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Alfredo Rodríguez, Carlos Fernández y Javier Santander, ante una caldera de biomasa en Miguel Sebastián Herrador. J.C. Castillo
Valladolid

Calderas centrales de biomasa para esquivar la subidas de la luz y del gas

La instalación de calefacciones de desechos orgánicos ha propiciado un respiro económico para los propietarios

Álvaro Muñoz

Valladolid

Domingo, 13 de marzo 2022, 00:03

Llegar y besar el santo. En noviembre de 2021, los diez bloques de edificios de la calle Miguel Sebastián Herrador dejaban atrás sus dos calderas de gas para dar cabida a la biomasa. La vida útil de los artilugios que les habían proporcionado calor llegaba ... a su final y daban paso a un intercambiador de placas tras engancharse a la red Somacyl de biomasa.

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Apostaron por modernizarse y ese cambio ahora les está dando resultados, porque les ha servido para esquivar la crisis energética al no moverse en el difícil mundo de la luz y el gas. «La comunidad mantiene las condiciones de antes con un desembolso inicial de cero euros. No hemos tenido que pagar nada», explica el presidente de los diez bloques de vecinos en Miguel Sebastián Herrador, Javier Santander.

Eso sí, les une un contrato de permanencia con la empresa instaladora (Termoservicio) de diez años. «Seguimos pagando de comunidad entre 100 y 120 euros al mes. Y ahí se incluye la calefacción central, agua caliente, alumbrado, portales, limpieza... La cuota se podrá bajar cuando se amortice la nueva caldera dentro de diez años», detalla Santander, que en ese tiempo pretende desmantelar la antigua instalación con las dos calderas de gas.

Mantenimiento

Uno de los máximos beneficiados ha sido Carlos Fernández, encargado del mantenimiento de los edificios. «Esto ha sido una bendición porque me ha quitado mucho trabajo», recalca desde el propio cuarto de calderas.

Los propios beneficiarios aseguran que ya lo han notado en el bolsillo a final de mes. «El año pasado, en un mes de invierno, pagamos 40.000 euros. No queremos saber cuánto nos hubiera costado con los precios que se manejan en el mercado actual», manifiesta el presidente de los diez bloques en Huerta del Rey.

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Esta fuente energética aprovecha los desechos orgánicos. En concreto, la central de esta red se encuentra en Huerta del Rey y su suministro empieza a consolidarse en el barrio vallisoletano. «Las emisiones de CO2 de esta comunidad son cero. Se busca esa eficiencia energética que ya se ha empezado a exigir», agrega Alfredo Rodríguez, de Termoservicio.

El agua de la red llega a la comunidad ya caliente desde la central de biomasa de Somacyl y se engancha a la distribución ya existente de las antiguas calefacciones. «Ahora solo tenemos las típicas quejas de siempre, con las personas que quieren más horas de calor. Ahora hay que educar al inquilino», concluye Santander.

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