Valladolid

La futura estación de autobuses, «compatible» con el plan para el soterramiento

Jesús Julio Carnero dio un paso en este sentido al afirmar que el emplazamiento previsto «por la anterior corporación» en el barrio de Delicias, donde ahora todavía se ubican los edificios de los viejos talleres de Renfe, le parece «un lugar adecuado». Traducido al contexto actual de la operación ferroviaria: es compatible con el plan de retomar la idea del soterramiento. «En este tema tengo las ideas muy claras. Valladolid necesita cuanto antes tener una estación de autobuses acorde a nuestra ciudad. Es el compromiso de la Junta de Castilla y León. El presidente Fernández Mañueco, en la primera reunión que mantuvimos, me lo planteó como uno de los temas centrales», explicaba Carnero.

Desde la Junta de Castilla y León aseguran que es uno de los proyectos prioritarios en la agenda de la consejera de Movilidad, la vallisoletana María González, y que solo se está esperando a que Renfe deje despejado el terreno. El proyecto contemplado por la Junta confiaba en disponer de 15.000 metros cuadrados para poder acoger las 30 dársenas y los 3.533 viajes semanales que se realizan, según los datos facilitados hace un año y medio. Eso se veía en el anteproyecto que se puso sobre la mesa del Comité Técnico de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad.

Mientras ese momento llega, la actual estación de autobuses languidece con muy mala cara. «En 35 años la Junta de Castilla y León nunca ha ejercido formalmente ningún tipo de control sobre la concesionaria d la estación de autobuses», a cuyo cargo está el mantenimiento de la instalación desde que en 1972 se firmó el acuerdo por el que se le cedía su uso durante 75 años. Los datos los aporta Pedro Herrero, concejal del grupo socialista en el Ayuntamiento, a quien según explica se los ha pasado la Junta de Castilla y León. Desde la Consejería explican que en mandatos anteriores se ha mantenido «un contacto fluido» con la concesionaria y se le han hecho llegar las diferentes peticiones, reclamaciones o quejas que han surgido. La consejera María González, a cuyo cargo queda ahora todo lo relacionado con las estaciones de autobuses desde que se escindió la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, ha establecido un sistema más formal. Así, según ha podido saber El Norte, ha remitido tres requerimientos a la empresa concesionaria. Uno, para que se mejore la seguridad de las instalaciones. Otro, por el deplorable estado de los aseos de la estación de autobuses. Y el tercero, por una pantalla de salidas y llegadas estropeada que este miércoles por la mañana permanecía apagada.

Jesús Julio Carnero admitía que no sabía en qué estado se encuentra actualmente la instalación. «Estaban llevando a cabo obras y me imagino que esté en condiciones adecuadas», señalaba. Y reiteraba que «corresponde a la concesionaria [mantener en buen estado las instalaciones], el Ayuntamiento no tiene que pedírselo a la Junta». «Me consta que la consejera María González lo ha solicitado», aclaraba.

Pero eso tampoco va a satisfacer a una oposición dispuesta a hacer 'casus belli' de la estación de autobuses. Sobre todo porque es una de las infraestructuras cuya renovación estaba próxima con la actual marcha del convenio de integración. «La situación de esta estación desde hace muchos años es absolutamente lamentable. Todos leemos la prensa, seguimos las noticias y es vox populi la situación en la que se encuentra. No sabemos si es que el Gobierno autonómico no ve las noticias. Teniendo la responsabilidad de exigirle a la empresa concesionaria que cumpla lo estipulado en el contrato, no lo ha hecho. Y no queda ahí la cosa. Hemos pedido todas las actas de inspección y sanción, si es que existen, respecto al concesionario. Y hemos pedido también los ingresos del canon que debe pagar la empresa Autobuses de Valladolid SA a la Junta de Castilla y León», anunciaba el socialista Pedro Herrero.

El hecho de que Carnero considere que la obra no entorpece su viraje en el asunto integración/soterramiento es un primer paso hacia la nueva estación de autobuses. Antes, sin embargo, debería producirse la reunión presencial del Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, reclamada por el alcalde de Valladolid en septiembre y aún sin fecha definida. Allí se planteará, por primera vez de forma oficial a los socios, Junta, Adif y Renfe, el cambio del actual convenio.