Cómo funcionan las etiquetas medioambientales DGT y cuál se debe usar

Ajenas para unos, completamente familiares para otros. Las etiquetas -también llamadas «pegatinas»- medioambientales son la prueba de un mundo cada vez más concienciado sobre la importancia de proteger el medio ambiente y han cobrado un papel crucial bajo la premisa de promover prácticas más respetuosas con el entorno en lo que respecta a la movilidad.

En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) es la entidad competente de la clasificación de vehículos por medio de este sistema. De esta forma, cada uno de ellos se vincula a una categoría en función de la contaminación emitida; y algunos de estos tipos se destacan con una etiqueta o pegatina medioambiental. Dependiendo de esto, la mayoría de los vehículos quedan acreditados como 'Cero Emisiones', 'Eco', 'C' o 'B', en función de los niveles de contaminación emitidos.

De acuerdo con Tráfico, esta clasificación del parque automovilístico tiene como finalidad «discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente y ser un instrumento eficaz al servicio de las políticas municipales, tanto restrictivas de tráfico en episodios de la contaminación, como de promoción de nuevas tecnologías a través de beneficios fiscales o relativos a la movilidad y el medio ambiente». Si bien la obtención y colocación del distintivo es voluntaria (aunque varía dependiendo de normativas municipales), esta debe hacerse adhiriendo la pegatina en el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero, si se dispone de él. En su defecto (en el caso de las motocicletas), podrá situarse en cualquier sitio visible del vehículo.

En la actualidad, estas etiquetas de la DGT sirven para implantar restricciones a la circulación, especialmente en aquellas áreas denominadas Zonas de Bajas Emisiones, o ZBE, donde son obligatorias desde 2023.

Según este sistema, aquellos vehículos más contaminantes quedan excluidos de las categorías anteriores, por lo que no incorporan ninguna de las etiquetas medioambientales de la DGT. Los vehículos sin etiqueta son aquellos de gasolina matriculados antes del año 2000 y los diésel registrados antes de 2006. Actualmente, hay alrededor de diez millones de conductores que poseen vehículos sin etiqueta. Estos son los que, comúnmente, suelen ser más perjudicados por las medidas relativas a las restricciones ambientales.

La Dirección General de Tráfico ha puesto a disposición de los usuarios un enlace en el que se puede consultar el distintivo ambiental que debe utilizar el vehículo.

Al adquirir un vehículo de nueva matriculación, es común que la propia gestoría o concesionario sea quien se encargue de solicitar la etiqueta identificativa que determine la categoría del vehículo. Sin embargo, el conductor también puede solicitarla a la DGT a través de las oficinas de Correos. El coste de dicho trámite es de cinco euros.

Para solicitar el distintivo a través de Internet, otra de las opciones existentes, es necesario adjuntar una sola fotografía que muestre los datos del permiso de circulación del vehículo y el documento de identificación del titular o de la persona autorizada antes de realizar el pago. Estos datos deben introducirse en el campo 'Personalizar' en la 'Cesta de la compra'. En este caso, al realizar la compra 'online' se deberán abonar los cinco euros además de unos 2,99 euros debido a los gastos de envío.

En ciertas localidades españolas, la etiqueta medioambiental es un requisito imprescindible para acceder a las ZBE (Zonas de bajas emisiones). Además, en algunas ciudades como Madrid o Barcelona es obligatorio que el distintivo quede visible al circular por las áreas mencionadas.

Los datos que figuran en el adhesivo, principalmente, son la fuente de energía que alimenta al motor del vehículo (o batería); así como la matrícula del medio de transporte que la porta. También figuran el código de barras, la etiqueta y el logotipo de la Dirección General de Tráfico.

Además de las anteriormente mencionadas pegatinas medioambientales (con sus distintivos colores amarillo, verde, verde-azul y azul), el Reglamento General de Circulación alude a otro adhesivo del mismo tamaño y forma -circular de 97 milímetros de diámetro- pero con una función totalmente distinta.

Y es que esta señal no cuenta con un carácter ambiental, sino que identifica a aquellos vehículos compartidos. De esta forma, dicha etiqueta solamente puede ser empleada por vehículos reconocidos como «compartidos» por la DGT. Su presencia, además, facilita a los agentes de tráfico la identificación de este tipo de medios de transporte que, por ejemplo, tienen derecho a utilizar los carriles VAO (para vehículos de alta ocupación).

• Temas
• DGT Dirección General de Tráfico
• Consejos sobre ruedas
• Tráfico