¿Qué es la base militar de El Empecinado?

La macrobase de El Empecinado, en terrenos entre Cabezón de Pisuerga, Renedo y Santovenia, nació como un intento de encuadrar allí a regimientos no solo de Valladolid, sino de otras provincias de Castilla y León. Construido en lo que antes era una fábrica de armas, Santa Bárbara, hubo incluso que descontaminar el terreno antes de edificar, como contaba El Norte en el año 1998. «El empleo durante años de explosivos y de líquidos contaminantes, su almacenamiento en zonas anexas a la propia planta obligará al Ministerio a contratar los servicios de una empresa especializada que analice las posibles fugas y filtraciones que se hayan podido derivar del tratamiento de explosivos, un proceso que suele ser largo, admitieron fuentes de Defensa». La operación guardaba una cierta similitud con la del soterramiento del ferrocarril: el traslado de todos esos cuarteles iba a suponer la liberación de una ingente cantidad de suelo urbanizable en la capital.

Se estableció un calendario de traslados que comenzaba por los cuarteles de Arco de Ladrillo, Artillería y Caballería; seguidos por la Agrupación de Apoyo Logístico AALog-61, en La Rubia; luego el Regimiento Santiago, en San Isidro; y para acabar, el Regimiento de Artillería Número 41 de Medina del Campo.

Así, la base debía acoger a 1.650 militares aproximadamente. En el año 2013, el número de efectivos del Ejército en Valladolid era de casi tres mil personas. De ellas, cerca de 1.200 se concentraban en El Empecinado. Unos quinientos militares pertenecían a la Agrupación de Apoyo Logístico 61, otras 350 aproximadamente eran del Regimiento de Caballería Farnesio 12 y 260 más llegaron desde el Grupo de Caballería de Reconocimiento Santiago VII. En octubre del año pasado, la ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó la base. Según el comunicado difundido entonces por el Ministerio, «conoció de primera mano los cometidos de las siete unidades de la Fuerza Terrestre encuadradas en la base, en la que trabajan diariamente unas 1.000 personas».

Esas siete fuerzas a las que se refería el comunicado son la AALog 61, el Regimiento de Caballería Farnesio Númer 12, el Grupo de Caballería Acorazado Villaviciosa, la Unidad de Servicios de Base El Empecinado, el Centro de Comunicaciones T-4113, la Comandancia del Campo Militar de Tiro Renedo-Cabezón y la Farmacia Militar.

La salida de los militares de los diferentes acuartelamientos tuvo momentos anecdóticos. En febrero de 1998 se devolvieron al Ayuntamiento los terrenos ocupados en el Pinar de Antequera. En un acto protocolario, el general Valencia Ces, entonces segundo jefe de la Región Militar Noroeste dijo, en presencia del alcalde Javier León de la Riva: «¡Los de caqui, que nos vamos, que esto ya no es nuestro!». Hoy, esa zona acoge la concentración motera Pingüinos.

El Ministerio de Defensa explica en su web por qué se eligió el nombre de El Empecinado para esta macrobase. «El personaje que da nombre a la Unidad fue en su época símbolo de rebeldía, tesón y patriotismo. En memoria de ello se integran en el escudo los grilletes que rememoran a los que partió justo antes de ser ejecutado, su famoso sable y el puente del río Pisuerga, ya que es en Cabezón del Pisuerga donde libra su primer gran combate».

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