Valladolid, piedra sobre piedra
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No iba a ser una, sino tres, las torres que se iban a levantar en esta zona de la ciudad: Los Vigías de Castilla. El proyecto preveía la construcción de tres rascacielos de 32 plantas y 100 metros de altura en la orilla oeste ... del Pisuerga. El actual Duque de Lerma, que se construyó con el fin de albergar un hotel, fue el primero de los tres edificios en comenzar a levantarse. Eran los años setenta del siglo XX. De los 100 metros proyectados al final se levantaron 12 menos. Mide 88 metros de altura y tiene 23 plantas, no 32. El próximo mes de diciembre cumplirá su primer cuarto de siglo de vida. Aunque empezó a construirse en los setenta, no se inauguró hasta 1999. «Este edificio fue inaugurado el día 12+1 de diciembre de 1999», se puede leer en una placa conmemorativa ubicada en la entrada principal del inmueble vallisoletano.
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Sonia Quintana
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El proyecto nació con la intención de reurbanizar esa zona de la ciudad pero las obras sufrieron infinidad de parones por diversos motivos; el último con una duración de casi dos décadas. El inmueble estuvo abandonado y okupado. Su fachada fue durante años un mural reivindicativo con las famosas pintadas de 'OTAN no' o 'Vida sí'. Debido a su estado de deterioro estuvo a punto de ser derribado en varias ocasiones. «El edificio Duque de Lerma, firme candidato a convertirse en pasto de la piqueta», publicaba El Norte de Castilla en 1986. El Ayuntamiento lo tenía claro, solo faltaba el visto bueno del Ministerio de Trabajo. Por entonces era propiedad de la Tesorería General del Instituto Nacional de la Seguridad Social. El inmueble ha tenido en sus 25 años de vida varios propietarios.
Hoy el Duque de Lerma es el edificio más alto de la ciudad; 8,50 metros por encima de la torre de la Catedral. Hasta 2009 fue también el rascacielos residencial más alto de Castilla y León, aquel año superado por la Torre de la Rosaleda en Ponferrada, con 107 metros de altura y 30 plantas. Hoy es el tercer edificio más alto de la comunidad. El primer puesto es para la torre de la Catedral Nueva de Salamanca, con 110 metros de altura. En su interior residen más de 250 vecinos en un total de 120 viviendas repartidas en 20 plantas, exceptuando el bajo y la primera. En la planta 22 están los tendederos y las calderas y la 23, que durante un tiempo albergó un estudio de arquitectura, hoy está cerrada y sin uso.
Desde su privilegiada posición de vigía, el Duque de Lerma da la bienvenida a la ciudad desde el Norte. «En un día bueno, desde lo alto, se llega a ver hasta Cigales. Alrededor la Cistérniga, Zaratán, Parquesol y hasta más allá de Laguna de Duero», se puede leer en la radiografía que de este edificio hizo en su día este periódico. Tras salir a subasta en 1988, una inmobiliaria madrileña lo adquirió por 330 millones de pesetas pero hasta 1997 el Ayuntamiento no dio vía libre a las obras de reforma. Antes, varias asociaciones de vecinos volvieron a pedir su derribo por segunda vez en su historia. En 2015, un empresario vallisoletano adquirió por un millón de euros la planta 23, el ático acristalado, con la intención de abrir un restaurante y varios apartamentos turísticos en sus 560 metros cuadrados de superficie útil. Actualmente el proyecto está parado a la espera de diferentes licencias.
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