Secciones
Servicios
Destacamos
Los alojamientos turísticos del medio rural de la provincia dudan si lanzarse a la aventura o hibernar los próximos meses. La incertidumbre por la inflación y la dificultad para repercutir el incremento de los precios ha llevado a muchos negocios a contemplar el cierre de ... sus puertas durante el invierno en un intento de reducir el sobrecoste. Las alternativas para conseguir una mayor eficiencia energética no son suficientes y, en suma a ello, el número de reservas se prevé mucho menor que en la temporada estival.
Más información
Ana María Criado
Los hoteles, hostales, posadas y casas rurales de Segovia «sobrevivirán» al invierno con las ganancias del verano. Así lo determina el gerente de la Asociación de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse-AIHS), Javier García Crespo, al incidir en que el verano, a pesar del aumento de costes, ha finalizado con buenas cifras.«Los tiempos buenos permiten que nos mantengamos en los malos», defiende.
La factura eléctrica se ha duplicado e incluso triplicado, según indica García Crespo, en el último año. A ello se suma el gasoil, que es el combustible fundamental para la calefacción en el medio rural, cuyo precio se mantiene disparado desde hace tiempo. Estos son los gastos básicos de un alojamiento rural, ya que la mayoría no dependen de personal o restaurante como en los hoteles, de ahí que se prevea un gran aumento de los gastos con la llegada del frío extremo que caracteriza a Segovia.
Aunque muchos negocios han buscado alternativas más económicas para mejorar la eficiencia energética o están en proceso de hacerlo, estas medidas «ya no son suficientes», lamenta el presidente de la Asociación deTurismo Rural y Activo de Segovia, integrada en la Federación Empresarial Segoviana (Fes), Gerardo Otero. «Son inversiones muy importantes y difíciles de hacer después de la pandemia y la crisis económica», lamenta.
Si bien es cierto que el número de ayudas a los locales para la mejora de la eficiencia energética ha aumentado, esto no significa que la puesta en marcha de estos equipos sea más barato. «Al dar subvenciones, aumenta la demanda y, en consecuencia, se incrementan los precios», declara Gerardo Otero. A ello se suma la escasez y encarecimiento de los suministros y materias primas.
Sin embargo, son muchos los establecimientos rurales que, en vista del frío, contemplan cambiar la calefacción de gasoil por la estufa de pélet –aunque se ha duplicado el precio– o incluso por sistemas de aerotermia y exotermia que están vinculados a paneles fotovoltaicos, pues si no es por esta infraestructura energética, «no sale rentable ni compensa el sobrecoste», añade el presidente de la Asociación de Turismo Rural en Segovia.
Gerardo Otero
Presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo
javier García Crespo
Gerente de Hotuse-AIHS
Los establecimientos barajan multitud de alternativas para conseguir un mayor ahorro, ya que los hosteleros lamentan su bajo dominio sobre el gasto. «La gente intenta reducir el consumo propio, pero en la casa rural la conciencia sobre el ahorro, a veces, desaparece», sostiene Otero, a la vez que indica que es una situación difícil de controlar, al menos, por el momento. Ejemplo de ello es la cada vez mayor extensión de termostatos inteligentes que permiten ajustar la temperatura desde la distancia, pero aún no es una medida significativa en los alojamientos de la provincia.
A este obstáculo se suma la dificultad que tienen los pequeños establecimientos turísticos del medio rural para repercutir el gasto. «Generalmente, estos negocios, durante el invierno, solo tienen demanda en fechas puntuales, como fines de semana, festivos o puentes», declara el gerente de Hotuse.
No obstante, todo depende de las zonas de la provincia. Mientras la sierra de Guadarrama tiene atractivo en invierno por los deportes invernales, las excursiones a la nieve y la cercanía a Madrid, la zona de la campiña y tierra de pinares, por el contrario, anota una caída de las reservas cuando hace mal tiempo respecto a verano, según detalla Otero. Aunque en esta decisión también interviene la modalidad de casa rural, ya que hay algunas que tienen chimenea y son más acogedoras en invierno, mientras que otras están más enfocadas a los exteriores al contar con jardines o piscinas.
Por ello, lamenta que muchos alojamientos rurales «hay meses en los que tan solo tienen dos reservas, y cuesta mucho calentar la casa para solo dos fines de semana», señala Otero. En consecuencia, muchos empresarios contemplan aceptar reservas hasta Navidad para después cerrar varios meses hasta la llegada de la Semana Santa.
La subida de los precios en los servicios tampoco está entre las opciones disponibles de los profesionales del turismo rural para hacer frente al aumento del gasto. Tienen que ser asequibles, ya que «la inflación repercute a todo el mundo. Entre ellos, los consumidores», puntualiza García Crespo. La competencia tampoco juega a su favor, lo que conlleva a que «cueste mucho sacar rentabilidad a esta actividad», añade Otero.
A pesar de ello, los hosteleros segovianos del medio rural también ven un aspecto positivo en esta situación. «Jugamos con la cercanía de Madrid y que la gente, para ahorrar combustible, prefiere quedarse cerca», subraya Javier García Crespo. «Eso nos puede ayudar a ser más optimistas», asevera. Una actitud en la que coincide Otero, quien está seguro de que «saldremos adelante». Con algunas dificultades añadidas,«pero adelante», concluye.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.