estado en el que se encuentra la fuente escultórica de la plaza ... de Martí y Monsó, inaugurada en diciembre de 1996 y con un elemento central, la figura de tres sirenas, que lleva su firma. «Hay pintadas, los focos no funcionan, las piedras están destrozadas, las placas rotas, hay parte de las estatuas que necesitan una pátina y está lleno de pegotes de silicona por todas partes», resume la escultora, quien el pasado 26 de mayo envió una carta al alcalde, Jesús Julio Carnero, en la que criticaba el «lamentable estado de abandono» de la fuente.
Este lunes por la tarde, los operarios de la empresa Inforest vallaron el perímetro de la escultura y ya el martes por la mañana comenzaron las obras de limpieza y sustitución de las piedras rotas de la fuente. «Es una tarea difícil porque es verdad que estaba en mal estado», explica Florentino Diez, gerente de Inforest, una empresa especializada que durante los próximos días limpiará las juntas y la superficie de las piedras, que acumulaban una importante capa de suciedad acumulada por el paso del tiempo y, en algunos casos, también por la incidencia del vandalismo.
«Hemos tenido que valorar diversas opciones para ver qué técnica utilizar, porque es una piedra que sufre un importante desgaste y no es sencillo limpiar las incrustaciones», indica Diez. Las piezas agrietadas o en peor estado (en torno a cuarenta) se sustituirán. Son piedras de Villalba de los Alcores que se han encargado especialmente para esta fuente, con las medidas concretas para llevar a cabo la sustitución. Con esta intervención se quiere dar un importante lavado de cara a la fuente, pero para su creadora no es suficiente. «No basta con limpiarla por encima, es necesaria una restauración integral».





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El Ayuntamiento ha tomado nota («el problema es cierto»), aunque reconoce que se encuentran con una traba «heredada»: la absoluta indefinición que existe con respecto a quién corresponde la conservación del patrimonio callejero de Valladolid. «Hay una dispersión enorme», admite Ignacio Zarandona, concejal de Urbanismo. «Si la fuente está en un parque, corresponde a Parques y Jardines. Si en una rotonda, a Movilidad. Y también puede depender de Cultura, Patrimonio, Urbanismo…».
Esto, cuenta Zarandona, dificulta las intervenciones de urgencia, ya que no está claramente definido qué concejalía debe hacerse cargo y, por lo tanto, debe incluirlo en su presupuesto. El Consistorio trabaja para solventar este problema, con el objetivo de «definir qué área debe hacerse cargo del mantenimiento de las fuentes y esculturas de la ciudad» y, en el próximo presupuesto municipal, dotarle de una partida concreta de conservación y un contrato de mantenimiento. «A través del servicio de Cartografía contamos con el inventario de estos bienes, ahora hay que unificar quién debe hacerse cargo de ellos», apunta Zarandona. Su concejalía, Urbanismo, ha asumido, junto a Medio Ambiente, esta primera intervención de urgencia en la fuente de la plaza de Martí y Monsó. Un primer paso que podría dar lugar a más acciones futuras.
«Desde el año 2008 hasta la actualidad, he reivindicado en varios escritos dirigidos al Ayuntamiento la necesidad de que la Fuente de las Sirenas tuviera un mantenimiento. Se ha deteriorado desde su inauguración, sin que se haya hecho nada para conservarla», indica Gay, quien en su última carta al Consistorio lamenta «el abandono de una de las plazas más céntricas de la ciudad. Es una zona de intenso movimiento y esto provoca mala imagen para los ciudadanos y turistas», apunta la escultora, quien asegura que la fuente estaba «totalmente asquerosa».

En el listado de daños, Gay incluye las placas de granito (resquebrajadas) que, en el vaso inferior de la fuente (para ocultar los sumideros), muestran una inscripción «en letras de acero inoxidable» donde se explica la evolución histórica del nombre de la plaza. Así, puede leerse: «1738, corral de Campanas; 1775, plazuela del teatro; 1810, apertura de la calle; 1996, remodelación de la plaza». La escultora también reclama «la limpieza o en su caso sustitución de las chapas de acero inoxidable», así como una intervención en el conjunto ornamental y la escultura de las sirenas (que es la parte que lleva su firma).
«Debido a los años transcurridos desde su ubicación, ha sufrido las inclemencias del tiempo con las oscilaciones bruscas de temperatura propias de Valladolid, y la pérdida de la pátina original de la escultura de bronce». La parte inferior de estas sirenas está sumergida en el agua, «lo que ha favorecido la colonización de diferentes tipos de microfibra y la humedad afecta a los bronces, por lo que es necesaria la limpieza de la pieza por especialista en la materia», dice Gay, quien también reclama la eliminación de los «parches de silicona blanca que afean considerablemente la fuente». La escultora propone también la sustitución de los focos de luz, «que están fundidos».
El Ayuntamiento, a raíz de estos escritos y conocedor del estado en el que se encontraba la fuente, ha acordado una primera intervención de urgencia para la limpieza y sustitución de las piedras, como primer paso en la rehabilitación de esta fuente escultórica que se inauguró, junto con la peatonalización de la plaza, el 21 de diciembre de 1996. En todo caso, Zarandona apunta que la escultura pública y callejera también está expuesta al paso del tiempo, que esculpe y «otorga solera» a este tipo de manifestaciones artísticas.
El libro 'La escultura pública en la ciudad de Valladolid', José Luis Cano de Gardoqui García, Carlos Sáez Salceda y Pedro Javier Salado Barrera, explica que la escultura está formada por «tres sirenas, vaciadas en bronce y de tamaño ligeramente mayor que el natural». La escultora apunta que con la figura de las sirenas, que miran al horizonte, quiso «acercar el mar al secarral de Castilla». «Cabe destacar el contraste entre la fluidez y la acertada suavidad y deslizamiento de las formas escultóricas frente a la rígida geometría de la fuente, marco arquitectónico diseñado por Marta María Escribano a partir de la pieza de Gay», recoge el libro sobre las esculturas de Valladolid. En mayo de 2021, Concha Gay (que apela a la Ley de Propiedad Intelectual para reclamar el «respeto e integridad de la obra») ya alertó del mal estado en el que se encontraba esta fuente escultórica: ese mes habían pintado los ojos a las sirenas y durante más de 24 horas (a mediados de mayo) hubo una silla allí tirada sin que nadie la retirara.
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