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El factor precio es una de las claves en el sector de la hostelería. Es un factor decisivo para muchos que tienen que comer fuera a diario. Para los hosteleros es todo un quebradero de cabeza fijar un PVP módico, teniendo en cuenta sus elevados ... costes fijos. Más, en un momento en el que la luz y las materias primas están por las nubes, por no hablar de los seguros sociales, seguros de responsabilidad civil, alquileres y otros gastos fijos en los que los bares y restaurantes incurren mes a mes.
A principios del año 2022, un equipo de El Norte de Castilla, recorrió la ciudad en busca de establecimientos que cumplieran las 3 'B': Bueno, Bonito y sobre todo, Barato. La oferta es amplia y en la mayoría de los locales, el precio oscila entre los 12 y 16 euros. Sin embargo, encontramos varios negocios, cuyo precio del menú del día estaba fijado en 10 euros o menos. Un año después, con una guerra de por medio, con la inflación disparada y una crisis energética de escala mundial, visitamos estos mismos establecimientos, para ver si han podido mantener esa misma política de precios bajos.
José Antonio de la Fuente
Bar Gredos
Empezamos la ruta en el Bar Gredos, que tras 35 años de trayectoria, se ha ganado por méritos propios ser uno de los preferidos de la clientela del barrio de las Delicias. Tras la barra encontramos a José Antonio de la Fuente, a su mujer Yolanda y a su tía Mari Carmen. Su oferta es muy variada, cinco primeros, seis segundos, pan, postre y bebida. Si bien, el año pasado el menú costaba 6,90 euros este año, lo han tenido que subir a 7,90 euros. «Nos hemos visto obligados», justifica José Antonio, quien llevaba dos meses informando a sus habituales sobre la inminente subida.
«Nos ha costado tomar la decisión, porque muchos de nuestros clientes son personas que viven solas, a las que el dinero no les sobra. Hemos intentado aguantar todo lo posible, hasta que el pasado 2 de enero, subimos ese euro, que a nosotros nos da un poco más de margen. No amortiguamos la subida que hemos sufrido nosotros, pero tampoco queremos aumentar más, para que la clientela no lo sufra», informa este hostelero.
Los precios en los bares de Valladolid
El menú que hoy cocinan, tiene de primeros, entremeses, sopas de ajo, patatas riojanas, raviolis con tomate y judías verdes. Todo muy apetecible y casero. «Los proveedores no los hemos cambiado, pero las subidas que estamos teniendo, son impresionantes. De luz, por ejemplo, veníamos pagando unos 380 euros. El último recibo que nos ha venido, es de 540. Así es muy difícil mantenerse», dice.
Caso diferente, es el de Mario Ramos, gerente de la Cafetería de Usos Múltiples, a la que acuden muchos trabajadores del edificio, de la zona y también aquellos que acuden a realizar gestiones administrativas. También sufre el encarecimiento de las materias primas y energía, sin embargo, él depende de una concesión con unos precios ya estipulados y que llevan sin modificarse desde finales de 2021. Las subidas de los PVP se las deben aprobar.
Su menú del día incluye un primero, que suele ser un guiso, un segundo de carne o pesado y el postre. El precio es 7,10 euros. «Nuestro caso no es comparable al del resto de la hostelería. A nosotros nos marcan unos precios de venta al público que no podemos tocar. Ahora, como todo ha subido, nuestro margen es mínimo», explica Ramos quien se las tiene que ingeniar para amortiguar el encarecimiento de las materias primas. «Estamos manteniendo la calidad y variedad en los platos y lo que hacemos es buscar el supermercado más barato», informa.
