Siguiente paso: presión epistolar. El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha anunciado este miércoles que todos los lunes, después de la Junta de Gobierno, remitirá una carta al ministro de Transportes, Óscar Puente, hasta que el exregidor acceda a sentarse con él para ... abordar el soterramiento de las vías a su paso por la ciudad, algo que considera que es «el mínimo común que debe presidir las relaciones institucionales». «El Ayuntamiento debe ser escuchado; no se lo pide el alcalde, la gran mayoría de los ciudadanos están representados en esta mesa», insistía el máximo responsable municipal, quien ha anunciado un viaje a Murcia próximamente con representantes de este foro para conocer 'in situ' los beneficios que esta obra ha generado en aquella ciudad.
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Antonio G. Encinas
El máximo responsable municipal ha presidido hoy la segunda mesa sobre este proyecto a la que se han adherido cinco nuevas entidades hasta llegar a las 21, lo que, a juicio de Carnero, refleja que el soterramiento «no depende de la ideología» de unos u otros, sino que es «un proyecto de ciudad». Universidades, empresarios, constructores, sindicatos, comercio... son algunos de sectores representados «En pocos meses se ha concretado la unanimidad», subrayaba. Para Carnero el diálogo debería abrirse de manera inmediata y para ello las diferentes instituciones representadas en este grupo también contarán con una misiva para reclamárselo al ministro y a la Sociedad Alta Velocidad.
Carnero ha apuntado que se debe convocar el consejo de administración «a la mayor brevedad posible y al más alto nivel» para analizar los diferentes proyectos del plan de integración, que, dijo, por el momento «tienen poco andado». «No se va a abordar nada que suponga un punto de no retorno, que impida acometer el soterramiento», ha advertido el alcalde, quien recordó que las últimas cifras que se barajan sobre su coste rondan los 650 millones de euros.
En esa reunión también se quiere solicitar la elaboración de un estudio técnico sobre el soterramiento, la inversión necesaria y las diferentes posibilidades de financiación. El alcalde se ha mostrado abierto a realizar esa costura del lecho ferroviario por fases, a establecer la longitud de la misma -ha hablado de siete kilómetros- y a tratar las diferentes aportaciones económicas que se deberían hacer, sin olvidarse de los fondos que podrían llegar de la Unión Europea. El regidor se ha preguntado por qué en ciudades como Moncada y Reixach sí aprueba la obra y en Valladolid ni se plantea. Así, se ha preguntado si los vecinos de Delicias tienen menos derechos que los de la localidad catalana. Carnero ha añadido que «el silencio del ministro hace que sea más determinado y más obstinado» para lograr un objetivo que no es un capricho suyo, sino una petición de Valladolid, como avala el resultado electoral que le ha aupado a la Alcaldía.
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