Borrar
La escritora vallisoletana Andrea Longarela en el restaurante Le Bistró. Rodrigo Ucero

Mi plan favorito en Valladolid

De 'brunch' vegetariano con la escritora Andrea Longarela: «Nunca perdono el postre»

La autora vallisoletana comparte sus lugares favoritos para disfrutar tanto de platos salados como dulces

Rebeca Alonso

Valladolid

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 13 de octubre 2024, 08:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

No siempre es fácil encontrar opciones vegetarianas a la hora de comer fuera de casa. Sin embargo, la escritora vallisoletana Andrea Longarela demuestra que no es tarea imposible y ha querido compartir con los lectores de El Norte de Castilla sus bares y restaurantes favoritos con tapas y platos sin carne ni pescado pero repletos de sabor en Valladolid. La primera parada es el restaurante Le Bistró, donde cuentan con carta vegetariana, carta sin gluten, carta de brunch... y carta de postres, algo que Andrea Longarela no perdona nunca. «Me encantan las milhojas de patata, el risotto y algunos platos orientales. Además tienen unas tartas espectaculares, sobre todo la de manzana. No es un postre que yo suela pedir porque soy muy adicta al chocolate, pero está muy muy buena», recomienda con rotundidad.

Risotto de setas al parmesano, tarta de manzana (elaborada con manzanas caramelizadas en su punto de canela y azúcar de caña, toffe, una bola de helado de vainilla y crumble de galleta) y timbal templado de la huerta de Le Bistró. Redes sociales de Le Bistró
Imagen principal - Risotto de setas al parmesano, tarta de manzana (elaborada con manzanas caramelizadas en su punto de canela y azúcar de caña, toffe, una bola de helado de vainilla y crumble de galleta) y timbal templado de la huerta de Le Bistró.
Imagen secundaria 1 - Risotto de setas al parmesano, tarta de manzana (elaborada con manzanas caramelizadas en su punto de canela y azúcar de caña, toffe, una bola de helado de vainilla y crumble de galleta) y timbal templado de la huerta de Le Bistró.
Imagen secundaria 2 - Risotto de setas al parmesano, tarta de manzana (elaborada con manzanas caramelizadas en su punto de canela y azúcar de caña, toffe, una bola de helado de vainilla y crumble de galleta) y timbal templado de la huerta de Le Bistró.

Para probar algo original, tanto dulce como salado, también recomienda el GastroLAVA. «Tiene unos postres brutales con una presentación asombrosa. Un día fui allí con mis amigas y solo pedimos postres», asegura.

Tarta de mascarpone y manzana granizada del GastroLAVA. Redes sociales de GastroLAVA

Andrea Longarela frecuenta las zonas de la Catedral y la Plaza de Martí y Monsó, más conocida por los vallisoletanos como Plaza de Coca. «En Coca hay una arrocería que me gusta mucho, Caroba, porque también tienen carta vegetariana y es un lugar 100% sin gluten. Y me encantan las bravas de la Pícara. También suelo pedir tortilla de patata, con cebolla y deshecha. Para mí la mejor es la del Groove», asegura.

Y además de sus favoritos de siempre, ha descubierto un nuevo lugar que le ha sorprendido gratamente. «El último restaurante que he probado es el King Delhi, en la Bajada de la Libertad, que me encantó. No soy de comida muy picante pero me gustó mucho, te aconsejan muy bien. Son sabores distintos y ofrecen muchas opciones para vegetarianos y veganos», agradece.

Para beber, suele elegir vino blanco. «Me gusta mucho el verdejo y el semidulce, y si no un refresco, no me gusta la cerveza», confiesa. «Para tomar algo suelo ir a la zona del Pasaje Gutiérrez. Está la Sastrería, el Piscolabis... que tiene muchisimos cócteles. Esta zona está genial para tomarte una copita a media tarde».

Algunos de sus bares favoritos han quedado plasmados en una de sus obras, la bilogía 'Somos secretos', formada por los libros 'Cada atardecer' y 'Cada amanecer'. «Aparecen muchos bares de Valladolid, aunque algunos ya no existían, pero me tomé ciertas licencias porque eran lugares importantes para mí donde he vivido momentos importantes con mis amigos. Es la única historia que he ambientado en Valladolid. A medida que lo vas leyendo puedes ir paseando con los protagonistas por rincones como la Pícara, el Desierto Rojo, el Kafka, la Española Cuando Besa... y también La Luna y el Testarossa, dos bares míticos que desaparecieron hace tiempo».

Otro lugar que ya no existe pero cuyo recuerdo le transporta a su infancia es la chocolatería Valor que estuvo ubicada en la calle Platerías. «Recuerdo que iba con mi padre de pequeña, sobre todo los domingos por la tarde, a comer tortitas con chocolate. Me encanta el chocolate, lo tomo en vez de café, que no me gusta», reconoce.

-¿Eres de chocolate con churros?

- «¡Soy de chocolate con cualquier cosa!», contesta riendo.

Y reconoce que la inspiración le puede llegar en cualquier parte, incluso en un bar o restaurante. «A veces estás rodeado de gente y una escena, un olor, una canción que suena te lleva a la primera idea de una novela». Todo puede pasar en su imaginación mientras saborea un postre de chocolate.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios