Borrar
Edificio azul ubicado en la calle Gamazo. Rodrigo Ucero
El Cronista | Callejeando por Valladolid

Calle Gamazo, tras las huellas de la burguesía vallisoletana del siglo XX

Entre 1931 y 1936 se llamó Fermín Galán

Jesús Anta

Valladolid

Viernes, 18 de octubre 2024, 07:13

Una vez soterrado el ramal interior del Esgueva que venía por la actual calle Dos de Mayo y cruzaba la plaza del Campillo de San Andrés (actual plaza España), la ciudad comenzó a expandirse hacia el sur por detrás del paseo de Recoletos, derribando los conventos que daban a él y ocupando sus huertas.

Entre los proyectos de calles nuevas, en 1883 el Ayuntamiento aprueba la apertura de la calle Gamazo en línea recta, de tal manera que pusiera en comunicación la plaza del Campillo de San Andrés con la estación del ferrocarril. Tardó siete años en que la calle estuviera abierta en la forma dispuesta por el Ayuntamiento, según relata Juan Agapito y Revilla en su libro «Calles de Valladolid».

Eran tiempos en los que el Ayuntamiento estaba aprobando el trazado de calles nuevas rectilíneas, en unos casos, como este, o ensanchando las calles, como una forma de modernizar la ciudad.

Comienza la calle, que entre 1931 y 1936 se llamó Fermín Galán, en la plaza Madrid y al final, por su izquierda se le une la calle Muro, hasta desembocar en la calle Estación, con la que Gamazo forma esquina.

Hasta 1969 la calle comenzaba con un edificio de bella factura en forma de proa que hacía esquina con la calle Muro, pero se derribó en aquellos años de febril especulación urbanística. El edificio llevaba la firma del maestro de obras Antonio Ortíz de Urbina, hijo del afamado arquitecto Jerónimo Ortíz de Urbina.

En Gamazo la burguesía fue construyendo notables casas que llevan la firma de los arquitectos más destacados de principios del siglo XX: casa número 11, Jacobo Romero; número 12, Teodosio Torres; número 14, el maestro de obras Antonio Ortíz de Urbina; número 22, Alfonso Fungairiño; números 30-32, el maestro de obras Modesto Coloma; etcétera. De tal manera que el catálogo de arquitectura del Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid, recoge como viviendas que tienen que conservar su fachada o su construcción íntegra, buena parte de todas las de la calle.

A las construcciones más históricas se unen algunos inmuebles más modernos pero que por sus características constructivas el Plan General considera que deben conservarse como representativos de la arquitectura de edificios públicos de posguerra.

Este es el caso del antiguo Instituto Nacional de Previsión (número 3, 5 y 7), decorado con típicos pináculos de estilo herreriano, así como el que fue ambulatorio 18 de julio (fecha en la que se intenta el golpe de estado contra el gobierno de la República, e inicio de la Guerra Civil), ubicado en el número 13 de la calle, ahora cedido al sindicato UGT como Casa del Pueblo.

En la fachada se grabó de forma alegórica aquella fecha: el número 18 sobre una cruz que hace referencia a lo que la Dictadura llamó Cruzada Nacional. La cesión de uso al sindicato se hizo como compensación de los bienes que UGT tenían en propiedad antes de la Guerra Civil y que les fueron confiscados por el autodenominado «Bando Nacional». Este segundo edificio es del arquitecto Julio González Martín.

La acera de los impares termina en el número 33. Un edificio en esquina realizado en 1948 por el aparejador Luis Guerra con una fachada monumental concebida como una escenografía. Esto hace que más de la mitad de los inmuebles de Gamazo estén catalogados por el Plan General.

Año 1964, desfile de carrozas en las Ferias. Vehículos Alpine y 4 L, de la marca Renault. AMVA

La calle Bailén, con la que se cruza Gamazo y que comunica con la calle Muro, es una calle de, digamos, reciente trazado, pues se abre cuando se construye el ambulatorio del 18 de julio hacia el año 1959. El nombre fue a propuesta de los vecinos que comenzaron a habitar las casas que se construyeron en la misma en aquella década. En esta calle los grandes bloques de viviendas de la acera de los pares fueron construidos por la inmobiliaria vallisoletana Algom S.A, de Antonio Alfonso, el promotor que fue presidente del Real Valladolid entre los años 1967 y 1970, e iniciador del Plan Parcial Parquesol.

El Hotel Felipe IV abrió sus puertas en abril de 1958 con el nombre de Felipe II. Pero una demanda del Hotel Felipe II de El Escorial en 1965, obligó a que sus propietarios cambiaran el II por el IV de los felipes de la Casa de Austria.

Imagen de la calle en los años 70. AMVA

Un apunte curioso tiene la calle, en la fachada de tres edificios de la acera de los impares, como el número 19: una especie de azulejo mordido en las cuatro esquinas. Estos azulejos que hay en más calles de la ciudad tenían la función de indicar donde había, en el suelo, una acometida de agua para que los bomberos pudieran enganchar sus mangueras en caso de incendios, o si había jardines en sus inmediaciones, que los obreros municipales pudieran regarlos. Por eso antes tenían un dibujo en el que veía un casco de bombero.

Germán Gamazo Calvo, que es el personaje que da nombre a la calle, nació en Boecillo en 1840. Licenciado en Derecho, residía en Madrid. Fue diputado a Cortes por Valladolid, ministro de Fomento, de Ultramar, y de Hacienda. Falleció a los 51 años. Según el libro «Nuestras calles y sus personajes», Gamazo colaboró en la construcción del Hospital Provincial y la Facultad de Medicina, y, entre otras cosas más, a él se debió la entrega del Monasterio de Prado para llevar al mismo el Manicomio Provincial.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Premios Goya

La quiniela de los premios Goya 2025

Equipo de Pantallas, Leticia Aróstegui, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández y Mikel Labastida

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Calle Gamazo, tras las huellas de la burguesía vallisoletana del siglo XX