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Estudiantes, trabajadores y muchos mayores que viven solos, acuden a diario a comer Donde Tito, en la calle Cerrada. Un negocio que regentan José Vergara y su mujer Tito, y que se fundamenta en una filosofía clara: ofrecer cocina tradicional, de calidad y al mejor precio. Se lo han tomado tan en serio que han decidido mantener el PVP que ya ofrecían el año pasado. La crisis, la inflación y el encarecimiento de productos básicos no pueden con su ilusión dejar a su clientela satisfecha. En su caso, su oferta es muy diferente a la del resto, ya que no ofrecen un menú del día, sino un plato del día con pan, a un precio de 3,5 euros. La bebida no se incluye.
mari luz
Taberna Nachete
«Mientras podamos, lo mantendremos a este precio, a ver si así, con ayuda de todos, salimos de esta crisis tan horrible», dice José. Sus clientes están encantados. Ven como todo sube, pero que nosotros nos mantenemos en nuestros precios. La cerveza está un 10% más cara, los refrescos también. La carne, pescado y verduras se han disparado. Nosotros lo usamos todo fresco, así que damos muchas vueltas hasta que encontramos los precios más económicos. Muchos de nuestros clientes nos dicen que no se explican cómo lo hacemos», dice este restaurador, que hoy ofrece patatas con carne o pollo asado con patata panadera. «En estos días de frío, un guiso es obligatorio y los viernes damos cocido completo por 11 euros. Nos lo quitan de las manos», afirma.
Jorge García está al frente de El Cafetín de Cobalto, un negocio de hostelería que abre de lunes a viernes y que tiene una enorme aceptación entre los trabajadores y clientes del polígono San Cristóbal. El pasado año, contaba a El Norte que el precio de su menú, incluida la bebida, pan y café, era de 9,50 euros. Este año ha decidido aumentar un poquito el precio, para compensar todas las subidas que él esta soportando.
«Ahora cobramos el menú a 10 euros. Es muy barato, pero dada la complicada situación que estamos viviendo todos, no quiero repercutírselo a mi clientela. Comprendo que todos vamos muy ajustados. Así que lo que hago es trabajar más. Entro a las 4:30 de la mañana y así me ahorro dos trabajadores. También intento comprar más cantidad de producto para que me salga más barato. Me queda poco margen por menú, pero mi negocio está en dar muchas comidas al día. El año pasado dábamos entre 90 y 100 comidas diarias. Como la gente busca precios económicos, muchos me eligen y ahora doy unas 115-120 comidas al día», comenta este hostelero, que ha pasado de pagar 400 euros mensuales de luz, a pagar 800 euros.
«El café lo he subido 10 céntimos, de 1 euro, a 1,10 euros. Los almuerzos también los he subido un poquito. Un montadito generoso y un café, lo cobro a 2,50 euros. Antes lo estaba cobrando a 2 euros. A la hora del almuerzo, tengo muchísima clientela. Eso me da un respiro», subraya.
A 10 euros clavados cobraba Mari Luz, de la Taberna Nachete, su menú del día el año pasado. Este pasado 2 de enero, lo empezó a cobrar a 12 euros. «Era del todo imposible mantenerlo en aquel precio. Tampoco lo queríamos subir mucho más, para no perjudicar a nuestros clientes, pero el margen que nos queda, sigue siendo muy bajo», dice esta hostelera que ve como la lista de la compra cada vez está más cara. «La carne y el pescado están por las nubes. Los huevos y el aceite a precio de oro. Cada vez es más difícil tener un precio asequible, porque la calidad que damos, es de primera», asegura.
Este negocio abrió en plena pandemia y poco a poco ha ido calando entre los vecinos y trabajadores del Camino de la Esperanza. Ofrece cada día 3 primeros variados y 3 segundos (2 de carne y 1 pescado). En los 12 euros se incluye el pan, el postre y la bebida. «Hoy tengo cocido y ya tengo 18 comensales apalabrados, además de los que vengan para llevárselo a casa. Todos han aceptado bien la subida, porque ven la calidad de lo que ofrezco. La tenía que haber hecho antes, pero he aguantado todo lo que he podido», continúa.
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