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Sótanos de la biblioteca de los Agustinos Filipinos
Los tesoros desconocidos de las bibliotecas históricas de Valladolid

El cronista | Historias de aquí

Los tesoros desconocidos de las bibliotecas históricas de Valladolid

La ciudad guarda colecciones con multitud de textos históricos en varios idiomas y con siglos de antigüedad, como la del Real Colegio Seminario de los Padres Agustinos Filipinos, el Centro Josefino del Convento de San Benito el Real o la del colegio de los ingleses

Jesús Anta

Valladolid

Jueves, 13 de junio 2024, 06:52

Valladolid, puede presumir de tener importantes e interesantes bibliotecas históricas. Instituciones educativas y conventos guardan 'tesoros' de papel para historiadores e investigadores de las más variadas especialidades.

Sin duda, la gran biblioteca histórica es la universitaria de Santa Cruz, que cualquiera que se acerque al Colegio puede contemplar desde fuera. Pero, en general el resto de bibliotecas no están a la vista del público. Y este es el caso de la biblioteca del Real Colegio Seminario de los Padres Agustinos Filipinos, que acoge el centro de Estudio Teológico Agustiniano. El edificio del Colegio lleva la firma del afamado arquitecto Ventura Rodríguez.

Biblioteca histórica de Santa Cruz

El fondo más importante de la biblioteca de los agustinos está compuesto por ejemplares traídos por la congregación cuando ya se preveía la pérdida de Filipinas. Hay, también, libros adquiridos en diversas ciudades de Europa, como París y Amsterdam. Esta colección contiene libros sobre historia, artes, derecho, costumbres y diccionarios de las muchas lenguas que se hablan en el archipiélago filipino. Tiene, también, un fondo de libros contemporáneos centrados en historia de la Iglesia, dogmática y moral, tal como corresponde a un centro de estudios teológicos. Reúne, en total, unos 170.000 libros de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. De los que unos 130 son incunables, es decir, anteriores al año 1500.

El Centro Josefino, es el lugar donde se estudia la figura de San José, y se halla en el Convento de San Benito el Real, de los padres carmelitas descalzos. La imagen de aquel padre callado está desvirtuada, pues se ha venido insistiendo en presentarle como una persona mayor (quizá para hacer ver que, efectivamente, cuando nació el Salvador, él ya no estaba en edad de actividad marital) y, por tanto, el nacimiento de Jesús tuvo que ser necesariamente milagroso. Pero San José no era una persona mayor y se sabe que se casó con María siendo muy jóvenes ambos, comenta el historiador Teófanes Egido, carmelita en San Benito.

Centro Josefino. Libro Excelencias de San José, de 1710

San José apenas es citado en los Evangelios. Y acaso por aquel papel tan discreto que le fue asignado es que se trate, ahora, de un personaje bíblico con una extensísima literatura. Y a su estudio y divulgación se dedica el Centro Josefino Español. Creado en 1940, es ahora el único en todo el mundo dedicado exclusivamente a San José. Hubo otro en Canadá, y actualmente hay algún centro con buena biblioteca sobre el santo en Polonia y México, pero muy lejos del contenido e importancia de esta.

La biblioteca incluye devocionarios, patrología, el Talmud de Babilonia, sermones de cuando en el Renacimiento se empezó a pregonar al santo desde los púlpitos. El Corán, que también se encuentra en la biblioteca, considera a San José como un gran profeta. En el Centro se puede consultar todo lo publicado en todos los idiomas y formatos sobre el santo, aunque, por supuesto, predominan los textos de estudio, pero también hay novelas y teatro: Paul Claudé, y Gustavo Martin Garzo, con su El lenguaje de las fuentes, por ejemplo.

El libro más leído sobre San José es La sombra del padre: historia de José de Nazaret, del polaco Jan Dobraczynski, y ha sido traducido a prácticamente todos los idiomas. Como curiosidad se puede comentar que el mero título del libro Los celos de San José (una obra teatral del XVII de Aurelio Valladares Reguero) fue suficiente para que interviniera la censura de la Inquisición. Blanca Mateo, bibliotecaria del Real Colegio Inglés de San Albano (calle Don Sancho), explica que en el colegio hay tres librerías: la Pigskin Library, la Biblioteca (con nombre castellano), y la de los seminaristas.

La Biblioteca del colegio de los ingleses, presidida por un retrato de Shakespeare

Pigskin (piel de cerdo) Library se llama así porque allí se guardan los libros del Colegio encuadernados en piel. La librería la ordenó el rector Henson aprovechando el mucho tiempo libre que tuvo durante un par de años debido a que durante la II Guerra Mundial el Colegio quedó prácticamente libre de seminaristas procedentes de su país, pues los jóvenes estaban movilizados por el gobierno británico.

Pigskin Library del Colegio de los Ingleses

En la Pigskin predominan los libros de filosofía y teología, y también de historia, aunque hay un poco de todo. Entre las estanterías hay una Crónica de Nuremberg, del siglo XV, o el Collectio máxima conciliorum ómnium hispaniae et novi orbis, del XVII en el que alguien, en 1748, aprovechó las primeras páginas en blanco para escribir, en español, un pequeño tratado sobre lo malo que era fumar (entonces se esnifaba), y que, por tanto, los monjes no deberían fumar. Este libro lo adquirió el Colegio, como otros tantos, procedente de conventos desamortizados.

Como en tantos libros de la época, este también tiene párrafos censurados: estaba prohibido traer libros a España que trataran de Inglaterra, pero los rectores del Colegio necesitaban estar al día de la historia de su país y se les permitía importarlos, aunque censurándolos.

En la Biblioteca hay una gran variedad de libros en inglés, español y latín: el The Historie of Great Britaine under the conquests of the romans, saxons, danes and normans, de hacia el XVII , una colección en inglés de libros de Dickens o unos cuantos de la época de Marina Escobar.

La biblioteca del Colegio de San José se ha ido creando por acumulación de los libros que compraban o encargaban los profesores del Colegio a lo largo de su historia. Es, por tanto, muy rica en libros de ciencias y humanidades del siglo XIX, comenta el hermano Jesús San José, responsable de la biblioteca.

Antigua biblioteca del Colegio de San José

Una buena parte de los libros son recuperaciones de libros de los que se habían deshecho los jesuitas tras la expulsión de 1932. La biblioteca reúne cerca de 19.000 volúmenes. A ello hay que añadir 2.500 manuscritos, fotografías, planos, grabados, etc. Hay libros del XV (3 incunables), del XVI-XVII (unos 2.500), y el resto a partir del XVIII.

La biblioteca, en un principio, se orientó como de consulta del alumnado, habida cuenta de que, como se ha dicho, se fue formando en función de las necesidades educativas, pero una vez puesta en orden se organizó por temas y autores. Entre los libros más curiosos se pueden citar el Libro de Tolomeo, del XVIII; un Tratado de Aristóteles, incunable, o la Crónica del Rey Rodrigo con la destrucción de España y como los moros la ganaron de 1587.

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