Valladolid
Limitan a 80 por hora la velocidad en la Autovía del Duero por los bachesSecciones
Servicios
Destacamos
Valladolid
Limitan a 80 por hora la velocidad en la Autovía del Duero por los bachesCircular por la Autovía del Duero (A-11) entre Valladolid y Tudela de Duero es una tortura para los neumáticos, una prueba de fuego para los amortiguadores, un traqueteo continuo para el conductor. El firme de la calzada está en un estado pésimo: baches, llagas, ... fisuras, agujeros y boquetes en el asfalto. Son 27,8 kilómetros (13,9 en cada sentido) y no hay ni uno solo que se salve.
Este párrafo podría parecer una exageración, pero el propio Gobierno lo reconoce. La Autovía del Duero (la titularidad es del Estado) es un desastre en ese tramo. De hecho, el Ministerio de Transportes, que dirige el vallisoletano Óscar Puente, acaba de colocar varias señales (en todas las incorporaciones a la vía) que alertan a los conductores no solo de la presencia de baches, sino que también les obliga a levantar el pie del acelerador.
Noticia relacionada
Pedro Resina
Desde esta semana, los coches no deberían ir por la Autovía del Duero a más de 80 kilómetros por hora. La velocidad máxima permitida ahora en la A-11 (entre Valladolid y Tudela) está por debajo de la de una carretera comarcal (con menos arcén y doble sentido de circulación), donde se puede circular a 90 por hora. Es decir, un vehículo que vaya desde Valladolid a Peñafiel podrá transitar a más velocidad por el tramo no desdoblado que por el de la autovía.
El Ministerio de Transportes no ha anunciado -aunque se ha pedido información al respecto- una futura inversión para reparar el firme de la autovía. ¿Se solucionará pronto? No hay respuesta desde el Ministerio ni desde la demarcación de carreteras, pero la colocación de estas señales no invita a pensar que haya una solución cercana. Los carteles instalados no tienen ese fondo naranja que se usa en casos de obras o señalización temporal. Son señales blancas, con visos de permanecer ahí durante mucho tiempo.
De momento, el pavimento es una sucesión de baches que no da respiro al conductor. El primer aviso llega en la rotonda de La Cistérniga, que ganó un carril para intentar rebajar los atascos y que presenta agujeros y desniveles en el firme en la zona más cercana a la salida hacia la localidad vallisoletana. El peor tramo en dirección hacia Soria está entre el Canal del Duero y la incorporación a Tudela de Duero.
En sentido contrario (dirección Valladolid) el pavimento está en peor estado, con muchos desniveles en torno al kilómetro 351, parches en las inmediaciones del Canal del Duero e importantes baches una vez pasada la primera vía de servicio hacia La Cistérniga.
Este tramo de la Autovía del Duero cumple 22 años en este 2024. El 19 de abril de 2002 se abrieron al tráfico los 8,9 kilómetros desdoblados desde el polígono de La Mora hasta pasado Tudela de Duero, en dirección hacia Traspinedo y Peñafiel. Tres meses después, el 29 de julio de 2002, se inauguraba la variante de La Cistérniga, incluido el falso túnel de 340 metros. Desde entonces, en varias ocasiones, se ha intervenido en el firme con el reasfaltado o la reparación puntual de baches y fisuras. Por eso, se aprecian en la calzada parches con distintas tonalidades de pavimento, un collage de asfalto y aglomerado.
Cada día, por ese tramo de la A-11 circulan 19.955 vehículos. Esa es la intensidad media diaria que figura en los mapas de tráfico del ministerio, a la altura de La Cistérniga, en el punto kilométrico 356. De esos, 2.658 son camiones y vehículos pesados (el 13,2%). Hay otra estación medidora antes de Tudela de Duero (kilómetro 347). Por allí pasan 11.802 vehículos al día (de ellos, 1.730 pesados, el 14,6%).
Los presupuestos generales del Estado reservan, de media, en torno a 16 millones de euros para la conservación de las carreteras de las que es titular. El pasado mes de diciembre, el Ministerio de Transportes licitó por 23 millones el contrato -con una duración de tres años- para la conservación de 183 kilómetros de carreteras en la provincia de Valladolid (de ellos, 157 en autovías).
80 kilómetros por hora
es la velocidad máxima permitida en la Autovía del Duero (A-11), en el tramo entre La Cistérniga y Tudela de Duero.
El catálogo oficial del Gobierno recoge su responsabilidad en 544 kilómetros de carretera en Valladolid. Aquí se incluyen la A-60 (Valladolid-León), la A-62 (Burgos-Salamanca), la N-601 (Madrid-Gijón), N-610 (Palencia-Benavente), la N-620 (Burgos-Portugal) o las rondas. También este tramo de la A-11, calificada como «autopista libre/autovía» aunque, de forma habitual, la velocidad máxima en esta vía no está fijada en los habituales 120 kilómetros por hora, sino en 100. Ahora, por culpa de estos baches sin reparar, el máximo permitido es de 80 kilómetros por hora, por debajo de los 90 permitidos en una carretera convencional.
De este modo, a partir de ahora, ir por la A-11 entre Valladolid y Tudela a 81 kilómetros por hora puede conllevar una multa de cien euros. Si un conductor es cazado por un radar a 111 kilómetros por hora por esa autovía (con la limitación actual de velocidad) se enfrenta a 300 euros de sanción y la retirada de dos puntos del carné.
Un informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC) concluye que circular por carreteras en mal estado dispara el consumo de combustible por encima del 10%. Y además están los posibles daños que pueda sufrir el vehículo. La asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) explica que si se registra un accidente «producido por culpa del mal estado de conservación de la carretera, se tiene derecho a reclamar a la administración titular de la vía la indemnización por daños y perjuicios que se hayan ocasionado». El plazo para reclamar, explican, es de un año y «es necesario acreditar la relación causal entre el daño y el mal estado de la carretera», algo que no resulta sencillo, por lo que AEA anima a «recabar todas las pruebas que sean posible, como atestados, fotos o testigos».
No es la primera vez que las autovías vallisoletanas se enfrentan a una situación similar. En la primavera de 2018, las grietas en el firme también obligaron a rebajar la velocidad máxima en la A-62, la A-66 o la A-67, después de varios años (derivados de la crisis económica) en los que apenas hubo inversión del Estado en conservación del pavimento. En esos casos, la señalización se hizo con señales temporales, que también rebajaron en veinte kilómetros por hora la velocidad máxima a la que se podía circular.
Eso sí, en esos casos, las autovías tenían un límite de 120, por lo que la rebaja se quedó en 100 (y no en los 80 que tiene ahora la Autovía del Duero). Las obras para la reparación del firme, en ese caso de la A-62 en 2018, comenzaron cinco meses después de la colocación de las señales viales que alertaban de los baches.
También en 2018 se señalizaron los baches en la Autovía del Duero y se limitó a 80 por hora la velocidad máxima por la calzada.
Eso sí, en ese caso, se colocaron señales temporales, con los fondos amarillentos o anaranjados, y no los indicadores instalados en la actualidad, con carácter más permantente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.