El edificio de Duque de Lerma de Valladolid. Rodrigo Ucero

Curioseando por Valladolid

El edificio más alto de Valladolid que estuvo décadas abandonado

Desde su inauguración oficial en 1999, el rascacielos Duque de Lerma ha atravesado diferentes trabas; hoy es un icono de la ciudad

Carolina Amo

Valladolid

Martes, 26 de noviembre 2024, 06:47

Valladolid no es Nueva York, está claro. Pasear entre una multitud asfixiante de gente o alzar la vista y encontrarse rodeado de enormes rascacielos no forma parte del día a día de la capital del Pisuerga. Sin embargo, para Valladolid, el sueño de tener un ... edificio similar a los de la Gran Manzana se cumplió en 1970, justo cuando se empezó a construir el edificio Duque de Lerma. La torre ubicada en un lateral del río Pisuerga se convirtió durante unas décadas en el punto más elevado de Castilla y León. Lo fue hasta la inauguración en 2009 de la Torre de La Rosaleda (en la localidad leonesa de Ponferrada) que obligó a la construcción vallisoletana a quedar relegada a un segundo puesto del 'ranking'.

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En los años 70 la construcción del Duque de Lerma pretendía ser el primer edificio de un proyecto denominado 'Los Vigías de Castilla' que consistía en construir tres rascacielos de 32 plantas y 100 metros de altura en la orilla oeste del río Pisuerga. La torre está compuesta de un total de 23 plantas, aunque solo 21 de ellas son habitables. Gracias a sus 120 viviendas residenciales, la fachada del inmueble se convirtió en un icono para la ciudad a lo largo de los años ochenta y noventa. No obstante, durante esos años la torre se mantuvo inhabitada, luciendo casi abandonada. Durante esta época el Duque de Lerma no solo estuvo vació de vida, sino que también contó con varios 'okupas'. Pronto la fachada del edificio fue un mural reivindicativo con famosas proclamas como 'OTAN no', 'Vida sí' y 'Bases fuera'. El estado de deterioro era tal que se planteó su derribo en varias ocasiones, aunque finalmente nunca se llegó a este extremo.

Fue entonces cuando surgió otra alternativa, rehabilitar el rascacielos vallisoletano. Las obras no finalizaron hasta 1999, fecha en la que se considera inaugurado el edificio al completo. El nombre de la torre se debe a Francisco de Sandoval y Rojas, primer Duque de Lerma, que consiguió que la corte se trasladara a Valladolid entre los años 1601 y 1606. Este hecho conocido supuso que la ciudad se convirtiera en la capital del Imperio durante estos años.

Tras esta inauguración, al fin oficial, no solo se construyeron las viviendas, sino que también se decidió aprovechar la última planta para diseñar una azotea acristalada que planeaba abrirse como restaurante con vistas a toda la ciudad, siendo el local de mayor altura de Valladolid. Sin embargo, este terminó siendo otro proyecto truncado para la torre, pues se descubrió que el edificio se encontraba en situación irregular desde 2004. Es decir, tenía que quedar a la espera de un Plan General de Ordenación Urbana que regularizara el inmueble. Esta situación no ha hecho más que retrasar la instalación del famoso restaurante, que todavía se aprovecha como mirador (el cual recibe visitas de manera habitual).

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Muchos consideran este último retraso como una nueva maldición en la serie del Duque de Lerma que aún se mantiene a la espera de regularizarse. Y es que, desde su inauguración los contratiempos no han parado de sucederse hasta la actualidad. A pesar de esta mala racha repetitiva, la torre se ha convertido en el único rascacielos de Valladolid que se mantiene habitado casi en su totalidad, lo que le hace ser conocido y visitado por muchos vecinos de la ciudad.

La próxima semana

Son muchos los relojes de agujas que se distribuyen por toda la ciudad. Muchos de ellos, por alguna razón desconocida, están parados o marcan una hora errónea. Desde Curioseando por Valladolid nos acercamos hasta el edificio de Duque de la Victoria para explicar la historia del reloj que reluce en su fachada.

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