El Ayuntamiento defiende la intervención «de urgencia» en Arco de Ladrillo

Zarandona apuntó a que el coste previsto, así como la duración de los trabajos, puede ser más bajo. «El presupuesto seguro que será inferior a esos dos millones, probablemente sean actuaciones más rápidas y más económicas».

Tampoco considera el Ayuntamiento que se pueda proceder ahora mismo a la demolición del viaducto. Es preferible contar con solo dos carriles habilitados que cerrar por completo la circulación porque, recordó Zarandona, no está disponible Labradores, que seguirá en obras al menos hasta noviembre. «El mal estado del viaducto de Daniel del Olmo y el cierre de tráfico en Labradores, hacen que la circulación en Valladolid no sea el que todos deseamos. Así, el tráfico en Arco de Ladrillo tiene que continuar», señaló.

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Algo que parece haber molestado al equipo de Gobierno ha sido la premura con la que se ha presentado el proyecto, a pesar de que en este caso se ha cumplido escrupulosamente el plazo fijado en un inicio. «La semana pasada estábamos valorando la posibilidad de celebrar un consejo de administración de la sociedad Valladolid Alta Velocidad para aprobar una prórroga de tres meses para la entrega del proyecto definitivo», explicaba Zarandona. Según pudo comprobar El Norte, en el último consejo de administración se habló de los informes que quedaban por entregarse y posteriormente se envió una petición de prórroga, que luego fue desestimada, de un mes. No porque el proyecto se retrasara, sino porque algunos trámites de esos informes podían pasarse unos días de la fecha estipulada. Jesús Julio Carnero, alcalde de Valladolid, dijo entonces, en la inauguración de la Feria del Libro, que no habría proyecto en tres meses «ni visos de tenerlo». Y esa misma tarde se confirmó que Adif contaba con entregarlo el día 8 de junio, anulando la solicitud de prórroga que se había hecho.

Finalmente, el estudio y la carta del presidente de Adif, Ángel Contreras, a Jesús Julio Carnero, se enviaron este martes, día 10, según Zarandona. «A nosotros, los socios de Valladolid Alta Velocidad, ayer a mediodía se nos informa que ha llegado vía correo electrónico el proyecto y estaba descargándose». Un proyecto «amplísimo», con mucha documentación. «No hemos tenido tiempo siquiera de echar un vistazo».

Este punto parece haber molestado al equipo de Gobierno del Ayuntamiento. «Nuestra sorpresa es que parece que todos los análisis están hechos sin que nosotros le hayamos hecho un vistazo. Han resuelto, parece, todas las alegaciones, todo el mundo conoce como es el proyecto, sus bondades… A nosotros nos queda el estudio serio, profundo, de toda la documentación, plazos técnicos, aspectos relacionados con nuestras intenciones». Y esas intenciones pasan, añadió Zarandona, por que «si hay un trazado inferior para vehículos sea compatible con el soterramiento dada la proximidad a la zona de la futura estación. Estas cosas deben ser garantizadas y bien valoradas».

«No sé lo que va a suceder, no sé qué se va a desprender del análisis profundo, qué decisiones tomaremos como corporación, si es viable o no lo es», concluyó el concejal de Urbanismo. La decisión, en todo caso, tiene unos plazos marcados y unas condiciones desfavorables al Ayuntamiento. En un mes se celebrará un consejo de administración de la sociedad Valladolid Alta Velocidad, a la que pertenecen Adif, Renfe, Adif Alta Velocidad, Ayuntamiento y Junta, bajo la presidencia del secretario de Estado de infraestructuras, José Antonio Santano. Entonces se aprobará el proyecto y la licitación de las obras. Será, previsiblemente, con el voto en contra del Ayuntamiento y la Junta y el voto favorable de Adif y Renfe, resuelto por el voto de calidad del representante ministerial. Una vez sacado a concurso, podría resolverse antes de final de año y comenzar las obras inmediatamente, aunque lo más lógico es suponer que nunca sería antes de concluir los trabajos en el túnel de Labradores, que deberían acabarse en noviembre.