Literarte

Los cuadros que legó Rubens a España gracias a su estancia en Valladolid

Algunas de sus obras creadas en la península ibérica se conservan en el Museo Nacional de Escultura de la capital vallisoletana o en el Museo del Prado pero otras han desaparecido

Domingo, 24 de noviembre 2024, 08:27

La presencia del afamado pinto Peter Paul Rubens en Valladolid no pasa por alto durante los primeros años del siglo XVII, allá cuando en la ciudad habitaban -por contingencias regias y por decisiones monacales- los más grandes artistas de la historia. En concreto, confluyeron al ... mismo tiempo grandes fuentes de agitación cultural como Góngora, Cervantes o Francisco de Quevedo, que estudió a sus veinte años en la universidad de la ciudad.

Publicidad

Recordemos que Rubens llegaba a Valladolid en visita diplomática por encargo del Duque de Mantua, para limar asperezas con el Duque de Lerma y comenzar una nueva relación con Felipe III, por aquel entonces rey de España. En 1603 Rubens partió con diez trasuntos de obras originales para engalanar el despacho del Duque. El pintor observó que, durante el largo recorrido entre las capitales, varios de los cuadros habían sufrido daños, consiguiendo rescatar a algunos del olvido, pero condenando a dos debido a sus desperfectos irreparables.

Ante tal tesitura, Rubens decidió ofrecer sus servicios al rey y al duque, pintando para ellos el 'Demócrito y Heráclito' que hoy descansa en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Durante su estancia en la capital, Rubens pintó el famoso retrato ecuestre del duque de Lerma, que se encuentra en el Museo del Prado y que firmaría para siempre su amistad.

Parece ser que Rubens se encontraba obsesionado con la figura de estos dos filósofos griegos, pues no cejaba en su empeño de representarlos, existiendo varias obras en las que aparecen sus rostros y sus ingeniosas cavilaciones. Pero el que nos ocupa, el 'Demócrito y Heráclito' es curioso por su historia singular, por su origen y por la semiótica que se cierne sobre el cuadro.

Publicidad

Para comenzar, llegó al Museo Nacional de Escultura de Valladolid de la mano del Ministerio de Cultura, quien lo adquirió por un total de 661.000 libras esterlinas al magnate del petróleo Ahram Ojjeh que se había hecho con el mismo en la subasta de Christie`s en 1999. La obra volvía, tras casi cuatrocientos años, a su lugar de origen.

Según los expertos, el tema representa la silueta de los dos filósofos y, entre ellos, un globo terráqueo desdibujado. Demócrito es fiel epígono de Leucipo, quien fuera su maestro en la teoría atomista, muy en boga también durante el Renacimiento. El atomismo busca explicar la naturaleza de la materia y los fenómenos de cambio en el universo a través de la concepción de que los átomos se mueven a través del vacío y se combinan en diferentes formas para crear todo aquello que existe. Este personaje de la historia está muy relacionado, y sobre todo en el cuadro de Rubens, con el temperamento sanguíneo. Por ello lo envuelve el manto rojo característico de la escena.

Publicidad

Heráclito cuenta con un rostro mohíno y apesadumbrado, colmado de gracia por el oscuro manto que lo cubre. La estampa parece contener reminiscencias de una reconocida obra de Panigarola Prinetti, en cuyo salón se exhibían los dos sabios encajonados en el marco de madera. El motivo es repetitivo en varios artistas como Donatello Bramante, al que se le conocen también varios 'Heráclito y Demócrito'.

Por aquel entonces, entre Rubens y el duque de Lerma ya existía una gran amistad, o al menos un respeto mutuo, que se manifestó en el acercamiento definitivo que tuvo como corolario de su relación el magnífico retrato ecuestre del Duque de Lerma. Pide permiso, para realizar el cuadro al duque de Mantua, ya que por aquel entonces estaba bajo la protección de este, y permanece en Valladolid hasta que da por finalizada su creación. El duque de Lerma ordenó a Rubens visitar a la realeza en su Casa de Campo, cerca de Aranda de Duero, para que allí terminase su retrato ecuestre y ya nadie sabe lo que se habló en los pasillos de aquellas estancias en La Ventosilla, pues se cree que Rubens participó directamente en la creación de varios lienzos que luego fueron siguiendo diferentes rutas hasta llegar algunos al Museo del Prado y otros a perderse para siempre.

Publicidad

Se cree que Rubens realizó 'Retratos de Damas Españolas', 'Retratos de veinticuatro emperatrices' y otro lienzo regio que nunca se han encontrado, aunque pueden permanecer en colecciones privadas pues habida cuenta se tiene de su existencia en los documentos y en los archivos.

Rubens volvió a Mantua, con casi veintisiete años, para cumplir con su misión de embajador, convirtiéndose también en pintor de corte y en una figura importante en el barroco europeo, transgrediendo su nombre a las altas esferas y proyectando su prolífico talento en obras religiosas, mitológicas y en retratos como los que han llegado hoy a nosotros.

Publicidad

Moriría el 30 de mayo de 1640 en Amberes, víctima de un fallo cardíaco causado por la gota que padecía. Suponemos que Peter Paul Rubens alcanzó la cumbre artística y pictórica, pero nunca habría de olvidarse de su cordial relación con el Duque de Lerma, y de su estancia en lo que entonces fue la capital del Reino de España, llevando consigo a Valladolid y dejando en su obra una importante huella cuyos testigos son estos cuadros que han marcado la historia de la ciudad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Sobre la firma

León (1996). Graduado en Educación Primaria por la Universidad de León. Realizó el Máster en Arte, Literatura y Cultura Contemporánea en la Universidad Oberta de Catalunya. En Leonoticias desde 2023. Articulista de opinión. Responsable en Leonoticias de 'El Odonista' y 'Edificios Emblemáticos de León' y en El Norte de Castilla de 'LiterArte'.

Publicidad