Comercios históricos de Valladolid: Guante Varadé

La centenaria guantería que nació en París

Santiago Varadé regresó a España de su exilio francés a principios del siglo XX. En 1902 abrió su primera fábrica de guantes en pleno centro de Madrid; en el piso primero derecha del número 12 de la calle Montera. Ese mismo año, el desaparecido diario matutino 'El Liberal' señalaba las «cualidades de duración y elegancia» del guante Varadé y aseguraba que su éxito no ofrecía duda. Unos años antes, a finales del siglo XIX, en la rue des Petites Écuries, Santiago Varadé había iniciado en París su andadura como comerciante, en un tiempo en que los guantes de piel constituían un símbolo de elegancia en el vestir. Dos años después de la puesta en marcha del taller de Montera, en 1904, Guante Varadé ya disponía de una sucursal en la cercana calle Espoz y Mina de la capital madrileña, que ampliaría con otra en la calle de Alcalá, en el número 42, unos años después.

La familia Varadé desconoce los motivos que llevaron a Santiago a apostar por la fabricación de guantes; aunque saben que el fundador de este centenario negocio barajó también la cerámica. «Vendía solamente guantes de piel marrones y negros. Hoy tenemos más de 35 tonalidades y hay guantes de satén, de tul, de organza, de raso, de pecarí, de ciervo...«, cuenta Cristina Varadé Aparicio (Madrid, 1998), quinta generación de este histórico negocio, que abrió sucursal en Valladolid en 1916, junto a La Barcelonesa, germen de Calzados Villalonga. Años después se trasladó a los números 45 al 51 de la calle Santiago (frente al hoy desaparecido Convento de las Francesas) y en 1953 hizo la mudanza al número 20 de la calle Santiago, donde estuvo 62 años, hasta que el fin de la renta antigua obligó en 2015 a la familia Varadé a buscar una nueva ubicación. Hoy Guante Varadé está en el número 1 de Héroes de Alcántara, en el Atrio de Santiago, frente a la puerta principal de la Iglesia de Santiago.

Valladolid es una de las 18 sucursales que Guante Varadé llegó a tener por toda la geografía española. De Palma de Mallorca a Aranda de Duero, pasando por Torremolinos, Cartagena, Barcelona, Alicante, Gijón, Valencia, Vigo, León, Bilbao, Zaragoza, San Sebastián, Santander, La Coruña, Orense, Madrid y Valladolid. Fue Carlos Varadé Cordero, el único hijo varón de Santiago y su mujer, quien ayudó a su padre con la expansión del negocio familiar. «Mi bisabuelo mandó a su hijo Carlos a Alemania a formarse en el tratamiento, curtido de pieles y fabricación de guantes», explica Leonor Varadé Blanco (Madrid, 1975), biznieta del fundador y hoy, junto a su hermano Carlos, al timón de la empresa familiar, en la que también trabaja Cristina Varadé Aparicio, hija de Carlos, y quinta generación de esta centenaria guantería.

Carlos Varadé Cordero continuó con el negocio familiar que durante años tuvo un taller en la localidad burgalesa de Aranda de Duero. «Allí estaban las mejores pieles para la fabricación de los guantes. Mi abuelo fue pionero y contrató a muchísimas mujeres de la zona», apostilla Leonor Varadé. Durante la Guerra Civil la familia se vio obligada a cerrar sus dos fábricas -la madrileña entonces en la calle del Carnero- y, al terminar el conflicto, se dedicó únicamente a la venta de guantes, olvidándose de la fabricación. Casado con Leonor Sanfeliu Sanfeliu, el matrimonio tuvo cuatro hijos: Juan Carlos, Leonor, Teresa y Santiago. Fue el primogénito, que contaba entonces con 18 años, quien dio continuidad al negocio, ayudado por su madre, tras la inesperada muerte del patriarca; una de las 33 víctimas mortales del sabotaje contra el tren nocturno de Barcelona a Madrid, a la altura del municipio tarraconense de Mora la Nueva, el 12 de febrero de 1949.

«Al dejar la fabricación se apostó por invertir en tiendas. Las primeras se habían abierto pensando en la climatología: Valladolid, La Coruña, Bilbao...; pero en los años cincuenta y sesenta se abrieron tiendas en lugares que hoy resultarían insólitos: Palma de Mallorca, Torremolinos. Alicante... España experimentó entonces un 'boom' turístico sin precedentes y se abrieron tiendas pensando en los turistas europeos y estadounidenses», explica Leonor Varadé. Hoy Guante Varadé cuenta con nueve tiendas en España. Ninguna es franquicia. La de Valladolid tiene 121 años. Tras la jubilación de Juan Carlos tomó las riendas de la empresa su hijo el mayor, Carlos Varadé Blanco (Madrid, 1962), al que con el tiempo se le unió la pequeña de los cuatro hermanos Varadé Blanco, Leonor. «Mi padre hizo algunos cierres de las tiendas que ya no eran rentables y amplió la oferta de productos. Además de guantes ahora vendemos también sombreros, medias, trajes de baño...», cuenta Cristina Varadé.

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