Muchas veces no somos conscientes del ruido ambiental al que estamos sometidos a diario. Nuestro oído está ya acostumbrado al desagradable sonido de los atascos, las obras o la música que escuchan los conductores a un excesivo volumen. La Dirección General de Tráfico se ha ... encargado de corroborar esta información a través de un estudio presentado por Danosa -especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible– que afirma que el 80% del ruido ambiental que soportan los ciudadanos los causan los vehículos.
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César Blanco Elipe
J. Sanz
Esto puede suponer un peligro para las personas y así lo confirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegurando que cualquier sonido que esté por encima de los 65 dB (decibelios) durante el día y 55 dB de noche afecta a nuestra salud. Por esta razón, todas las personas que tienen un vehículo deben asegurarse de que no sobrepasan los límites establecidos. Sin embargo, son muchos conductores los que desconocen esta normativa. Concretamente, la AMV -empresa líder en la comercialización online de seguros de motos- asegura que siete de cada diez motoristas no son conscientes de la normativa vigente y de las consecuencias de tener un vehículo que supera el límite de decibelios que dicta la OMS.
En el artículo 7 del Reglamento General de Circulación afirma (sobre el ruido que puede emitir una moto) que «los vehículos no podrán circular por las vías o terrenos objeto de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial con niveles de emisión de ruido superiores a los límites establecidos por las normas específicamente reguladoras de la materia». Esto supone que todo aquel que no cumpla con esta normativa puede recibir una sanción económica.
La AMV advierte que podemos arriesgarnos a una multa de 200 euros aunque en algunos casos puede llegar hasta los 600. Además, si los agentes de tráfico exigen realizar una comprobación de emisiones acústicas, el Reglamento General de Circulación deja claro que los conductores deben colaborar. Por ello, en caso de que nuestra moto no cumpla con la normativa, los agentes pueden inmovilizar el vehículo, lo que supone que debemos llevarla a un taller para que cambien el tubo de escape o bien instalen un silenciador nuevo.
El exceso de ruido en las motos se relaciona directamente con el sistema de escape que tiene como función expulsar los gases, mejorar el rendimiento del propulsor, retener las partículas contaminantes y disminuir el ruido que genera el motor. Por ello, las averías en el silenciador del tubo de escape son la cuasa principal por la que en muchas ocasiones se supera el límite de decibelios.
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El segundo motivo se debe a las modificaciones que hacemos en nuestra moto, principalmente si reemplazamos el escape original por otro con el objetivo de incrementar el rendimiento del motor. El tercer motivo más habitual se debe a que algunos conductores deciden circular con el escape libre, es decir, sin silenciador. Por estas razones, siempre que nuestra moto haga un excesivo ruido debemos llevarla a un taller para arreglarla lo antes posible ya no solo para evitar una multa sino para no perjudicar al resto de personas.
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