Comienza la 'operación antibaches' en las carreteras de Valladolid con obras en la Autovía del Duero y la A-6

Comienza la 'operación antibaches' en las carreteras de Valladolid. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que preside el vallisoletano Óscar Puente, ha anunciado que este mismo martes comenzarán las obras para solventar los problemas de pavimentación que registran varios tramos de carreteras a su paso por la provincia. La intervención, que se prolongará «durante los próximos meses», afectará a un total de 220 kilómetros de las principales carreteras de Valladolid, con especial incidencia en la Autovía del Duero (A-11), que en su tramo entre La Cistérniga y Tudela de Duero tuvo que rebajar de 100 a 80 kilometros por hora la velocidad máxima por la reiterada presencia de baches y socavones en el firme. Un poco más de dos meses después de señalizar estos desniveles en el terreno, el Gobierno anuncia una partida de 3,82 millones de euros (IVA incluido) para resolverlos.

Por ese tramo de la Autovía del Duero circulan a diario una media de 19.955 vehículos, de los cuales, el 13,2% son pesados. El mal estado del firme se había acentuado en los últimos meses, con la calzada agrietada a lo largo de los 17 kilómetros del tramo de autovía y baches que afectaban, especialmente, al carril derecho. El mal estado del firme era tan evidente que hasta el Gobierno reconocía su peligrosidad y por eso rebajaba la velocidad máxima a la que se podía circular por ese doble carril (por debajo incluso del límite fijado para una carretera convencional del doble sentido).

Los trabajos, según explican desde el ministerio, «se irán desarrollando de forma secuencial», aunque sin precisar en qué momento afectará a cada una de las carreteras. Así, se ejecutarán «obras de rehabilitación superficial del pavimento» en la Autovía del Duero (entre los kilómetros 343,6 y 358, desde La Cistérniga hasta el fin del tramo de doble carril pasado Tudela). Además, se extenderá la intervencion a varios tramos sin desdoblar de la N-122 (entre los kilómetros 296,5 y 335, con lo que se llega hasta el límite con la provincia de Burgos).

También está prevista la renovación del firme en la A-6 (en un tramo de 129 kilómetros, con especial atención a la calzada entre Adanero y Medina del Campo, una vez pasado Tordesillas y entre Urueña y Benavente). Por último, las obras llegarán a la N-610, del kilómetro 36, al 74,2, entre Villalón y la localidad leonesa de Valderas.

«El objetivo de estas actuaciones es mantener unas adecuadas condiciones de vialidad y seguridad de las autovías y carreteras afectadas, para lo que se procederá al fresado del pavimento que presenta deterioro y agotamiento», aseguran desde el Ministerio, que no incluye en esta partida otras carreteras en las que recientemente se han identificado y señalizado baches. Es el caso de la ronda VA-20 (este y norte), que será objeto de una renovación completa, con una inversión anunciada de 16 millones para «humanizar esta vía», que ganará en zonas verdes y donde no se podrá circular a más de 50 kilómetros por hora (ahora el límite está en 80).

Una vez completada la fase de fresado, «posteriormente, se repondrá el firme deteriorado con mezclas bituminosas en caliente. Finalmente, se procederá al repintado de las marcas viales horizontales y la limpieza y terminación de las obras», aseguran desde el Ministerio, que añade que estas no serán las únicas obras que se acometerán en la red de carreteras del Estado de Castilla y León. «Se irá informando con suficiente antelación de ellas», añaden. Los trabajos que ahora comienzan se producen justo cuando el verano está a la vuelta de la esquina.

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