Valladolid

El barrio de los cuarteles despega con la construcción simultánea de 408 viviendas

El actual auge de la construcción, inédito desde la crisis del ladrillo, se muestra a las claras en esta nueva zona de expansión de la ciudad, que une Delicias con la no menos pujante Ciudad de la Comunicación, en la que los cinco residenciales en marcha darán cabida a 408 viviendas en los antiguos terrenos de Artillería, más de la mitad de las 769 contempladas inicialmente en este área delimitada por los paseos de Farnesio y Arco de Ladrillo y la calle General Shelly.

Y no solo eso, al otro lado de General Shelly, en la recién urbanizada maraña de calles que recorren los inmuebles catalogados del cuartel Conde Ansúrez (1902), aún cerradas al paso peatonal y pendientes de ser bautizadas, acaban de comenzar los trabajos para devolver a la vida al primero de sus edificios, el antiguo taller del segundo escalón de mantenimiento de Caballería -así lo muestra el letrero de la entrada-, en el que los operarios han iniciado la rehabilitación de sus centenarios muros de ladrillo, que aún conservan su garita militar, y reconvertirlos en las nuevas dependencias de la Escuela Superior de Diseño (ESI), un amplio edificio en el que tendrán cabida cuatrocientos alumnos, en el que se invertirán 2,5 millones de euros y que tiene prevista su apertura a año vista, en torno al inicio del curso que viene.

De manera que, por un lado, el de Artillería, hay cinco promociones en marcha en distintas fases de construcción y del otro, el del Conde Ansúrez, ha comenzado la rehabilitación del primero de sus inmuebles catalogados -el resto, salto los barracones centrales, destinados a albergar 68 viviendas de protección, todavía esperan sus futuros usos-. Y todo ello 24 largos años después de que los últimos militares abandonaran los dos cuarteles, que cerraron sus puertas los días 14 (el Conde Ansúrez) y 29 (el General Monasterio) de marzo de 2000. Después serían saqueados, vandalizados, incendiados y ocupados durante lustros hasta que hace tres años comenzaron las obras de urbanización, que concluyeron a comienzos de 2024 con la apertura al tráfico de todos los viales del lado de Artillería.

La llegada de los primeros inquilinos del barrio de los cuarteles se atisba en un horizonte cercano, presumiblemente a comienzos del año que viene, cuando se entregarán las dos promociones que se encuentran en un avanzado estado de construcción, Azaría Valladolid (32 viviendas de protección) y Artillería Valladolid (74 viviendas libres), las dos situadas en dos parcelas colindantes entre las calles General Shelly, Nelson Mandela, Teresa de Calcuta y Dalai Lama. La segunda, en la línea del resto de viviendas libres del sector, contará con piscinas y amplias zonas comunes con precios que oscilan, en todas ellas, entre los 200.000 y los 468.000 euros.

Estas dos primeras promociones, de seis alturas, están ya construidas y los operarios ultiman los revestimientos de las fachadas y el acondicionamiento del interior de sus viviendas. En la parcela siguiente, que linda ya con el paseo de Farnesio, acaban de comenzar los trabajos de cimentación de una tercera promoción, denominada Artillería 2, con capacidad para 75 viviendas de dos a cuatro dormitorios.

Y al otro lado del jardín central que vertebra los terrenos de Artillería, entre las calles Teresa de Calcuta y Bartolomé de las Casas -la avenida principal que une esta parte del barrio con el lado del Conde Ansúrez-, otra promotora anuncia la primera de las dos fases del amplio residencial Suite Valladolid (I y II), que albergará 80 viviendas en cada uno de sus bloques situados entres los paseos de Farnesio y Bartolomé de las Casas y las calles Ingrid Betancourt y Vicente Ferrer. Allí las obras han comenzado tímidamente con las parcelas acotadas para el inicio de los trabajos y los primeros movimientos de tierras.

Más atrás, al borde de General Shelly, otra promotora comercializa ya el quinto residencial en marcha en los terrenos de Artillería, otro bloque de 67 viviendas bautizado como Terrazas de Arco de Ladrillo, que ocupará otra parcela, que solo luce de momento el cartel, entre las calles General Shelly y Nicolás Castellanos y el paseo de Bartolomé de las Casas.

Esta última parte del incipiente barrio linda con los tres edificios militares que se conservan del cuartel de Artillería (1956), el principal, tapiado y del que todavía se desconoce su futuro uso; el palacete residencial de la esquina de Farnesio, que lleva años en venta sin encontrar comprador; y el otro palacete, del lado de General Shelly, que aún mantiene un uso residencial del Ejército.

En los terrenos del segundo cuartel, el Conde Ansúrez, entre tanto, los operarios acaban de colocar las casetas de obra y vallar el perímetro del antiguo taller de Caballería. «Estamos con los preparativos y la semana que viene tenemos previsto comenzar las obras», apuntan los trabajadores que se encuentran ya en las futuras dependencias de la Escuela Superior de Diseño (ESI), que ampliarán con creces las actuales situadas al otro lado de Arco de Ladrillo, en la Ciudad de la Comunicación. El plazo de ejecución de las obras oscila entre los diez y los doce meses, es decir, que podría abrir sus puertas después del verano del año que viene.

El resto de inmuebles catalogados del cuartel Conde Ansúrez, el más veterano de los dos, que fue inaugurado por Alfonso XIII en 1902, y cerrado, como su gemelo, en marzo de 2000, esperan un uso. Los únicos, que se sepa, que sí tiene un destino son los barracones centrales, destinados a albergar 68 viviendas de protección oficial. El futuro del resto, que se encuentran en un estado lamentable fruto de años de abandono y saqueo, lo que impide abrir sus calles urbanizadas desde hace meses, continúa en el limbo.

Los dos terrenos colindantes de los antiguos cuarteles de Farnesio están destinados a acoger un total de 837 viviendas, 769 del lado de Artillería (675 libres y 94 protegidas) y 68 en los citados barracones del Conde Ansúrez. Todo ello sobre una superficie que ronda las doce hectáreas y en un entorno urbanístico en plena expansión que coserá Delicias hacia la vía, cuando se liberen los terrenos de los antiguos talleres de Renfe (1.070 viviendas) y de la línea férrea de Ariza (597 viviendas), y que unirán este barrio con el ahora prácticamente rematado de la Ciudad de la Comunicación (900 viviendas).

En este último barrio, el de la Ciudad de la Comunicación, están prácticamente ocupadas ya todas sus parcelas de uso residencial, copado de amplios torreones de hasta once alturas, y en el que están a punto de ser entregadas 223 viviendas de tres promociones, una ya acabada (Novo Ariza), otra en remodelación del antiguo bloque de oficinas (Torre Ariza) y una tercera en la fase final de su construcción (Alter).

Allí, además, los operarios están levantando la singular geoda que rematará su plaza, que será bautizada como Alcalde Francisco Javier León de la Riva, una singular estructura metálica en forma de cúpula que albergará un pequeño escenario al aire libre y que desde hace unos días está poco a poco cogiendo forma con el montaje de la estructura, un enorme rompecabezas de quinientas piezas que tardará en torno a dos meses en montarse.

La Ciudad de la Comunicación nació precisamente hace 25 años, cuando comenzaron a desaparecer los vestigios industriales del terreno (Enertec, Autógena...) y a urbanizarse sus calles, ahora completas. La geoda, proyectada en el origen del barrio, rematará por fin dicha urbanización coincidiendo prácticamente con la llegada de los primeros vecinos del barrio de los cuarteles al otro lado del paseo del Arco de Ladrillo.