Anna Surinyach, una de las voces más comprometidas y respetadas del fotoperiodismo internacional, estuvo también presente en el IV Congreso de Periodismo Miguel Delibes de El Norte. La periodista y fotógrafa barcelonesa nacida en 1985, es conocida por su labor documental centrada en las migraciones y crisis humanitarias alrededor del mundo. Su trayectoria profesional, marcada por la excelencia visual y el rigor periodístico, ha sido reconocida con numerosos galardones como el Istanbul Photo Award, el Premio Zampa y el Premio Desalambre a la perseverancia.
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Surinyach, cofundadora y editora gráfica de la revista 5W, ha dedicado su vida a dar voz a los desplazados, a aquellos cuyas historias rara vez llegan a los grandes medios de comunicación. Su ponencia se centró precisamente en la importancia del fotoperiodismo como una herramienta de denuncia y visibilización de las realidades silenciadas. Habló de su trabajo en el proyecto 'Mar de luto', que le valió numerosos premios, en el que documentó las rutas migratorias desde África hacia Europa y la tragedia de los naufragios en el Mediterráneo. Este trabajo está protagonizado por Mohamed, Maisa, Maimouna, Lamine, Bamba, Abou, Siby… «Son sólo algunos de los que faltan y han desaparecido«, denunció Surinyach. «Me he pasado mucho tiempo documentando rutas migratorias. 'Mar de luto' es la respuesta a la impotencia que me ha generado trabajar en barcos de rescate durante tanto tiempo», apuntó.
La ponente compartió conmovedoras historias personales que ha documentado durante años de trabajo. Entre ellas, destacó la de Uler, un chico somalí de 15 años que fue rescatado en 2015 pero falleció poco después. «Si Uler hubiera muerto en Libia, nadie se habría enterado», dijo, subrayando la invisibilidad de estas tragedias. También habló de Sara, una niña libia rescatada por la ong Open Arms, cuya madre y hermano fallecieron durante la travesía y que nunca aparecieron en las estadísticas. «En aquella patera hubo 12 muertes que no fueron portada, porque ya habíamos normalizado lo que pasa en el Mediterráneo. Vi que aquello no importaba y entonces empecé a pensar en el proyecto 'Mar de Luto', para visibilizar esas muertes que ocurren en nuestros mares y que Europa pretende esconder», prosiguió.
35.394. Esa es la escalofriante cifra de las personas que han perdido la vida en las rutas del Mediterráneo. «En Europa tenemos una deuda pendiente. No existe un organismo oficial que contabilice lo que realmente supone esta masacre. Las cifras que tenemos son facilitadas por las ONG´s. No existe una ventanilla oficial en ningún país de la Unión Europea para denunciar estas desapariciones», dice esta fotógrafa, cuyo trabajo busca generar conciencia y movilizar a la sociedad hacia una acción real.
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Habló de los naufragios invisibles. De aquellas pateras que desaparecen y de las que nunca más se sabe. Recordó a Maisha, que salió de Punta Malabata (Tánger) y desapareció en 2017. «En los barcos de salvamento no hay socorristas y Maisha se hundió ante los ojos de los trabajadores de salvamento marítimo. Nadie asume estas desapariciones y eso hace que no haya un documento que corrobore que esas personas han desaparecido. Ahora, su hijo no tiene derecho a pensión de orfandad y a heredar, ya que su madre no está dada por muerta», relató.
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Surinyach, que ha hecho de su cámara una herramienta de cambio social, explicó que muchos de los cuerpos recuperados en el Mediterráneo terminan en cementerios con lápidas que solo mencionan el número de la patera en la que viajaban, sin ninguna referencia a sus nombres o historias personales. «El delito de desaparición es uno de los peores porque está rodeado de mucha incertidumbre y nunca acabar puedes el duelo», reflexionó evidenciando la angustia de los familiares que no logran saber el destino de sus seres queridos. Habló también de la soledad de los supervivientes como Fofana, quien debe vivir en el anonimato, porque son perseguidos. «Fue el único superviviente de su patera y la primera entrevista que le hicieron en Gran Canaria no fue hecha por psicólogos, sino por policías nacionales. Son vistos como culpables», remató.
Su trabajo va más allá de capturar imágenes impactantes. Busca dar un rostro y una voz a las personas que la sociedad suele olvidar. Tal y como explicó, 'Mar de luto' está sirviendo para visibilizar que detrás de cada cifra hay una historia humana que merece ser contada.
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