La crisis energética, con los precios de los suministros al alza, se ha convertido en otro escollo para llegar a final de mes. La subida de luz y gas, con el aumento de las cuotas de las comunidades, es otro palo en la rueda de los que tiran de calculadora para cuadrar sus cuentas cada treinta días.
«Ya hay casos reales de familias con problemas. Solo encienden el radiador de la habitación del hijo», explica el director de la Cámara de la Propiedad Urbana de Valladolid y Provincia, Óscar Rodríguez, que avisa que ya hay muchos impagos de cuotas de la comunidad.
«La prioridad es llegar a fin de mes y la comunidad es secundaria. Ya hay muchos propietarios que deben alguna mensualidad. Tienen que tener claro esas personas que esas deudas nunca van a desaparecer», continúa.
Ajustar horarios
Por ese motivo, Rodríguez aboga por ajustar los contratos de los suministros y los horarios de encendido de la calefacción, bajar un grado el termostato y concienciar al inquilino de las viviendas. «Es evidente que hay que ahorrar consumos, pero hay que tener cuidado con todo eso. Ya no solo se está perdiendo confort, se está perdiendo calidad de vida. Nunca debemos estar por debajo de los 20 grados», recalca el director de la asociación, que reconoce que muchas comunidades ya se han comido el colchón económico.
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