Aumentan más del doble los robos con fuerza en las viviendas de Valladolid

La región lidera el ranking nacional (con un incremento medio del 22,6%) de comunidades autónomas donde más se incrementaron los robos en el primer semestre del año. A ese 38'6% de Castilla y León le siguen comunidades como La Rioja, con un 35,7% (pasando de 185 a 251) o Cataluña, que ha registrado un 34'4% más de robos en viviendas, 625 frente a las 465 del año anterior.

Son solo algunos de los últimos datos que arroja el Ministerio del Interior en el Balance de Criminalidad, donde se recogen los datos comparativos de distinta tipología penal y que incluye además homicidios, asesinatos, secuestros, delitos de carácter sexual o tráfico de drogas, entre otras infracciones.

En Valladolid capital, los robos con fuerza en domicilios, establecimientos u otras instalaciones han crecido un 77%, pasando de 151 a 268 en el acumulado de enero a junio del último año. En las viviendas particulares, los datos son poco alentadores pues se han registrado más del doble de robos este 2022 en comparación con el 2021, pasando de 77 a 164.

Podría pensarse que la pandemia y sus consecuencias en la movilidad pueden llegar a ofrecer una visión distorsionada de la realidad estadística, pero en comparativa con 2019, año considerado de referencia pre pandemia, los datos apuntalan la realidad del aumento de este tipo de delitos, 115 hubo en 2019.

Pese a los datos, desde la Policía Nacional aseguran no haber detectado un incremento de este tipo de delitos en Valladolid. «Entra dentro de lo habitual en estas fechas en las que las viviendas quedan vacías en Valladolid».

Pero este tipo de delitos no solo han crecido en el municipio de Valladolid, también los robos con violencia e intimidación se han duplicado en la capital, engrosando una lista delictiva que crece de 30 en 2021 a 59 en 2022 (42 se detectaron en 2019), lo que confirma la tendencia al alza.

La situación en la provincia no difiere apenas de la realidad que se vive en la capital, pues los amigos de lo ajeno dejan huella en unas estadísticas que corroboran en el caso de los robos con fuerza en casas negocios y otras instalaciones del 55%, y en concreto en las viviendas particulares suman desde 2021 un 73% más (de 174 a 302). Los hurtos también crecen en un 50%, según la comparativa que publica periódicamente el Ministerio del Interior.

En los grandes pueblos de Valladolid, aquellos con población superior a los 20.000 habitantes, de los que Interior recoge datos desde el pasado año, se produce también un aumento en los tres grandes municipios vallisoletanos. Los robos en casas pasaron de 6 el primer semestre del año pasado a 15 durante el mismo periodo de 2022 en Arroyo de la Encomienda, de 1 a 9 en Laguna de Duero y de 1 a 8 en Medina del Campo.

En este caso, el objetivo de los ladrones son las viviendas unifamiliares aisladas o alejadas del casco urbano y donde existe una temporalidad en cuanto a la estancia de los inquilinos. «Más importante que el tipo de puerta es la cerradura con la que contemos. Mientras que en las zonas más periféricas, lo que suelen utilizar los ladrones son barras de uña para forzar la entrada de la vivienda, en la zona centro recurren a otras técnicas para no llamar tanto la atención», explica el cerrajero vallisoletano, Sergio Aguirre.

Atiende a una media de 20 clientes al día que necesitan de los servicios de cerrajería por diversos motivos, «como puede ser el extravío de llaves, los fallos de puerta, el cambio de llaves de borjas (son alargadas y con una sección más ancha y dentada en uno de sus extremos) que son fácilmente ganzuables por modelos europerfil que dificultan el acceso en caso de robo», destaca Aguirre. El 20% de los clientes a los que atiende acuden a sus servicios profesionales tras haber sido víctimas de un robo en su vivienda.

El verano y los fines de semana son los momentos en los que se producen la mayoría de estos delitos, «los ladrones aprovechan la ausencia de los inquilinos y de la mayoría de vecinos para cometer el delito», añaden desde la Policía Nacional, cuerpo que intensifica su labor para informar a los ciudadanos sobre cómo actuar una vez que se ha perpetrado el delito con el fin de minimizar los daños y facilitar la labor de los investigadores. «Una vez que se tiene conciencia de haber sido robado, sobre todo al encontrar signos evidentes de que la puerta ha sido forzada o se encuentra abierta, en ningún momento se debe entrar ni manipular nada, hay que llamar de inmediato al 091», explican desde la Policía Nacional.

Y añaden la importancia de tener previamente elaborado un listado con los objetos de valor «se recomienda hacerles fotografía, al igual que los dispositivos electrónicos que tengamos en casa (todos ellos identificados con su número de serie). Es importante seguir unas pautas básicas y sencillas que podemos trasladar a personas de nuestro entorno cercano para familiarizarlos en una cultura preventiva ante estos delitos», señalan fuentes policiales.

Toda precaución es poca para tratar de evitar que en el próximo balance del Ministerio del Interior y tras recabar las denuncias y avisos que llegan a Guardia Civil, Policía Local y Nacional, las cifras sigan arrojando un incremento preocupante del número de robos en viviendas, tanto en Castilla y León como en Valladolid, capital y provincia.