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Visita a la exposición 'El viaje de los libros perdidos', celebrada en 2013 en Las Francesas. H. Sastre
El viaje de los libros prohibidos
25 años de la publicación de 'El Hereje'

El viaje de los libros prohibidos

Los hechos históricos que refleja Miguel Delibes marcarán los pasos del devenir europeo de los siguientes tiempos

Antonio Sánchez del Barrio

Sábado, 4 de noviembre 2023, 00:06

Con el título que encabeza este artículo se celebró, hace ahora diez años, una exposición organizada por la Fundación Miguel Delibes que conmemoraba el decimoquinto aniversario de la publicación de 'El hereje'. Abierta en la sala de exposiciones Las Francesas, de Valladolid, reunió más de un centenar de piezas artísticas –esculturas, pinturas, obras textiles, de platería…–, mobiliario y otros objetos históricos, libros y documentos originales, etc., todos ellos contemporáneos a los hechos narrados por Delibes en su novela, con un guion expositivo que los convertía en testimonios materiales de los episodios más destacados de la narración, a través de treinta y tres secuencias –realmente treinta y tres párrafos extraídos del libro– repartidas en cuatro capítulos. Las piezas expuestas estaban relacionadas directamente con pasajes concretos del libro y sus personajes protagonistas, pudiéndose contemplar obras maestras de Alejo de Vahía, Alonso Berruguete, Juan de Juni, Joos van Cleve…; manufacturas castellanas e importadas de Flandes o Italia; libros prácticamente inencontrables como los 'Adagios' y los 'Apotegmas' de Erasmo, la 'Vida' de Calvino, ejemplares de la 'Biblia de Lutero' y de la denominada 'Biblia del Oso', incluso un original de la bula 'Exsurge Domine' de León X, contra las enseñanzas luteranas… También se expusieron manuscritos firmados por el doctor Agustín Cazalla, Carlos de Seso, Ana Enríquez… y hasta el inventario de la auténtica casa de Leonor de Vivero, es decir, el genuino «conventículo de los iluminados» de la novela. Meses después se publicaba un libro de muy cuidada edición que realmente era algo más que el catálogo ilustrado de las obras de dicha exposición y los respectivos párrafos del libro relacionados con ellas, en tanto que dicho elenco era acompañado por una docena de artículos firmados por algunos de los que mejor conocieron los entresijos de la concepción de la extraordinaria obra de Delibes: los estudiosos que, en su momento, le auxiliaron en la redacción del relato, aportando sus conocimientos históricos para una fiel recreación de los hechos novelados.

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'El viaje de los libros prohibidos' alude al viaje que el protagonista de la trama, Cipriano Salcedo, hace a varias ciudades alemanas para adquirir libros de Lutero, Erasmo y Calvino que sirvieran de guía a los miembros del foco herético de Valladolid sobre los diferentes aspectos de la Reforma en ciernes. Evoca también los viajes llenos de riesgos y fatigas que sabemos que hubo entonces, con origen en aquellas capitales centroeuropeas y destino en unas pocas ciudades peninsulares, de libros importados clandestinamente –viajaban casi siempre dispuestos en toneles, en las bodegas de las embarcaciones– que contenían la «peligrosa doctrina» de las ideas reformadoras, prohibidas en la católica España de Carlos V, precisamente en los tiempos en los que el nuevo invento de la imprenta está «dejando su cuna», para convertirse en un instrumento revolucionario y fundamental en los grandes cambios socioculturales que va a conocer el mundo occidental.

'El hereje' es también una obra que nos acerca con la maestría literaria de Delibes al Valladolid que vive Cipriano Salcedo, a sus calles y plazas, escenarios urbanos de los acontecimientos sociales que suceden entonces y que forman el contexto histórico en el que se desarrollan las primeras vivencias personales del protagonista, en su entorno más cercano con Minervina como su amor imposible y perenne hasta el trágico final de sus días. Nos describe, por otra parte –en 'Los primeros años' del libro–, sus primeras ocupaciones formativas y espirituales, hasta llegar a su emancipación y plena dedicación a su oficio definitivo ligado al mercado de la lana y a la venta de manufacturas textiles, en el que conseguirá un considerable éxito. Conocemos así, de la mano de Delibes, el aspecto urbano que tenía entonces la ciudad del Pisuerga, las ocupaciones profesionales de sus moradores y hasta el modo de vestir y las preferencias en las indumentarias de la época, en la que logra tener un importante papel el llamado «zamarro de Cipriano», la más destacada creación textil de Salcedo.

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Muchos de los principales personajes del capítulo del libro titulado 'La herejía': el doctor Cazalla, su hermano Pedro y la madre de ambos, doña Leonor de Vivero; Carlos de Seso, Ana Enríquez, fray Domingo de Rojas…, aparecen en el relato a partir de la constitución del foco erasmista vallisoletano. Con ellos el protagonista mantiene una relación fraternal de secretos cómplices y temores compartidos, fundamentalmente en el ya citado «conventículo de los iluminados», lugar de encuentro de las reuniones que, en palabras de Delibes: «para resultar eficaces han de ser clandestinas».

El capítulo titulado 'El auto de fe' es el que cierra la novela. Corresponde a la narración de los sucesos ocurridos durante un año largo de persecuciones, detenciones, testimonios, comparecencias y torturas, que sufren los «herejes vallisoletanos» y que culminan en la consabida cruel ceremonia pública religiosa (en la novela, los autos de fe celebrados en Valladolid el 21 de mayo y el 8 de octubre de 1559, están refundidos en uno solo). En esta última parte del libro es en la que Delibes logra un mayor dramatismo e intensidad narrativa. Cuenta para ello, además de toda la documentación histórica que maneja, con un testimonio gráfico excepcional que le sirve de referencia precisa: un magnífico grabado alemán titulado 'Hispanisse Inquisition', compuesto antes de concluir el siglo XVI, que muestra una representación muy fidedigna –a modo de 'fotografía de la época'– del auto de fe de mayo de 1559, en la que aparecen simultáneamente, 'en relato continuo', los episodios más significativos de la ceremonia inquisitorial, a saber: la «procesión de la Cruz Verde» que entra en la Plaza Mayor, el auto de fe propiamente dicho con la lectura de las sentencias, el cortejo de los condenados a lomos de asnos que llega hasta la hoguera y la escena final del «quemadero» situado en las inmediaciones de la Puerta del Campo.

Estamos, en definitiva, ante una de las obras imprescindibles en la narrativa de Miguel Delibes que nos lleva a unos escenarios y sobre todo a unos personajes que son al mismo tiempo locales y universales, en una época en la que van a producirse hechos históricos definitivos que marcarán los pasos del devenir europeo de los siguientes tiempos.

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