El templo que el marqués de Llén levantó en Valladolid por un voto de amor

La iglesia actual, atribuida al arquitecto Jerónimo Ortiz Urbina, se construyó diez años después, entre 1891 y 1894, en los terrenos colindantes al antiguo palacio que las religiosas fueron adquiriendo con el fin de ampliar el convento y edificar la iglesia. La historia de este templo esconde una historia de amor protagonizada por un marqués, Manuel Josué Sánchez Tabernero, primer marqués de Llén, y su amada, su tía Petra Tabernero Vizcay. La pareja deseaba contraer matrimonio pero sus familias no acababan de dar su consentimiento. Un día el marqués vino a Valladolid a visitar a una de sus hermanas, interna en el colegio vallisoletano, y éste le confesó a la madre Consuelo Cobaleda, primera salmantina religiosa de la Compañía de María en la ciudad del Pisuerga, su preocupación. No sabiendo qué aconsejarle la religiosa le dijo: «Precisamente estamos pidiendo una iglesia a San José y ese santo, que es el más poderoso, si quiere, te lo puede arreglar».

A su regreso a Salamanca, el marqués de Llén le contó a su amada lo ocurrido en Valladolid y ambos prometieron a San José levantar una iglesia en su honra en el colegio de La Enseñanza de Valladolid si su matrimonio llegaba a buen puerto. El marqués, incluso, compuso una jaculatoria dirigida a San José: «Dame a Petrita y te daré la iglesia». Y así fue. El templo se inauguró el 26 de mayo de 1894. El maestro de obras Máximo Gutiérrez Diez fue el encargado de dirigir la construcción. La fachada, de tres cuerpos, es de ladrillo con zócalo de piedra. Destaca el arco ojival de la puerta de entrada en cuyo vértice hay un bajorelieve en piedra de San José. Las vidrieras son del taller de Gusteve-Pierre Dagrant, de Burdeos, y están fechadas en 1894. «La imagen de la Virgen que preside la Iglesia, que en su día presidía el desaparecido retablo mayor, fue regalada por Eusebio Gutiérrez, promotor y dueño del Pasaje Gutiérrez, que tenía una hija monja en La Enseñanza«, apunta el arquitecto Sáiz Virumbrales.

La unión del marqués y Petrita fue fugaz. Ella murió en agosto de 1893 sin ver siquiera la iglesia terminada.