En estado muy grave el cronista de Valladolid Teófanes Egido

ACTUALIZACIÓN. Muere a los 88 años Teófanes Egido, cronista oficial de Valladolid

Teófanes Egido está en estado muy grave aquejado de una hemorragia cerebral masiva. El cronista de Valladolid de 88 años de edad tuvo una indisposición en la tarde de ayer lunes en el mismo momento en que se disponía a cantar la Salve en su templo monástico de San Benito de la capital. Desde entonces está ingresado en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid con pronóstico «muy preocupante», según fuentes cercanas que mantienen un hilo de esperanza aun reconociendo que «su vida se va apagando y va al encuentro con el Padre».

Egido es especialmente conocido entre los vallisoletanos por su condición de sacerdote carmelita en el céntrico templo donde pese a su avanzada edad todos los días continuaba celebrando la eucaristía de las 21.00 horas a diario y las de 13.00 y 21.00 horas del domingo. Unas misas con gran audiencia, a las que acudían un importante número de feligreses, porque este cura contaba con el don de ser especialmente cercano en las celebraciones y muy didáctico en sus homilías atrayendo de este modo a población mayor pero también a un sector importante de la juventud, que se sentían encandilados e interesados por sus enseñanzas. Y es que sus pláticas evangélicas también contenían mucha sabiduría del que también fue profesor de Historia Moderna y Contemporánea y catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Valladolid hasta su retiro hace ahora más de dos décadas.

Su oficio local como Cronista de Valladolid le ha dado a conocer más si cabe entre la ciudadanía desde el pasado 2 de octubre de 2001 en que el exalcalde, Francisco Javier León de la Riva, confió en él para ese cometido que desempeñó hasta julio de 2018. Así, su opinión contó y fue tenida en cuenta para muchos asuntos municipales destacando su conocimiento de la historia de Valladolid en general y también del caso histórico en particular. Desde hace seis años el Pleno Municipal, posteriormente, el Pleno Municipal nombró al periodista José Delfín Val como sustituto de Teófanes Egido tras la renuncia voluntaria de éste.

Así, este sacerdote nació en Gajates (Salamanca) el 1 de abril de 1936 destaca porque siempre ha estado vinculado a la capital y provincia vallisoletana dado que con 13 años de trasladó a Medina del Campo para ingresar en el seminario de los Carmelitas de Santa Teresa. En su ambición por saber y estudiar, llegó a Valladolid años después sintiéndose «hijo adoptivo», como él siempre recordaba públicamente y que en estos momentos de incertidumbre en su salud también recuerda el profesor, historiador pero sobre todo su amigo, Javier Burrieza. Entre sus distinciones también destaca que fue galardonado con el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades en 2020 «por su brillante dedicación a la docencia e investigación histórica».

El jurado destacó entonces la determinación de sus estudios «para la identificación de los orígenes judeoconversos del linaje familiar de Santa Teresa de Jesús». Junto a la santa de Ávila, también destacan sus estudios en las figuras de Lutero o San Juan de la Cruz. Su vida, en definitiva, muy ligada a la faceta humana, de las personas, desde su ámbito universitario y desde su ámbito de religioso donde encontrarle por la calle hablando con gente siempre era habitual en sus paseos evidenciando la huella que ha dejado entre todas las personas que han mantenido contacto con él en sus prolíficos años de docencia y de sacerdocio.

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