Secciones
Servicios
Destacamos
Puede que para algunos solo represente una sucesión de ruidos repetitivos. Sin embargo, para los amantes de la música electrónica, las sesiones y conciertos de 'techno', 'house' o 'drum & bass' pueden llegar a suponer una experiencia maravillosa. Una abstracción momentánea liderada por el DJ, quien se convierte en una suerte de chamán capaz de sumir a su público en una atmósfera por medio únicamente de controladoras o cajas de mezclas, altavoces y cascos. Algo increíble pero cierto. Bien lo saben los más de 400.000 asistentes de unas 200 nacionalidades que cada año acuden a Tomorrowland, uno de los tantos festivales de este género musical que se realizan anualmente.
Noticias relacionadas
Aunque —por el momento— no ha arañado los platos de una Pioneer en las cabinas del conocido festival belga, el 'disc-jockey' y productor musical vallisoletano Óscar de Rivera sí que se ha labrado durante más de 30 años un nombre e imagen en los clubes de capitales del 'Techno' como Tokio, Nueva York, Moscú, Ibiza o Madrid. De hecho, su marca ARDE homenajea su trayectoria de modo especial durante el primer fin de semana de las Fiestas de Valladolid en el Patio Herreriano. También fue el encargado de «sacar a bailar» a las estrellas que visitaron la ciudad del Pisuerga durante la noche de los últimos Premios Goya.
Tras vivir durante unos 17 años en Madrid, De Rivera ha vuelto a Valladolid «aunque yo realmente nunca me fui ni dejé de disfrutar de los encantos de mi ciudad». Sin embargo, admite regresar a la capital con mucha frecuencia: «He aprovechado para subirme al tren de los avances y, realmente, el AVE me ha dado la vida», afirma entre risas, «disfruto de lo mejor de Valladolid y de Madrid tanto a nivel personal como profesional y puedo reencontrarme tanto con mi familia como mis amigos de la ciudad tras haber estado muchos años viajando por el mundo solo y viviendo en una ciudad que realmente no era la mía». «Es algo que me hacía falta», confiesa sincero el DJ.
Por este mismo motivo, «cualquier plan que implique reunirme con mis seres queridos es válido». «Yo siempre he sido una persona muy familiar, pero mi profesión y mi pasión me llevaron a estar solo durante muchos años». «Disfrutar de nuevo junto a mi familia y aquellos amigos que nunca he perdido es algo espectacular; y Valladolid ofrece realmente muchas posibilidades, como salir a tomar un vermú, comer fuera; al igual que planes culturales, como el cine, el teatro o conciertos», añade.
El productor musical cuenta con todo un repertorio de establecimientos hosteleros para cada momento y comida del día, por lo que antes de enumerar sus recomendaciones, lanza un aviso: «¡Que ningún amigo del gremio se cabree conmigo, por favor!». Sin embargo, tras una breve reflexión, afirma que uno de los bares que más frecuenta al inicio de sus jornadas es el Plaza Mayor ubicado en Parquesol (Calle de José Garrote Tebar, 22) muy cerca de su casa. De él aprecia particularmente «el servicio encantador, la decoración y la limpieza y el trato siempre amable». De su barra —«muy potente»— recomienda particularmente los desayunos, una buena opción «tanto dulce como salado».
A la hora de ir de tapas, Óscar admite «ser un clásico», aunque de manera justificada: «Me encanta el Suizo, un bar con casi 100 años de historia cuya tapa principal —la gamba— me sigue sorprendiendo cada día». «Mucha gente la intenta imitar, también en Madrid, pero el sabor original se encuentra aquí». No obstante, el 'disc-jockey' no es una cara nueva en este bar, ya que frecuentarlo fue un hábito familiar durante su infancia: «Solía venir de pequeño con mis papás y, con el pasar de los años, su dueño Alfonso y su encantadora familia se han convertido en unos de mis mejores amigos», subraya el DJ.
Por otro lado, también recuerda míticos locales que ya bajaron la persiana: «En mi opinión, La Mina ha sido uno de los mejores sitios para tapear, particularmente su morcón». Lamentablemente, el local se encuentra cerrado, aunque «ojalá lo reabriesen algún día», añora De Rivera.
Además de los anteriormente mencionados, para tomar un vino escoge Melêl, en el número 8 de la calle Arribas: «Allí no tomas lo habitual. Son especialistas en vinos y me gusta mucho cómo trabajan». «Abogo porque en la ciudad exista este tipo de concepto», da a conocer Óscar de Rivera. Precisamente, reconoce «haber llegado tarde a la cultura del vino», aunque en la actualidad existen muchos que le agradan: «No soy ningún experto ni entiendo de vinos; solo sé que hay algunos que me gustan y otros que no». De entre los primeros, disfruta descorchando cualquier Yllera, Moro, Pariente o Belondrade y Lurton, un vino que «realmente me ha sorprendido y me vuelve loco», admite entre risas.
A la hora de comer, el artista recomienda «sin duda» la carta del restaurante Buena Brasa (situado en el kilómetro 1 de la carretera de Zaratán). «Es una excelente opción tanto en invierno como en verano para degustar carnes y pescados a la brasa de muy buena calidad». Además, «su atención y ambiente hacen que te sientas como en tu casa». También recomienda su patio, «un lugar bonito y cuco en el que cenar durante el verano es algo muy agradable».
Dedicado profesionalmente al mundo de la música en el ocio nocturno, a la pregunta sobre sus bares preferidos para salir a tomar algo durante la noche vallisoletana, el primer sitio que a Óscar de Rivera le viene a la cabeza es Sala de Estar (calle Gallegos 2, en la zona de Cantarranas). «Lo que buscas, al final, es el ambiente y el trato por parte del profesional. Es algo que yo valoro mucho porque pasé por ahí y sé lo que cuesta hoy en día y toda la competencia que hay». Otro de sus sitios de referencia al caer la noche es The Bowie (en el número 4 de Cánovas del Castillo): «Es un sitio muy especial que se desmarca un poco del resto con sus cócteles, trato, personal y, sobre todo, música». «Allí me encuentro muy cómodo», comparte el DJ, quien, avanzando en la noche, suele acabar sus veladas en el Desierto Rojo (calle Doncellas, 5).
Dejando de lado lo gastronómico, Óscar de Rivera comparte «un pequeño e inesperado secreto»: Disfruta mucho al pasear por calles de barrios como Delicias —donde se crió— mientras se fija en aquellos lugares que marcaron su infancia. Otro de sus rincones especiales es el paseo central del Campo Grande, que define como «un pequeño oasis». «Me gusta el simple hecho de ver, oír y oler en sus pocos cientos de metros. Me permite aislarme totalmente durante los pocos minutos que se tarda en atravesar». Continuando ese paseo, de hecho, en ciertas ocasiones llega andando hasta la zona de El Cuadro, antigua meca de la noche vallisoletana, «simplemente porque me transmite sensaciones que me hacen sonreír al mismo tiempo que me cargan las pilas». «Así recuerdo de dónde vengo y quién soy», afirma emocionado el 'disc-jockey' y productor musical Óscar de Rivera.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.