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Tara Arroyo y Denis Leyes aguardaban ilusionados la llegada del 30 de mayo de 2020: ese día tenían previsto casarse en la Catedral de Valladolid ... y celebrar su enlace en el Hotel AC Palacio de Santa Ana. Sin embargo, y como ha sucedido con otras muchas parejas en idéntica situación, la crisis desatada con la pandemia del Covid-19 ha alterado sus planes. A estas alturas, y a poco más de dos meses para la fecha fijada, ya solo quedaba esperar... hasta que se cruzó el coronavirus. «Todo está en el aire. Lo único que sabemos ahora es que vamos a posponer la boda, pero no está claro para cuándo», dice Tara Arroyo. «Teníamos absolutamente todo hecho. Mi chico es de Argentina y sus padres viven allí. Ellos ya tenían sus pasajes comprados», añade la novia.
Coronavirus en Valladolid
El hotel ha trasladado a Tara y Denis que no hay problema en aplazar la celebración, pero antes de que se decretase el estado de alarma fijaron como límite el 31 de marzo de 2021. «Posiblemente las fechas disponibles sean ahora diciembre, enero...», calcula Tara Arroyo, que admite que su caso «es una pena», aunque es consciente de que «hay cosas mucho más graves» en la situación actual. «Yo vivo con mi chico desde hace un montón de años. Tenemos nuestra casa y no nos va a cambiar la vida. Esto es más por la celebración con la familia, así que no tendría sentido hacerlo sin ellos», apunta.
Si el aplazamiento de las bodas supone un problema para los contrayentes, sucede lo mismo para los hoteles y restaurantes que acogen las celebraciones. «Estamos viendo ya todo el asunto de fechas y posibles cambios a otras épocas», apunta Alfonso García-Marina, director del restaurante El Bohio, en Simancas. «Una de las bodas previstas para abril ya nos ha transmitido su cambio de fecha a noviembre. Vamos a pedir un poco de paciencia. La hostelería en general está complicada porque los meses de mayo y junio se complican también por las comuniones. La Iglesia de momento no ha dicho si va a hacer eventos en mayo o no. Nuestra situación es preocupante», añade García-Marina.
En la finca de La Fuente de los Ángeles, en Villanubla (Valladolid), se encuentran con los mismos problemas. «Nosotros teníamos ya algún evento este mes y todo se ha tenido que aplazar», dice Laura Cabrero, comercial de la finca. «Sí que hay miedo de clientes para las bodas de la temporada, con la duda de aplazarlas o no. porque no sé sabe cuánto durará esto. Consideramos que toda la temporada no tiene por qué verse arriesgada, pero sí las primeras bodas, fijadas para mayo».
Salvo excepciones, la celebración de las bodas es suele estar limitadas a viernes y sábados y queda escaso margen para reorganizarlas. «Si todos los clientes quieren aplazar desde mayo, no va a haber fechas en sábado para todos porque toda la temporada está casi completa», apunta Laura Cabrero, que ve a los clientes «conscientes» de los problemas que entraña la situación actual.
Los establecimientos asumen que tendrán que devolver las señales adelantadas por los novios si hay cancelaciones. «Estamos obligados a hacerlo por causas de fuerza mayor, aunque intentaremos buscar otras fechas para que no anulen el evento», apunta Alfonso García-Marina.
«Sí, está contemplado», confirma Laura Cabrero, «Pero la gente está viendo cómo aplazar su boda o posponerla al año que viene. Se ha parado la contratación de 2021 porque ya no se hacen visitas comerciales y se va a dar prioridad a las fechas para la mitad de 2020. Pero si al final se cancelan, los importes se devuelven».
Las ceremonias civiles que se celebran en los Juzgados han quedado suspendidas en líneas generales tras la declaración del estado de alarma, con una única excepción: sí se mantienen las bodas en las que exista riesgo de fallecimiento de uno de los contrayentes, según explican fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla yLeón, que indican que algunas localicades tienen habilitadas dependencias o accesos especiales, en el caso de que tuvieran que celebrarse. Los acuerdos difieren en cada provincia, de acuerdo con las condiciones de cada edificio, siempre para evitar el riesgo de contagios en su interior.
En el Registro Civil solo se mantienen estos días las licencias de nacimiento perentorias, las de enterramiento y los matrimonios con riesgo de muerte de alguno de los cónyuges. Las licencias de enterramiento suelen gestionarlas las funerarias y son emitidas por el Registro Civil, salvo los sábados y domingos, cuando se encarga el Juzgado de Guardia, y afectan tanto a muertes naturales como violentas. Este trámite se puede efectuar por vía telemática, así como las inscripciones perentorias por nacimientos.
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