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Lo celebraba el PP de Valladolid en el pleno. Hoy, lunes, la localidad barcelonesa de Moncada y Reixach inicia las obras de soterramiento. Aportaba el edil responsable de Movilidad, Alberto Gutiérrez, tres datos relevantes sobre el tajo catalán: 540 millones de euros procedentes 100% ... del Gobierno central, adiós a cinco kilómetros de vías en superficie en una población de menos de 40.000 habitantes y siete años por delante para enterrarlas. Leía el alcalde después que este municipio esperaba desde hace más de treinta años esta solución. Pues bien, Jesús Julio Carnero ha insistido en la sesión en que está dispuesto a dar la batalla para lograr ese objetivo. Recalcaba que trabajará «hasta la extenuación» para culminar su promesa electoral con mayúsculas, mientras que el PSOE le acusaba de «estafa».
PP y Vox han aprobado en solitario una moción en la que se insta al Ministerio que dirige Óscar Puente a abrir de manera urgente un diálogo para abordar la costura del actual lecho ferroviario, a paralizar los proyectos de integración que puedan comprometer esta solución, a elaborar un estudio económico sobre la obra y a fijar criterios objetivos sobre la idoneidad o no de acometer este tipo de intervenciones. ¿Por qué unos sí y en Valladolid no? Esta es la pregunta que se hacen los defensores locales de la gran obra.
La contestación de la oposición apuntó directa a Carnero. «Cada vez se le estrecha más ese callejón sin salida, es un insulto a sus votantes, porque usted dijo que soterraría independientemente de quién gobernara», le espetaba Pedro Herrero, portavoz del PSOE, quien no se olvidó de recordar que el plan de túneles y pasarelas llegó con el PP en el Gobierno y en la Junta ante la inminente quiebra de la sociedad que gestionaba la operación. A Herrero le pidió el popular Alberto Gutiérrez que intercediera ante el ministro. «Haga usted de mediador salvadoreño», le reclamaba antes de subrayar que no es de recibo que el Gobierno ni conteste a las peticiones del máximo responsable del Ayuntamiento. Herrero metía su puya al asegurar que si Carnero se «ha ido al Senado a soterrar», para qué le hace falta una moción en sede municipal. «Cuando uno promete y sale de alcalde tiene que apechugar», abundaba el socialista. «Lo que Valladolid pide es igualdad», insistía Alberto Gutiérrez, quien también apuntaba que la misma operación se afrontará en Hospitalet de Llobregat y añadía que Valladolid, con una historia de más de veinte años detrás de ese objetivo, «se lleva la palma» en la necesidad de acabar con la brecha que divide la ciudad.
Que el soterramiento será protagonista del mandato es claro. Y que en estos cuatro años no arrancará, parece que también. De momento, hay solo un anuncio en la euforia de la campaña y con el escenario de que Feijóo llegaría a La Moncloa, como así consta en el mensaje que Carnero tiene fijado en su cuenta de la red social X. Ni plazos, ni presupuesto aproximado ni tampoco una idea sobre la envergadura de la obra. «Solo un 25% de voluntad política, que es la representación municipal en el consejo de administración de Alta Velocidad», le recordaba Jonathan Racionero, de Toma la Palabra.
Pero el gobierno municipal no va a cejar en el empeño. «Soterrar es fundamental, no podemos seguir con pasarelas y túneles», destacaba el edil de Vox Alberto Cuadrado. «Vengan al lado bueno de la fuerza, hagan lo que mejor saben hacer: cambiar de criterio», les invitaba el concejal a la bancada del PSOE.
El desencuentro sobre el futuro de las vías se tornó en acuerdo en el caso de moción presentada por la concejala de Eventos y Marca de Ciudad, Blanca Jiménez. Aunque en este caso la propuesta también dependa de un tercero: el Gobierno de Pedro Sánchez. Todos los grupos aprobaron por unanimidad solicitar al Ejecutivo central la construcción de un Museo Nacional del Cine en Valladolid, una ciudad con larga trayectoria en este arte y del que se habla desde tiempos de León de la Riva. El acuerdo fue completo, aunque el PSOE quiso matizar que ese plan ya estaba en los cajones de la exconcejala de Cultura, Ana Redondo, y acusó a Jiménez de desempolvarlo para tapar los «incumplimientos» del actual equipo. Jiménez rechazó haberse basado en esas gestiones -«no las conocía», dijo- y aceptó la propuesta de Toma la Palabra para que el PP en las Cortes, la Junta y la Diputación también defiendan esta dotación y evitar así las clásicas rencillas que entre diferentes provincias de Castilla y León se suceden por el reparto de este tipo de infraestructuras.
También hubo unanimidad para solicitar a la Junta celeridad en la resolución de los malos olores que la planta de Findus genera a los vecinos del sur de la ciudad, especialmente de los barrios de La Farola y el Cuatro de Marzo. A pesar de que todos los grupos están a una en esto, no se les olvidó afear algunas cuestiones. Al PSOE, que el Gobierno de Mañueco no haya realizado ninguna inspección a la planta entre 2015 y 2023. Al edil de Vox Alberto Toquero, que cuando los socialistas estuvieron al frente del Ayuntamiento no impulsaran ninguna moción sobre el asunto y ahora que no están le den bombo. Sea como fuere, la Consejería de Medio Ambiente ya está encima de la compañía para que aplique medidas contra los «hedores pestilentes» que salen de su zona de depuración, principalmente cuando llega el calor.
Los retrocesos en derechos y libertades que, a juicio del PSOE y Toma la Palabra, están aplicando los gobiernos de coalición entre el PP y Vox tanto en la Junta como en el Ayuntamiento avivaron un debate en el que también intervino Jesús Julio Carnero. La moción de la izquierda para instar a sumarse a la manifestación que se celebrará en Valladolid en la mañana del 10 de febrero contra la ultraderecha, horas antes de la gala de los Premios Goya, es para el alcalde una mala decisión que «daña» la imagen de ciudad en un día importante para ella al convertirse el foco de atención de toda España por la entrega de los galardones. «Consiguieron ustedes traer la gala y ahora deciden expresar una imagen negativa de la ciudad; no había otro día para convocarla», lamentó el regidor. En el debate se reprodujeron los argumentos que todas las formaciones se lanzan a nivel nacional sobre la amnistía y la ruptura de España, los pactos con bilduetarras, la censura a la cultura por parte de la formación de Abascal, los herederos del Franquismo de Vox que acosan las sedes del PSOE, los desmanes del socialista tito Berni... Mismas armas arrojadizas, pero en territorio vallisoletano.
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